EFE
El ex presidente mexicano Ernesto Zedillo y el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, serían "candidatos muy buenos" para suceder a Dominique Strauss-Kahn al frente del Fondo Monetario Internacional (FMI), afirmó hoy en Madrid el que fuera subsecretario mexicano de Hacienda Alejandro Werner.
"Estos candidatos son muy buenos y tienen todas las capacidades", declaró Werner a los periodistas, tras asistir en la sede madrileña de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) a la presentación de un informe sobre las perspectivas económicas de Latinoamérica.
El escándalo del director gerente del Fondo, el francés Dominique Strauss-Kahn, detenido el pasado fin de semana en Nueva York y acusado de siete delitos de abuso sexual e intento de violación, ha desatado las quinielas sobre su posible sucesor.
En esas quinielas han entrado, entre otros, tanto Zedillo, que fue presidente de México entre 1994 y 2000, como Carstens, que ejerció de subdirector gerente del FMI de 2003 a 2006, según han publicado medios internacionales como el "Wall Street Journal".
Para Werner, subsecretario de Hacienda de 2006 a 2010, Zedillo y Carstens "tienen todas las credenciales para hacer un excelente trabajo", ya que se trata de "dos personas que están altamente calificadas".
Ambos -remarcó- "tienen la capacidad técnica y, además, tienen la capacidad administrativa de haber tenido la responsabilidad de tener a cargo de ellos ministerios importantes en la ejecución de política económica" en México.
Sobre la eventual sucesión de Strauss-Kahn, Werner criticó el pacto tácito forjado al final de la II Guerra Mundial (1939-1945), en virtud del cual el máximo puesto del FMI va a parar a un europeo y la presidencia del Banco Mundial (BM) a Estados Unidos.
"La posición de México -subrayó- siempre ha sido que estos puestos no deben responder a cuotas regionales y deben de responder a los méritos de los candidatos."
"En ese sentido -prosiguió-, hay candidatos con méritos en todas las geografías. Estas instituciones (multilaterales) también deben de reflejar los cambios que ha habido en la economía mundial, donde el peso relativo de las economías emergentes cada vez es mayor".
"Es un cambio que se tiene que dar", insistió el antiguo "número dos" mexicano de Hacienda.
"Ya ha habido -recordó- movimientos y acuerdos importantes al nivel del G-20 (grupo de países ricos y emergentes) para que los cargos, tanto del FMI como del Banco Mundial, se otorguen en base a la capacidad de los individuos, no por cuotas regionales".
Respecto al escándalo, Werner señaló que "es un aspecto personal ajeno al Fondo", y que "es más importante la estabilidad de la institución, que la institución se sobreponga a estos problemas y que siga actuando como un eje importante en el proceso de reconstitución de los equilibrios macroeconómicos a nivel global".
No obstante, puntualizó, "sí es un test muy importante para la institución, y la fortaleza institucional que tiene el Fondo va a ser crucial para superarlo".
Además, el antiguo subsecretario no cree que el escándalo afecte a América Latina, ya que "hoy es una región que no tiene problemas macroeconómicos importantes y, en ese sentido, los movimientos en el liderazgo del FMI no deberían por qué afectar a la región".
Por su parte, el ex ministro español de Economía Carlos Solchaga, quien también participó en el acto de la SEGIB, dijo a Efe que la crisis del FMI "desde un punto de vista eurocéntrico es un poco inquietante", y puede echar por tierra "ese acuerdo nunca escrito" por el que Europa y EEUU se reparten la dirección del FMI y el BM.
"En estos momentos, con la pujanza de los países emergentes y su propia y bien legítima consideración de que ellos necesitan tener una representación más significativa dentro del FMI o, en general, en todas las instituciones multilaterales, puede abrirse el melón", apuntó Solchaga, titular de Economía de 1985 a 1993.
El ex presidente mexicano Ernesto Zedillo y el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, serían "candidatos muy buenos" para suceder a Dominique Strauss-Kahn al frente del Fondo Monetario Internacional (FMI), afirmó hoy en Madrid el que fuera subsecretario mexicano de Hacienda Alejandro Werner.
"Estos candidatos son muy buenos y tienen todas las capacidades", declaró Werner a los periodistas, tras asistir en la sede madrileña de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) a la presentación de un informe sobre las perspectivas económicas de Latinoamérica.
El escándalo del director gerente del Fondo, el francés Dominique Strauss-Kahn, detenido el pasado fin de semana en Nueva York y acusado de siete delitos de abuso sexual e intento de violación, ha desatado las quinielas sobre su posible sucesor.
En esas quinielas han entrado, entre otros, tanto Zedillo, que fue presidente de México entre 1994 y 2000, como Carstens, que ejerció de subdirector gerente del FMI de 2003 a 2006, según han publicado medios internacionales como el "Wall Street Journal".
Para Werner, subsecretario de Hacienda de 2006 a 2010, Zedillo y Carstens "tienen todas las credenciales para hacer un excelente trabajo", ya que se trata de "dos personas que están altamente calificadas".
Ambos -remarcó- "tienen la capacidad técnica y, además, tienen la capacidad administrativa de haber tenido la responsabilidad de tener a cargo de ellos ministerios importantes en la ejecución de política económica" en México.
Sobre la eventual sucesión de Strauss-Kahn, Werner criticó el pacto tácito forjado al final de la II Guerra Mundial (1939-1945), en virtud del cual el máximo puesto del FMI va a parar a un europeo y la presidencia del Banco Mundial (BM) a Estados Unidos.
"La posición de México -subrayó- siempre ha sido que estos puestos no deben responder a cuotas regionales y deben de responder a los méritos de los candidatos."
"En ese sentido -prosiguió-, hay candidatos con méritos en todas las geografías. Estas instituciones (multilaterales) también deben de reflejar los cambios que ha habido en la economía mundial, donde el peso relativo de las economías emergentes cada vez es mayor".
"Es un cambio que se tiene que dar", insistió el antiguo "número dos" mexicano de Hacienda.
"Ya ha habido -recordó- movimientos y acuerdos importantes al nivel del G-20 (grupo de países ricos y emergentes) para que los cargos, tanto del FMI como del Banco Mundial, se otorguen en base a la capacidad de los individuos, no por cuotas regionales".
Respecto al escándalo, Werner señaló que "es un aspecto personal ajeno al Fondo", y que "es más importante la estabilidad de la institución, que la institución se sobreponga a estos problemas y que siga actuando como un eje importante en el proceso de reconstitución de los equilibrios macroeconómicos a nivel global".
No obstante, puntualizó, "sí es un test muy importante para la institución, y la fortaleza institucional que tiene el Fondo va a ser crucial para superarlo".
Además, el antiguo subsecretario no cree que el escándalo afecte a América Latina, ya que "hoy es una región que no tiene problemas macroeconómicos importantes y, en ese sentido, los movimientos en el liderazgo del FMI no deberían por qué afectar a la región".
Por su parte, el ex ministro español de Economía Carlos Solchaga, quien también participó en el acto de la SEGIB, dijo a Efe que la crisis del FMI "desde un punto de vista eurocéntrico es un poco inquietante", y puede echar por tierra "ese acuerdo nunca escrito" por el que Europa y EEUU se reparten la dirección del FMI y el BM.
"En estos momentos, con la pujanza de los países emergentes y su propia y bien legítima consideración de que ellos necesitan tener una representación más significativa dentro del FMI o, en general, en todas las instituciones multilaterales, puede abrirse el melón", apuntó Solchaga, titular de Economía de 1985 a 1993.
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