RMX / Notimex
La banda irlandesa U2 alzó su bandera de la paz y rindió tributo a la tierra mexicana cuando Bono, su líder y vocalista, declamó un poema del llamado “rey poeta” Netzahualcóyotl.
Con la ayuda de una chica del público, que subió a pronunciar el poema para que el cantante lo repitiera en español, el cantante irlandés y su banda hicieron evidente la enorme conexión que tiene con la cultura mexicana.
El espectáculo fue fastuoso, de principio a fin, en el que llamó la atención una gigantesca “garra”, que a veces emulaba una nave espacial o una máquina del tiempo.
El público se entregó sin resistencia alguna al cuarteto de Irlanda, pues brincó, bailó y coreó las 20 canciones que conformaron el concierto que ofrecieron la noche de este miércoles 11 de mayo dentro de su 360° Tour.
Bono recordó a los 93 mil 400 asistentes en el Estadio Azteca, según la cifra oficial, la lucha por la paz que encabezó el ex presidente sudafricano Nelson Mandela, y los exhortó a mantener el esfuerzo contra el virus de inmunodeficiencia humana (VIH).
Los acordes de Cielito lindo fueron el preámbulo del concierto, mientras en la pantalla se proyectaba un reloj que quedó destruido cuando U2 apareció en el escenario.
Con Even better than the real thing, I will follow, Get on you boots, Magnificent, Misteriuos ways y Elevation, inició el gran espectáculo.
“Muchas gracias, es una banda muy chingona”, dijo en español Bono y en inglés agregó: “estamos en una máquina del tiempo, esta noche es 10 de mayo, es mi cumpleaños, pero era más importante el Día de la Madre, porque aquí está la mamá de mis hijos y hace tiempo que no veo a la mía, un saludo hasta Irlanda”.
Tras ello, The Edge, hizo que le cantarán Happy birthday y el vocalista respondió: “lo extraordinario de su país es su gente, su generosidad, vamos hacer que nuestra luz brille”.
Otros éxitos que también fueron celebrados fueron Until the end of the world, Still haven’t found, el clásico Beautiful day, Miss Sarajevo, Zoorop, City of blinding lights, Vertigo, I’ll go crazy if I don’t go crazy.
Luego, la pantalla gigante ubicada en la parte alta del escenario comenzó a desplegarse hacia abajo para formar una gran torre, con varias luces robóticas.
Antes de que se cimbrara el coloso de Santa Ursula con el clásico One, la banda conformada también por Adam Clayton y Larry Mullen Jr., entonó Sunday bloody sunday.
Bono expresó su apoyo a la Premio Nobel de la Paz AungSan Suu Kyi, líder opositora de Myanmar, “quien estuvo presa 20 años en su país por hablar con la verdad”, recordó el cantante.
El momento final de la velada fue anunciado con Where the street have no name, y U2 desapareció del escenario, pero regresaron ante la insistencia del público y con una gran sorpresa, pues Bono voló sobre el entarimado, sostenido de su micrófono que tenía forma de círculo.
Bold me trill me kiss me kill, With of without you y Moment of surrender, cerraron con broche oro la velada junto con las palabras del líder del grupo contra la violencia en el país.
La banda irlandesa U2 alzó su bandera de la paz y rindió tributo a la tierra mexicana cuando Bono, su líder y vocalista, declamó un poema del llamado “rey poeta” Netzahualcóyotl.
Con la ayuda de una chica del público, que subió a pronunciar el poema para que el cantante lo repitiera en español, el cantante irlandés y su banda hicieron evidente la enorme conexión que tiene con la cultura mexicana.
El espectáculo fue fastuoso, de principio a fin, en el que llamó la atención una gigantesca “garra”, que a veces emulaba una nave espacial o una máquina del tiempo.
El público se entregó sin resistencia alguna al cuarteto de Irlanda, pues brincó, bailó y coreó las 20 canciones que conformaron el concierto que ofrecieron la noche de este miércoles 11 de mayo dentro de su 360° Tour.
Bono recordó a los 93 mil 400 asistentes en el Estadio Azteca, según la cifra oficial, la lucha por la paz que encabezó el ex presidente sudafricano Nelson Mandela, y los exhortó a mantener el esfuerzo contra el virus de inmunodeficiencia humana (VIH).
Los acordes de Cielito lindo fueron el preámbulo del concierto, mientras en la pantalla se proyectaba un reloj que quedó destruido cuando U2 apareció en el escenario.
Con Even better than the real thing, I will follow, Get on you boots, Magnificent, Misteriuos ways y Elevation, inició el gran espectáculo.
“Muchas gracias, es una banda muy chingona”, dijo en español Bono y en inglés agregó: “estamos en una máquina del tiempo, esta noche es 10 de mayo, es mi cumpleaños, pero era más importante el Día de la Madre, porque aquí está la mamá de mis hijos y hace tiempo que no veo a la mía, un saludo hasta Irlanda”.
Tras ello, The Edge, hizo que le cantarán Happy birthday y el vocalista respondió: “lo extraordinario de su país es su gente, su generosidad, vamos hacer que nuestra luz brille”.
Otros éxitos que también fueron celebrados fueron Until the end of the world, Still haven’t found, el clásico Beautiful day, Miss Sarajevo, Zoorop, City of blinding lights, Vertigo, I’ll go crazy if I don’t go crazy.
Luego, la pantalla gigante ubicada en la parte alta del escenario comenzó a desplegarse hacia abajo para formar una gran torre, con varias luces robóticas.
Antes de que se cimbrara el coloso de Santa Ursula con el clásico One, la banda conformada también por Adam Clayton y Larry Mullen Jr., entonó Sunday bloody sunday.
Bono expresó su apoyo a la Premio Nobel de la Paz AungSan Suu Kyi, líder opositora de Myanmar, “quien estuvo presa 20 años en su país por hablar con la verdad”, recordó el cantante.
El momento final de la velada fue anunciado con Where the street have no name, y U2 desapareció del escenario, pero regresaron ante la insistencia del público y con una gran sorpresa, pues Bono voló sobre el entarimado, sostenido de su micrófono que tenía forma de círculo.
Bold me trill me kiss me kill, With of without you y Moment of surrender, cerraron con broche oro la velada junto con las palabras del líder del grupo contra la violencia en el país.
Comentarios