Martha Anaya / Crónica de Política
Este martes volverán a reunirse los líderes nacionales del PRI, PAN y PRD.
Jesús Zambrano, presidente del sol azteca, advirtió ayer que llevaría bajo el brazo el “carpetazo” final a una posible candidatura común.
Según sus propias palabras, el PRD no puede apoyar una candidatura común –la cual se planteó en el encuentro que sostuvo con sus contrapartes la semana pasada—“cuando el PRI ya postula a Fausto Vallejo y el PAN a Luisa María Calderón”.
Esta situación, indicó Zambrano, “es contradictoria” a lo establecido el miércoles pasado y el PRD no asumirá el papel de “comparsa” de esas candidaturas.
En aquella primera “reunión histórica por Michoacán”, a decir del jefe blanquiazul Gustavo Madero, se intentaba “posibilitar” una candidatura común, sujeta a exploración y valoración de los partidos”.
La andanada de opiniones de distintos grupos en contra de esta propuesta –lo menos que se calificó fue de “autoritaria” y “contraria a la democracia”–, cerró prácticamente esa posibilidad mucho antes de que los tres mosqueteros se sentaran de nuevo a la mesa.
Pero para que no quede duda ni se abran expectativas o “sospechosismos” sobre la reunión de hoy, Zambrano dejó claro que el PRD –partido que actualmente gobierna en Michoacán—no le entraría al juego.
Otro tema que estaba sobre la mesa era el establecer “una agenda común” para el desarrollo en Michoacán, independientemente de los resultados electorales.
Ante ese planteamiento, algunos han dicho que si los candidatos llevan la misma agenda, qué más da votar por uno u otro o el tercero. Otros piensan que es una forma de ayudar al estado por encima de las diferencias.
La verdad, no queda claro qué podría acarrear esta situación. Pero antes de llegar a esa posible agenda común, el priista Humberto Moreira se agandalló el protagonismo del encuentro tripartidista, anunciando que lo que iba discutir era la propuesta priista, avocada a los temas de pobreza, educación, seguridad y empleo.
Madero no ha dicho gran cosa sobre lo que planteará este día, pero quien ha salido a criticar el tinglado que se trató de armar en la primera “reunión histórica” ha sido la hermana del Presidente de la República y aspirante a la candidatura panista por la gubernatura, Luisa María Calderón.
Ella afirma que las encuestas la muestran por encima de sus posibles competidores y que una decisión “por dedazo” anularía prácticamente sus posibilidades dados sus lazos consanguíneos con el Jefe del Ejecutivo.
Esto por lo que toca concretamente a Michoacán. Sumémosle ahora algunos de los temas que giran en torno en estos días: la “cargada” a favor de Ernesto Cordero y los “calambres” a priistas y perredistas de “expedientes negros” sobre algunos de sus ex gobernadores y ex funcionarios.
Todo ello augura una reunión en la que, más que otra cosa, Zambrano y Moreira echarán en cara a Madero el uso del “terrorismo político” e intentarán lograr un blindaje para evitar la persecución de sus distintos candidatos.
Este martes volverán a reunirse los líderes nacionales del PRI, PAN y PRD.
Jesús Zambrano, presidente del sol azteca, advirtió ayer que llevaría bajo el brazo el “carpetazo” final a una posible candidatura común.
Según sus propias palabras, el PRD no puede apoyar una candidatura común –la cual se planteó en el encuentro que sostuvo con sus contrapartes la semana pasada—“cuando el PRI ya postula a Fausto Vallejo y el PAN a Luisa María Calderón”.
Esta situación, indicó Zambrano, “es contradictoria” a lo establecido el miércoles pasado y el PRD no asumirá el papel de “comparsa” de esas candidaturas.
En aquella primera “reunión histórica por Michoacán”, a decir del jefe blanquiazul Gustavo Madero, se intentaba “posibilitar” una candidatura común, sujeta a exploración y valoración de los partidos”.
La andanada de opiniones de distintos grupos en contra de esta propuesta –lo menos que se calificó fue de “autoritaria” y “contraria a la democracia”–, cerró prácticamente esa posibilidad mucho antes de que los tres mosqueteros se sentaran de nuevo a la mesa.
Pero para que no quede duda ni se abran expectativas o “sospechosismos” sobre la reunión de hoy, Zambrano dejó claro que el PRD –partido que actualmente gobierna en Michoacán—no le entraría al juego.
Otro tema que estaba sobre la mesa era el establecer “una agenda común” para el desarrollo en Michoacán, independientemente de los resultados electorales.
Ante ese planteamiento, algunos han dicho que si los candidatos llevan la misma agenda, qué más da votar por uno u otro o el tercero. Otros piensan que es una forma de ayudar al estado por encima de las diferencias.
La verdad, no queda claro qué podría acarrear esta situación. Pero antes de llegar a esa posible agenda común, el priista Humberto Moreira se agandalló el protagonismo del encuentro tripartidista, anunciando que lo que iba discutir era la propuesta priista, avocada a los temas de pobreza, educación, seguridad y empleo.
Madero no ha dicho gran cosa sobre lo que planteará este día, pero quien ha salido a criticar el tinglado que se trató de armar en la primera “reunión histórica” ha sido la hermana del Presidente de la República y aspirante a la candidatura panista por la gubernatura, Luisa María Calderón.
Ella afirma que las encuestas la muestran por encima de sus posibles competidores y que una decisión “por dedazo” anularía prácticamente sus posibilidades dados sus lazos consanguíneos con el Jefe del Ejecutivo.
Esto por lo que toca concretamente a Michoacán. Sumémosle ahora algunos de los temas que giran en torno en estos días: la “cargada” a favor de Ernesto Cordero y los “calambres” a priistas y perredistas de “expedientes negros” sobre algunos de sus ex gobernadores y ex funcionarios.
Todo ello augura una reunión en la que, más que otra cosa, Zambrano y Moreira echarán en cara a Madero el uso del “terrorismo político” e intentarán lograr un blindaje para evitar la persecución de sus distintos candidatos.
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