¿Toma o Tratados de Juárez?
Rechazo a pactar con FCH
Incumplimiento sistemático
Julio Hernández López / Astillero
Con Ciudad Juárez como inmejorable punto de referencia histórico, la movilización ciudadana contra la violencia, que convocó y encabeza el poeta Javier Sicilia, se topa con el debate sustancial de pactar con el gobierno federal un plan gradual de mejorías por verificar o sostener formas de lucha, sin tempranas negociaciones, que permitan aspirar a cambios más profundos. En el antiguo Paso del Norte, el empuje revolucionario doblegó la tibieza combativa del líder moral, Francisco I. Madero, cuando el núcleo bravo de ese movimiento forzó la decisión de pelear hasta la toma de la plaza emblemática. Pocos días después, sin embargo, la continuidad ascendente de ese movimiento fue rota por los tratados que permitieron la continuidad del porfirismo sin don Porfirio mediante la aparente concesión de la victoria a las fuerzas revolucionarias y el apuntalamiento del mismo régimen falsamente derribado.
A cien años de distancia, un asesinato de jóvenes en Cuernavaca generó un movimiento nacional, con ecos y réplicas internacionales, que busca poner freno a la violencia proveniente tanto de cárteles del narcotráfico como de la acción sin control de fuerzas policiacas y militares que hacen confundir sus métodos con los de la propia delincuencia irónicamente definida como "organizada".
Los pasos posteriores a la exitosa movilización del domingo 8 de mayo (el mismo día, pero de 1911, en que Francisco Villa, Pascual Orozco, José de la Luz Blanco y José Garibaldi decidieron iniciar la Toma de Juárez que Madero no deseaba ni autorizaba) han llevado a una peculiar disyuntiva en el núcleo directivo: nadie objeta la pertinencia de ir en caravana a la norteña ciudad mártir y firmar pactos por la paz, pero un buen número de representantes de organizaciones civiles han expresado su rechazo a que esas intenciones de diálogo incluyan al gobierno calderonista o pretendan la fijación de "compromisos" oficiales.
La experiencia de los juarenses es altamente negativa en esos andares: los "diálogos" con la administración federal solamente han servido para fines propagandísticos, las ofertas felipistas han sido radicalmente incumplidas y la violencia se ha incrementado luego de las visitas blindadas del presunto salvador. Así que no quieren más escenografías a modo para el calderonismo sino pactos con la sociedad civil y los familiares de víctimas de la violencia desatada, más con ánimos de organización y lucha populares que de entendimientos cupulares.
Aún cuando no se ha tomado la decisión final sobre el tema, e incluso el núcleo convocante de estas movilizaciones con buen tino ha decidido ampliarse para escuchar otras voces y planteamientos, la primera reacción central a las objeciones fronterizas ha provocado desconcierto, pues, como si el centro de la discusión fuera netamente geográfico, se ha mencionado que la firma del pacto con el gobierno federal, el diálogo y los compromisos, podrían darse de cualquier manera, pero en Cuernavaca.
El presunto pactista, Felipe Calderón Hinojosa (FCHurchill, por sus iniciales combinadas con sus aspiraciones de alzarse con Victorias), prepara por su parte una visita más de oropel a esa urbe fronteriza, donde este viernes inaugurará obras, encabezará la celebración descafeinada de la Toma de Juárez y tal vez se decida a quedarse a dormir para presenciar al otro día un desfile militar. Versiones publicadas ayer en diarios locales señalaban también la posibilidad de que Calderón se reúna con la mesa de seguridad de Todos somos Juárez, Rescatemos la Ciudad, el programa tan fallido y abandonado que sólo tuvo repuntes presupuestales y operativos en las vísperas de las elecciones de gobernador y presidentes municipales que, sin embargo, tuvieron al PRI como gran triunfador.
