Senado y gobierno de EU chocan por "Rápido y Furioso"

J. Jesús Esquivel / Apro

El Congreso estadunidense acusó hoy al Departamento de Justicia de haber armado a los cárteles del narcotráfico de México luego de poner en marcha la operación Rápido y Furioso, bajo la que se autorizó que traficantes comprarán armamento, aun sabiendo que el arsenal podría estar destinado a los criminales mexicanos.

En una audiencia del Comité Judicial de la Cámara de Senadores, el legislador republicano por el estado de Iowa, Chuck Grassley, criticó duramente al procurador general de Justicia, Eric Holder, por el caso Rápido y Furioso, y por no cooperar con el Capitolio para investigar y castigar a los funcionarios responsables del trasiego de armas a México.

Lo mejor fue que el Buró de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) “tuvo cuidado en autorizar la compra múltiple de armas, lo peor fue que nuestro gobierno de forma consciente participó en una operación para armar a criminales y cárteles de las drogas”, soltó Grassley a Holder.

El procurador general del gobierno de Barack Obama se vio totalmente abrumado por las quejas, denuncias y acusaciones que le lanzó el senador republicano, sobre todo porque el legislador señaló que todo parecía que Holder estaba solapando al ATF, que fue la dependencia que orquestó y puso en práctica el Rápido y Furioso.

“Es particularmente perturbador que el Departamento de Justicia siga negando hasta esta fecha lo que ocurrió, cuando las evidencias que siguen creciendo respaldan las acusaciones”, le espetó Grassley a Holder.

“Documentos y testimonio de testigos demuestran que el ATF permitió la venta armas semiautomáticas a compradores múltiples, aun después de que se enteró de que las armas que previamente habían adquirido por éstos habían sido recuperadas en México”, acusó el senador.

En la sesión, el legislador por Iowa recordó a Holder que, en enero de este año, él le envió una carta quejándose de que se había permitido el tráfico de armas a México bajo Rápido y Furioso, y Grassley recordó que la respuesta que recibió fue una negativa al argumento.

“Lo peor de todo fue que el 15 de diciembre pasado, el agente de la Patrulla Fronteriza, Brian Terry, fue asesinado en un incidente en la frontera donde dos de esas armas que la ATF, con conocimiento de causa, permitió que se vendieran a criminales, fueron recuperadas en el lugar del homicidio”, le machacó el senador a Holder.

Tanto Grassley como otros legisladores federales están exigiendo que el caso de Rápido y Furioso sea sometido a una investigación bipartidista por parte del Congreso federal, y no que el caso esté en manos del inspector general del Departamento de Justicia.

Grassley le recordó a Holder que los 15 compradores múltiples de armas que participaron en Rápido y Furioso fueron encausados hasta después de que se diera el asesinato de Terry.

“Es muy serio el hecho de que esté en duda el comportamiento, tanto del ATF como del Departamento de Justicia, ya que esto pudiera haber derivado en la muerte de por lo menos un agente federal y un número desconocido de crímenes en Estados Unidos y en México. El Departamento no debería estar obstruyendo al Congreso o buscar intimidar a otros testigos potenciales en los procedimientos legislativos sobre Rápido y Furioso”, remató Grassley.

Abrumado por las denuncias, quejas y amenazas del senador republicano, el procurador simplemente indicó que nunca se debió permitir una operación que facilitara el tráfico de armas hacia México.

“La política del Departamento es que no se debió permitir que las armas viajaran de una manera incontrolada y que cruzaran la frontera”, se limitó a decir el procurador general de Justicia.

Aun cuando se mencionó que por medio de Rápido y Furioso el ATF permitió que unas 2 mil 500 armas compradas en la ciudad de Phoenix, Arizona, terminaran en manos de narcotraficantes mexicanos, el senador Grassley sostuvo ante Holder que fue hasta después del asesinato del agente Terry cuando el Buró aceptó que perdió el rastro de unas mil 318 armas adquiridas por los compradores múltiples.

“Senador, esta es la primera ocasión que me hablan de este número de armas”, sólo atinó a responder Holder.

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