Luego de pugnas poco disimuladas derivadas de sus respectivas ambiciones presidenciales, esta tarde se reunieron el gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto y Manlio Fabio Beltrones, coordinador de los senadores priistas, en un restaurante de Polanco.
De acuerdo con el líder nacional del PRI, Humberto Moreira, no se trató de una “operación cicatriz”, sino de una reunión de “fortalecimiento y amistad”.
El encuentro, donde también estuvo presente Emilio Gamboa, líder de la CNOP, tuvo lugar después de una serie de versiones en torno a un diferendo entre Peña Nieto y Beltrones por el freno a la reforma política en San Lázaro, misma que fue aprobada en el Senado.
Moreira aceptó que durante la comida Peña y Beltrones discutieron sobre las reformas política y laboral, pero afirmó que no alcanzaron un acuerdo para aprobarlas en el Congreso de la Unión.
Coincidieron en la necesidad de escuchar a diversos sectores de la sociedad para enriquecer las reformas, pero indicó que por el momento no hay condiciones para ir a un periodo extraordinario en las Cámaras.
"Se habló de la reforma laboral, de la política y de la necesidad de escuchar a una serie de grupos interesados en expresar sus ideas", pero para empujar un periodo extra, dijo, "primero tiene que haber dictámenes".
El gobernador mexiquense y el senador no quisieron dar declaraciones, aunque Moreira trató de despejar los rumores sobre una ruptura entre los dos aspirantes priistas a la candidatura presidencial.
"No ha habido ninguna herida que cicatrizar. Fue una operación de fortalecimiento de la amistad. No hay ninguna ruptura. Ni malos entendidos ni asperezas", dijo insistente.
Moreira dijo a los periodistas que convocó la comida para plantear la posibilidad de llevar a las Cámaras los temas más importantes de la agenda nacional: el de la educación y la pobreza.
--Pero Peña Nieto no es legislador --reviró un reportero.
“¡Ah!, pero tiene que ver con estos temas y a mí me importa escuchar lo que tiene que decir el compañero que gobierna el estado más poblado del país", soltó Moreira.
De acuerdo con el líder nacional del PRI, Humberto Moreira, no se trató de una “operación cicatriz”, sino de una reunión de “fortalecimiento y amistad”.
El encuentro, donde también estuvo presente Emilio Gamboa, líder de la CNOP, tuvo lugar después de una serie de versiones en torno a un diferendo entre Peña Nieto y Beltrones por el freno a la reforma política en San Lázaro, misma que fue aprobada en el Senado.
Moreira aceptó que durante la comida Peña y Beltrones discutieron sobre las reformas política y laboral, pero afirmó que no alcanzaron un acuerdo para aprobarlas en el Congreso de la Unión.
Coincidieron en la necesidad de escuchar a diversos sectores de la sociedad para enriquecer las reformas, pero indicó que por el momento no hay condiciones para ir a un periodo extraordinario en las Cámaras.
"Se habló de la reforma laboral, de la política y de la necesidad de escuchar a una serie de grupos interesados en expresar sus ideas", pero para empujar un periodo extra, dijo, "primero tiene que haber dictámenes".
El gobernador mexiquense y el senador no quisieron dar declaraciones, aunque Moreira trató de despejar los rumores sobre una ruptura entre los dos aspirantes priistas a la candidatura presidencial.
"No ha habido ninguna herida que cicatrizar. Fue una operación de fortalecimiento de la amistad. No hay ninguna ruptura. Ni malos entendidos ni asperezas", dijo insistente.
Moreira dijo a los periodistas que convocó la comida para plantear la posibilidad de llevar a las Cámaras los temas más importantes de la agenda nacional: el de la educación y la pobreza.
--Pero Peña Nieto no es legislador --reviró un reportero.
“¡Ah!, pero tiene que ver con estos temas y a mí me importa escuchar lo que tiene que decir el compañero que gobierna el estado más poblado del país", soltó Moreira.
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