¿U2, Calderón?

Francisco Rodríguez / Índice Político

Sí, también el ocupante de Los Pinos usa a las celebridades para “vender” su fallida guerra en contra del narcotráfico. Como si esta cruenta matazón entre compatriotas fuese cualquier brand o marca.

Imposible escapar a la tentación. Porque en estos días, es casi imposible navegar por Internet, abrir un periódico o revista, o ver la televisión sin encontrarse a una celebridad vendiendo algo, ya sea sombrillas, refrescos, automóviles, teléfonos, medicamentos, cosméticos, joyas, prendas de vestir o, ahora, la guerra de Calderón.

Igual que Nicole Kidman luce refulgente en los anuncios del perfume Chanel Nº 5; cual Eva Longoria, la estrella de Desperate Housewives, que vende el colorante para el cabello de L’Oréal París, y como Jamie Lee Curtis se muestra degustando cucharadas del yogurt Activia de Danone… Bono, el solista del grupo de pop U2, se convirtió en el anunciante de un genocidio para el cual la justicia no tiene culpables, aunque políticamente sí haya un responsable: Felipe Calderón.

¿Tu quoque, Calderón? ¿You too le apuestas a la mercadotecnia facilona para nuevamente intentar que la sociedad “te compre” esta guerra que no conduce a la victoria?

¿Quién asesora al michoacano, si es que todavía escucha a alguien?

¿Se inspira acaso en la serie de HBO Mad Men, el juego de palabras con el que se titulan las peripecias etílico-mercadológico-sexuales de personajes de hace seis décadas en la neoyorquina Madison Avenue cuya carrera y empresa resulta afectada por su propia locura?

Y peor aún: ¿a cambio de qué o por qué fue que Bono aceptó ser para Calderón el Joe Namath que en los jipiosos 70’s del siglo anterior se metía en unas pantimedias Hanes?

Shame on you, Bono! ¡Qué vergüenza!

Y yo que te creía, verdaderamente, un activista social.

Comprometido, en serio, con las causas de las sociedades a quienes vendes tus pistas a través de iTunes o Amazon.

Y resulta que no. Que como a la mayoría, te seduce el poder. El poder político, sí, pero también económico ¿o no?

Porque eso de “activista social” lo dice la Wikipedia de quien, en realidad, se llama Paul David Hewson:

“Desde 1999 se ha involucrado cada vez más en campañas a favor de la condonación de la deuda externa del tercer mundo. En mayo de 2002, guió al Secretario de la Tesorería de los Estados Unidos Paul O’Neill en un tour a través de cuatro países africanos. Ese mismo año, Bono fundó, junto a Bobby Shriver y otros activistas del movimiento Jubilee 2000 “Drop the Debt”, la organización DATA cuyo objetivo es alertar sobre las deudas impagables que mantiene el continente, la transmisión descontrolada del SIDA y las injustas reglas de comercio que dañan a sus ciudadanos empobrecidos.

“Bono ha apoyado o colaborado con organizaciones como Amnistía Internacional, Free Burma, The Chernobyl Children’s Project, The One Campaign y Greenpeace, así como la fundación RED, también hecha para la ayuda contra el SIDA en África, dicha fundación está asociada con marcas de prestigio muy importantes como DELL, Microsoft, Apple, Gap y Nike. También se comprometió con los conciertos masivos de Live Aid de 1985 y el Live 8 de 2005 organizados por Bob Geldof en demanda al grupo de países del G-8 de mayor ayuda a la población africana.”

Hasta ahí, parte de la “obra social” del cantante.

Pero también la Wiki habla sobre las contradicciones del ídolo

“El documental de la televisión francesa “Paraísos Fiscales, La Gran Evasión” realizado por Frédéric Brunnquell para TF2 en el año 2008 mostraría las supuestas contradicciones en las que incurriría su banda al canalizar sus ingresos a través de paraísos fiscales.”

“Bono, no obstante, ha desestimado estas acusaciones en una entrevista concedida al diario The Irish Times, señalando el pago de millones en materia de impuestos que la banda realiza por sus actividades alrededor del mundo.”

Shame on you, Bono! ¡Qué pena! ¡Te sedujo el poder!

Índice Flamígero: En el último de los tres conciertos que ofreció en el Estadio Azteca y en el que, según él mismo dijo, “se rompieron todos los récords de asistencia”, el solista de U2 ‘rebautizó’ a sus colegas del grupo de pop con los sobrenombres de “El Galán” (Clayton), el “Macho Man” (Mullen) y el “Genio” y “Ñoño” (The Edge), dejándose para él el apodo de “El Milusos”. Ya entendemos el porqué.

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