Arturo Rodríguez García
En las estadísticas del presidente Felipe Calderón, durante su administración el país ha remontado la pobreza extrema y el número de universitarios desempleados.
Esta mañana, en Los Pinos, Calderón aseguró que en la década de los 90, había 39 millones de mexicanos en pobreza extrema y ahora sólo hay 19 millones.
Calderón, quien basó sus declaraciones en indicadores del Censo Nacional de Población y Vivienda 2010, dijo que esos logros se obtuvieron, a pesar de las crisis, alimentaria y económica, de 2008 y 2009.
La declaración fue expresada durante la entrega de la presea “Lázaro Cárdenas” a estudiantes destacados del IPN, en el contexto del Día del Politécnico, en el salón Adolfo López Mateos de la residencia oficial.
Acompañado por la directora del IPN, Xoloxóchitl Bustamante, y por el secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio Irazábal, el mandatario convocó al país a “mantener viva la esperanza de construir tiempos mejores”.
Según Calderón, no sólo se está abatiendo la pobreza, sino que se está rompiendo el “círculo vicioso” de egresados universitarios sin empleo; y aseguró que las empresas globales cambiaron su percepción de México.
“(Las trasnacionales) hoy están viendo en México eso: no salarios bajos, porque para eso pueden ir a China, a India, a muchos lugares donde tienen salarios muy bajos, sin sindicatos, sin libertad, sin democracia de los trabajadores. Tampoco están viendo únicamente costos logísticos de materias primas. Están viendo calidad de los técnicos y de los ingenieros”, dijo.
En su discurso, Calderón subrayó que en su gobierno, el presupuesto del Instituto Politécnico Nacional (IPN), se ha incrementado 60% y se esforzó por encomiar a los egresados de dicha institución. No obstante, el presidente recomendó que “no dejen caer al IPN”.
Las expresiones triunfales de Calderón, fueron derrumbadas por la doctora Bustamente, quien aludió al papel histórico del IPN, desde su fundación en el cardenismo, y recordó las palabras del menor de edad, Fernando Lara Ruiz, accidentado en el carbonero Pozo 3 de Binsa, en Sabinas, Coahuila, donde murieron 14 trabajadores. El adolescente recomendó a los jóvenes estudiar para no trabajar en las minas.
“Formar los cuadros que requiere el desarrollo del país es algo en lo que están empeñadas las instituciones públicas de educación superior. Pero de poco vale la tarea, por lo menos de manera inmediata, si nuestros egresados no encuentran empleo adecuado para las competencias en que han sido preparados”, expresó la directora del IPN:
A los jóvenes profesionistas desempleados “terminamos por definirlos con calificativos despectivos y denigrantes, que deberíamos, por vergüenza, desterrar del lenguaje público. Lo cierto es que para la nación, el costo de formar egresados de alta calidad que terminan en el subempleo, la economía informal o, lo peor, en actividades delictivas, es altamente oneroso económica y socialmente”, espetó Bustamante.
En las estadísticas del presidente Felipe Calderón, durante su administración el país ha remontado la pobreza extrema y el número de universitarios desempleados.
Esta mañana, en Los Pinos, Calderón aseguró que en la década de los 90, había 39 millones de mexicanos en pobreza extrema y ahora sólo hay 19 millones.
Calderón, quien basó sus declaraciones en indicadores del Censo Nacional de Población y Vivienda 2010, dijo que esos logros se obtuvieron, a pesar de las crisis, alimentaria y económica, de 2008 y 2009.
La declaración fue expresada durante la entrega de la presea “Lázaro Cárdenas” a estudiantes destacados del IPN, en el contexto del Día del Politécnico, en el salón Adolfo López Mateos de la residencia oficial.
Acompañado por la directora del IPN, Xoloxóchitl Bustamante, y por el secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio Irazábal, el mandatario convocó al país a “mantener viva la esperanza de construir tiempos mejores”.
Según Calderón, no sólo se está abatiendo la pobreza, sino que se está rompiendo el “círculo vicioso” de egresados universitarios sin empleo; y aseguró que las empresas globales cambiaron su percepción de México.
“(Las trasnacionales) hoy están viendo en México eso: no salarios bajos, porque para eso pueden ir a China, a India, a muchos lugares donde tienen salarios muy bajos, sin sindicatos, sin libertad, sin democracia de los trabajadores. Tampoco están viendo únicamente costos logísticos de materias primas. Están viendo calidad de los técnicos y de los ingenieros”, dijo.
En su discurso, Calderón subrayó que en su gobierno, el presupuesto del Instituto Politécnico Nacional (IPN), se ha incrementado 60% y se esforzó por encomiar a los egresados de dicha institución. No obstante, el presidente recomendó que “no dejen caer al IPN”.
Las expresiones triunfales de Calderón, fueron derrumbadas por la doctora Bustamente, quien aludió al papel histórico del IPN, desde su fundación en el cardenismo, y recordó las palabras del menor de edad, Fernando Lara Ruiz, accidentado en el carbonero Pozo 3 de Binsa, en Sabinas, Coahuila, donde murieron 14 trabajadores. El adolescente recomendó a los jóvenes estudiar para no trabajar en las minas.
“Formar los cuadros que requiere el desarrollo del país es algo en lo que están empeñadas las instituciones públicas de educación superior. Pero de poco vale la tarea, por lo menos de manera inmediata, si nuestros egresados no encuentran empleo adecuado para las competencias en que han sido preparados”, expresó la directora del IPN:
A los jóvenes profesionistas desempleados “terminamos por definirlos con calificativos despectivos y denigrantes, que deberíamos, por vergüenza, desterrar del lenguaje público. Lo cierto es que para la nación, el costo de formar egresados de alta calidad que terminan en el subempleo, la economía informal o, lo peor, en actividades delictivas, es altamente oneroso económica y socialmente”, espetó Bustamante.
Comentarios