Agencias Madrid
Cabizbajo y visiblemente desilusionado, el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó ayer que no adelantará las elecciones, previstas para marzo de 2012, pese a la derrota histórica del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en las elecciones locales y regionales, vistas como un plebiscito de su gestión ante la peor crisis económica en España desde la restauración de la democracia, hace 35 años.
Con la totalidad de los votos escrutados, la derrota de los socialistas ha sido peor incluso de lo que vaticinaban las encuestas. No gobernará ninguna capital de provincia española y ha perdido la joya de la corona, Barcelona, donde han gobernado ininterrumpidamente 32 años. También han perdido otro feudo histórico, Sevilla, la cuarta ciudad del país, que pasa a ser gobernada por el Partido Popular (PP), al igual que en la capital, Madrid, y la tercera ciudad del país, Valencia.
Los conservadores han arrasado, además, en la comunidad autónoma más poblada y tradicionalmente de izquierdas, Andalucía, donde los conservadores gobernarán en las ocho capitales de provincia.
Pero quizá donde la derrota haya sido más dolorosa para el partido en el poder ha sido Castilla-La Mancha, donde siempre ha gobernado el PSOE desde que existen elecciones democráticas. A partir de ahora estará gobernada por el PP.
“Castigo por la crisis”. Zapatero dijo que el desastroso resultado de ayer para el PSOE tiene “una clarísima relación con los efectos de la crisis económica” que azota al país desde hace tres años y afirmó que “el castigo en las urnas lo asumimos y los entendemos”.
Sin embargo, Zapatero rechazó el adelanto electoral porque “en el momento actual es necesario culminar las reformas que están en el Parlamento”.
Asimismo, Zapatero anunció que se mantendrán las primarias para elegir candidato para las elecciones generales del año que viene. El todavía líder socialista anunció en abril que no optaría a un tercer mandato.
“Zapatero dimisión”. Desde el balcón de la sede del PP en Madrid, la presidente de esa comunidad, Esperanza Aguirre, que logró mayoría absoluta, pidió a Zapatero que adelante los comicios.
A su lado, en el balcón de la sede “popular” de la capital española, el líder del PP, Mariano Rajoy, habló ya como si fuera presidente y anunció que gobernará para todos, les hayan votado o no, mientras miles de simpatizantes de su partido coreaban a gritos “Zapatero, dimisión”.
Para el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, que logró también mayoría absoluta, “con Rajoy, el PP ha conquistado el futuro”.
Cabizbajo y visiblemente desilusionado, el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó ayer que no adelantará las elecciones, previstas para marzo de 2012, pese a la derrota histórica del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en las elecciones locales y regionales, vistas como un plebiscito de su gestión ante la peor crisis económica en España desde la restauración de la democracia, hace 35 años.
Con la totalidad de los votos escrutados, la derrota de los socialistas ha sido peor incluso de lo que vaticinaban las encuestas. No gobernará ninguna capital de provincia española y ha perdido la joya de la corona, Barcelona, donde han gobernado ininterrumpidamente 32 años. También han perdido otro feudo histórico, Sevilla, la cuarta ciudad del país, que pasa a ser gobernada por el Partido Popular (PP), al igual que en la capital, Madrid, y la tercera ciudad del país, Valencia.
Los conservadores han arrasado, además, en la comunidad autónoma más poblada y tradicionalmente de izquierdas, Andalucía, donde los conservadores gobernarán en las ocho capitales de provincia.
Pero quizá donde la derrota haya sido más dolorosa para el partido en el poder ha sido Castilla-La Mancha, donde siempre ha gobernado el PSOE desde que existen elecciones democráticas. A partir de ahora estará gobernada por el PP.
“Castigo por la crisis”. Zapatero dijo que el desastroso resultado de ayer para el PSOE tiene “una clarísima relación con los efectos de la crisis económica” que azota al país desde hace tres años y afirmó que “el castigo en las urnas lo asumimos y los entendemos”.
Sin embargo, Zapatero rechazó el adelanto electoral porque “en el momento actual es necesario culminar las reformas que están en el Parlamento”.
Asimismo, Zapatero anunció que se mantendrán las primarias para elegir candidato para las elecciones generales del año que viene. El todavía líder socialista anunció en abril que no optaría a un tercer mandato.
“Zapatero dimisión”. Desde el balcón de la sede del PP en Madrid, la presidente de esa comunidad, Esperanza Aguirre, que logró mayoría absoluta, pidió a Zapatero que adelante los comicios.
A su lado, en el balcón de la sede “popular” de la capital española, el líder del PP, Mariano Rajoy, habló ya como si fuera presidente y anunció que gobernará para todos, les hayan votado o no, mientras miles de simpatizantes de su partido coreaban a gritos “Zapatero, dimisión”.
Para el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, que logró también mayoría absoluta, “con Rajoy, el PP ha conquistado el futuro”.
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