Truena el Contralor del IFE

Francisco Garfias

Gregorio Guerrero Pozas tronó en contra de los consejeros electorales. Fastidiado de las acusaciones que éstos le hacen, en el sentido que “filtra información” o que “está con los medios” que desprestigian al Instituto, el Contralor del IFE reviró con virulencia:

“(Los consejeros) quieren un contralor a modo, no solo que les observe sus errores administrativos, sino que aparte salga y los defienda. Yo fui electo por el Poder Legislativo para revisar y sancionar los excesos administrativos del IFE, no para cuidar su imagen”, nos dijo.

La bronca no es nueva. Viene de los tiempos en que los consejeros — no todos– querían ganar lo mismo que los ministros de la Corte (alrededor de 330 mil pesos mensuales.)

Guerrero Pozas manifestó su desacuerdo. El escándalo fue mayúsculo. Eran tiempos de crisis. Los consejeros más ambiciosos pusieron cara de fuchi, pero no tuvieron otro remedio que cancelar sus pretensiones.

Las diferencias se agudizaron con el famoso “cochinito del IFE”. Son 360 millones de pesos no ejercidos que pusieron en un Fondo de Modernización Inmobiliaria.

Otra vez el estorboso Contralor se opuso públicamente. El proyecto volvió a caerse.

El consejero Héctor Figueroa es el que más le tira. Es al único que Guerrero Pozas mencionó por su nombre:

“Si con la misma vehemencia con la que ataca al Contralor revisara el tema administrativo y se propusiera corregirlo; el IFE ya tendría un buen sistema administrativo.

“Si con la misma obsesión revisara el trabajo del Secretario Ejecutivo (Edmundo Jacobo), y de su recomendado en la Dirección Ejecutiva de Administración (Román Torres Huato), se resolverían muchos de los problemas administrativos que tiene la institución”, concluyó.

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Malova andaba, el martes, con cara de preocupado. “Se me soltaron los demonios”, soltó el gobernador de Sinaloa. El motivo de la inquietud es el recrudecimiento de la violencia en la entidad.

Dice que durante enero, febrero y marzo, bajó un 30 por ciento el número de muertos vinculados al crimen organizado, en relación el último año de su predecesor, José Reyes Baeza.

Este porcentaje bajó al 15 por ciento en abril, cuando se registraron más de 200 ejecuciones. Le preguntamos las causas de tanta ejecución. “Las broncas entre los carteles están a la orden del día. Ya ves que Sinaloa es exportador de capos”, respondió.

Nos topamos con el gobernador en un hotel de la Ciudad de México. Acababa de salir de un encuentro en la Secretaría de Gobernación, al que asistieron representantes de las fuerzas armadas.

En ese encuentro, el gobernador solicitó un relajamiento de los controles de confianza, para poder reclutar elementos para los policías locales. Tiene problemas con los requisitos exigidos. “Unos pesan 5 kilos de más, otros no dan la estatura”, dijo. Menos mal que no pidió que se relajaran los controles de integridad de los elementos.

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Obdulio Ávila, presidente del PAN-DF, “destapó” a siete potenciales aspirantes de su partido para la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. En charla con este reportero, mencionó los nombres de los posibles:

Mariana Gómez del Campo, asambleísta; Gabriela Cuevas, diputada federal; Demetrio Sodi, delegado en Miguel Hidalgo; Carlos Orvañanos, en Cuajimalpa; y José Luis Luege; director de Conagua.

Los dos restantes caminan en una pista diferente. Son presidenciales. Se trata de Javier Lozano, secretario del Trabajo; y Alonso Lujambio, de Educación. Si quedan fuera de “la grande”, tienen posibilidad de jugarla por el DF, dijo el jefe del PAN capitalino.

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En la trinchera del PRD, una mujer encabeza las preferencias electorales para la jefatura de gobierno del DF. Hablamos de Alejandra Barrales.

Si nos atenemos a los resultados de la encuesta levantada por Buendía Laredo, el 25 por ciento de los perredistas se identifican con la asambleísta; 26 por ciento con Martí Batres; 16 por ciento con Carlos Navarrete, y 7 por ciento con Mario Delgado. Los demás no aparecen.

A eso hay que agregar que Carlos Navarrete está vetado por Andrés Manuel López Obrador; y Martí Batres por Marcelo Ebrard.

Buscamos a Barrales para preguntarle sobre su posible registro como aspirante a la sucesión de Marcelo. “Trabajo convencida de que hay condiciones para competir”, admitió. Como que huele a destape ¿No?

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