El incumplimiento sistemático de lo prometido en el programa Todos somos Juárez está a la vista. La última ocasión en que Calderón atendió ese proceso fue el 12 de octubre del año pasado cuando, según nota de Ciro Pérez Silva publicada en La Jornada, "Nuevamente, la sociedad civil de Ciudad Juárez reprochó al presidente Felipe Calderón el incumplimiento de su palabra y el escaso avance en algunos de los programas sustantivos implementados para la reconstrucción de este municipio. El mandatario respondió que en el rescate de Ciudad Juárez nos va el prestigio a los tres niveles de gobierno".
¿La toma o los tratados de Ciudad Juárez? ¿Pacto con la sociedad civil y los familiares de las víctimas para impulsar formas de organización y lucha, sin negociaciones sabidamente destinadas al incumplimiento, o acuerdos con quien dice tener de su lado la razón, la ley y la fuerza para seguir con su "guerra"?
Astillas: Enrique Peña Nieto reivindica su derecho a participar en la campaña electoral del priista que aspira a relevarlo, pero dice que no lo ejercerá (Gracias, Señor Licenciado: pancarta multiusos para esta oportunidad y las que vendrán). En cambio, extenderá sus poderes electorales mágicos en otros estados, a los que visitará en plan de activista, deseoso de que triunfen los tres colores que hoy tienen su cuartel de campaña en Toluca... Marcelo Ebrard, por su parte, decreta que a las seis de la tarde su carroza gobernante se convierte en calabaza electorera, así que checando reloj él podrá hacer de sus ánimos proselitistas lo que se la antoje. Ah, lo de las seis de la tarde será en semana inglesa, y el fin de semana sí será enteramente libre. ¿Y los problemas de tiempo completo del DF.? Pues, que se ajusten al horario burocrático... De antología las declaraciones de ataque foxístico agudo del licenciado Calderón sobre cambio climático, al que comparó en su etapa de más calentamiento con los minutos finales del partido futbolero entre Morelia y Cruz Azul. Además, dijo, profundamente científico, respecto a la Tierra: "No, si se calienta de más va a haber más cambio climático y más problemas"... ¡Hasta mañana, con los jóvenes españoles acampando en protesta en la Puerta del Sol de Madrid y reinstalándose luego de desalojo policial, en exigencia de democracia real y cambios estructurales!
Rechazo a pactar con FCH
Incumplimiento sistemático
Julio Hernández López / Astillero
Con Ciudad Juárez como inmejorable punto de referencia histórico, la movilización ciudadana contra la violencia, que convocó y encabeza el poeta Javier Sicilia, se topa con el debate sustancial de pactar con el gobierno federal un plan gradual de mejorías por verificar o sostener formas de lucha, sin tempranas negociaciones, que permitan aspirar a cambios más profundos. En el antiguo Paso del Norte, el empuje revolucionario doblegó la tibieza combativa del líder moral, Francisco I. Madero, cuando el núcleo bravo de ese movimiento forzó la decisión de pelear hasta la toma de la plaza emblemática. Pocos días después, sin embargo, la continuidad ascendente de ese movimiento fue rota por los tratados que permitieron la continuidad del porfirismo sin don Porfirio mediante la aparente concesión de la victoria a las fuerzas revolucionarias y el apuntalamiento del mismo régimen falsamente derribado.
A cien años de distancia, un asesinato de jóvenes en Cuernavaca generó un movimiento nacional, con ecos y réplicas internacionales, que busca poner freno a la violencia proveniente tanto de cárteles del narcotráfico como de la acción sin control de fuerzas policiacas y militares que hacen confundir sus métodos con los de la propia delincuencia irónicamente definida como "organizada".
Los pasos posteriores a la exitosa movilización del domingo 8 de mayo (el mismo día, pero de 1911, en que Francisco Villa, Pascual Orozco, José de la Luz Blanco y José Garibaldi decidieron iniciar la Toma de Juárez que Madero no deseaba ni autorizaba) han llevado a una peculiar disyuntiva en el núcleo directivo: nadie objeta la pertinencia de ir en caravana a la norteña ciudad mártir y firmar pactos por la paz, pero un buen número de representantes de organizaciones civiles han expresado su rechazo a que esas intenciones de diálogo incluyan al gobierno calderonista o pretendan la fijación de "compromisos" oficiales.
