El ombudsman manifestó su preocupación por la falta de concreción de las recomendaciones emitidas
Más testimonios de catedráticos sobre agravios de la rectora
Difamó nuestro honor
Alejandro Cruz
La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) se comprometió ante académicos y estudiantes de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) que denunciaron ser víctimas de hostigamiento por la rectora Esther Orozco Orozco, a volver a dictar medidas precautorias para resguardar la integridad y seguridad de los quejosos.
Los afectados señalaron que durante una reunión con el presidente del organismo, Luis González Placencia, éste manifestó su preocupación por la falta de concreción de las medidas precautorias emitidas hace meses.
En la queja, los peticionarios afirman que han sido dañados en su honor, además refieren violaciones a sus derechos como a la no discriminación, al trabajo y a la libertad de expresión por la administración de Orozco Orozco.
En total fueron 11 los integrantes de la comunidad universitaria, de los planteles Del Valle, Centro Histórico y San Lorenzo Tezonco, quienes el pasado miércoles se reunieron con el ombudsman capitalino, con el propósito de conocer los avances de la CDHDF en torno a las quejas que interpusieron el pasado 11 de abril contra la rectora y funcionarios cercanos a ella.
A estas acusaciones contra la doctora se sumaron nuevos testimonios de los profesores Carlos Fazio, Rubén García Clark y Enrique González Ruiz, todos del posgrado en derechos humanos de la UACM, quienes entregaron documentos que prueban sus dichos.
En sus quejas, los académicos señalan que la rectora difamó y afectó su honor, al declarar en los medios de comunicación que no cumplen con los requisitos para dar clases en la universidad y tienen plazas de tiempo completo en otras universidades, además de la UACM, lo cual afecta su imagen y su integridad.
Los afectados señalaron que la rectora miente, pues en el caso de Carlos Fazio, dice que no puede dar clases de posgrado por ser pasante de la licenciatura de historia, cuando el Consejo Universitario autorizó que lo hiciera por su trayectoria como activista e investigador, reconocida en el ámbito internacional.
Respecto de la situación de los profesores González Ruiz y García Klark, afirmaron que sólo tienen plazas de tiempo completo en la UACM, y si bien dan algunas horas de clases en otras universidades, esto lo permite el estatuto de la universidad, el cual autoriza hasta ocho horas de clases en otras instituciones.
Raymundo Sandoval, profesor de la Academia de Promoción de la Salud de la UACM, quien ha coordinado el proceso en la CDHDF, dijo que las declaraciones de la rectora son una forma de golpear políticamente al posgrado de derechos humanos por el activismo que sus integrantes han mostrado en distintos temas, incluso en el conflicto en el que parte de la comunidad universitaria ha exigido la revocación de su mandato.
Ante esta situación, González Placencia instruyó al tercer visitador, Luis Jiménez Bueno, a reforzar y, en su caso, volver a dictar las medidas precautorias, así como iniciar un trabajo de conciliación entre las partes.
Más testimonios de catedráticos sobre agravios de la rectora
Difamó nuestro honor
Alejandro Cruz
La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) se comprometió ante académicos y estudiantes de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) que denunciaron ser víctimas de hostigamiento por la rectora Esther Orozco Orozco, a volver a dictar medidas precautorias para resguardar la integridad y seguridad de los quejosos.
Los afectados señalaron que durante una reunión con el presidente del organismo, Luis González Placencia, éste manifestó su preocupación por la falta de concreción de las medidas precautorias emitidas hace meses.
En la queja, los peticionarios afirman que han sido dañados en su honor, además refieren violaciones a sus derechos como a la no discriminación, al trabajo y a la libertad de expresión por la administración de Orozco Orozco.
En total fueron 11 los integrantes de la comunidad universitaria, de los planteles Del Valle, Centro Histórico y San Lorenzo Tezonco, quienes el pasado miércoles se reunieron con el ombudsman capitalino, con el propósito de conocer los avances de la CDHDF en torno a las quejas que interpusieron el pasado 11 de abril contra la rectora y funcionarios cercanos a ella.
A estas acusaciones contra la doctora se sumaron nuevos testimonios de los profesores Carlos Fazio, Rubén García Clark y Enrique González Ruiz, todos del posgrado en derechos humanos de la UACM, quienes entregaron documentos que prueban sus dichos.
En sus quejas, los académicos señalan que la rectora difamó y afectó su honor, al declarar en los medios de comunicación que no cumplen con los requisitos para dar clases en la universidad y tienen plazas de tiempo completo en otras universidades, además de la UACM, lo cual afecta su imagen y su integridad.
Los afectados señalaron que la rectora miente, pues en el caso de Carlos Fazio, dice que no puede dar clases de posgrado por ser pasante de la licenciatura de historia, cuando el Consejo Universitario autorizó que lo hiciera por su trayectoria como activista e investigador, reconocida en el ámbito internacional.
Respecto de la situación de los profesores González Ruiz y García Klark, afirmaron que sólo tienen plazas de tiempo completo en la UACM, y si bien dan algunas horas de clases en otras universidades, esto lo permite el estatuto de la universidad, el cual autoriza hasta ocho horas de clases en otras instituciones.
Raymundo Sandoval, profesor de la Academia de Promoción de la Salud de la UACM, quien ha coordinado el proceso en la CDHDF, dijo que las declaraciones de la rectora son una forma de golpear políticamente al posgrado de derechos humanos por el activismo que sus integrantes han mostrado en distintos temas, incluso en el conflicto en el que parte de la comunidad universitaria ha exigido la revocación de su mandato.
Ante esta situación, González Placencia instruyó al tercer visitador, Luis Jiménez Bueno, a reforzar y, en su caso, volver a dictar las medidas precautorias, así como iniciar un trabajo de conciliación entre las partes.
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