La experiencia de los juarenses es altamente negativa en esos andares: los "diálogos" con la administración federal solamente han servido para fines propagandísticos, las ofertas felipistas han sido radicalmente incumplidas y la violencia se ha incrementado luego de las visitas blindadas del presunto salvador. Así que no quieren más escenografías a modo para el calderonismo sino pactos con la sociedad civil y los familiares de víctimas de la violencia desatada, más con ánimos de organización y lucha populares que de entendimientos cupulares.
Aún cuando no se ha tomado la decisión final sobre el tema, e incluso el núcleo convocante de estas movilizaciones con buen tino ha decidido ampliarse para escuchar otras voces y planteamientos, la primera reacción central a las objeciones fronterizas ha provocado desconcierto, pues, como si el centro de la discusión fuera netamente geográfico, se ha mencionado que la firma del pacto con el gobierno federal, el diálogo y los compromisos, podrían darse de cualquier manera, pero en Cuernavaca.
El presunto pactista, Felipe Calderón Hinojosa (FCHurchill, por sus iniciales combinadas con sus aspiraciones de alzarse con Victorias), prepara por su parte una visita más de oropel a esa urbe fronteriza, donde este viernes inaugurará obras, encabezará la celebración descafeinada de la Toma de Juárez y tal vez se decida a quedarse a dormir para presenciar al otro día un desfile militar. Versiones publicadas ayer en diarios locales señalaban también la posibilidad de que Calderón se reúna con la mesa de seguridad de Todos somos Juárez, Rescatemos la Ciudad, el programa tan fallido y abandonado que sólo tuvo repuntes presupuestales y operativos en las vísperas de las elecciones de gobernador y presidentes municipales que, sin embargo, tuvieron al PRI como gran triunfador.
El incumplimiento sistemático de lo prometido en el programa Todos somos Juárez está a la vista. La última ocasión en que Calderón atendió ese proceso fue el 12 de octubre del año pasado cuando, según nota de Ciro Pérez Silva publicada en La Jornada, "Nuevamente, la sociedad civil de Ciudad Juárez reprochó al presidente Felipe Calderón el incumplimiento de su palabra y el escaso avance en algunos de los programas sustantivos implementados para la reconstrucción de este municipio. El mandatario respondió que en el rescate de Ciudad Juárez nos va el prestigio a los tres niveles de gobierno".
¿La toma o los tratados de Ciudad Juárez? ¿Pacto con la sociedad civil y los familiares de las víctimas para impulsar formas de organización y lucha, sin negociaciones sabidamente destinadas al incumplimiento, o acuerdos con quien dice tener de su lado la razón, la ley y la fuerza para seguir con su "guerra"?
Astillas: Enrique Peña Nieto reivindica su derecho a participar en la campaña electoral del priista que aspira a relevarlo, pero dice que no lo ejercerá (Gracias, Señor Licenciado: pancarta multiusos para esta oportunidad y las que vendrán). En cambio, extenderá sus poderes electorales mágicos en otros estados, a los que visitará en plan de activista, deseoso de que triunfen los tres colores que hoy tienen su cuartel de campaña en Toluca... Marcelo Ebrard, por su parte, decreta que a las seis de la tarde su carroza gobernante se convierte en calabaza electorera, así que checando reloj él podrá hacer de sus ánimos proselitistas lo que se la antoje. Ah, lo de las seis de la tarde será en semana inglesa, y el fin de semana sí será enteramente libre. ¿Y los problemas de tiempo completo del DF.? Pues, que se ajusten al horario burocrático... De antología las declaraciones de ataque foxístico agudo del licenciado Calderón sobre cambio climático, al que comparó en su etapa de más calentamiento con los minutos finales del partido futbolero entre Morelia y Cruz Azul. Además, dijo, profundamente científico, respecto a la Tierra: "No, si se calienta de más va a haber más cambio climático y más problemas"... ¡Hasta mañana, con los jóvenes españoles acampando en protesta en la Puerta del Sol de Madrid y reinstalándose luego de desalojo policial, en exigencia de democracia real y cambios estructurales!
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