Nayar Mayorquin, primer candidato de MORENA

Javier Arcadia Galaviz / Cuestión de Debate

Después de que durante meses toda la atención se ha centrado en el proceso electoral del Estado de México, en el que este 16 de mayo arrancaron formalmente las campañas electorales con los ya muy conocidos candidatos a la gubernatura de ahí, Eruviel Ávila, Alejandro Encinas y Luis Felipe Bravo Mena, por el PRI, PRD y PAN, resprectivamente, se hace necesario también voltear la mirada, en este caso, al estado de Nayarit, entidad en la que de igual manera, el próximo mes de julio se celebrarán comicios para cambio de gobernador, presidentes municipales y diputados locales.

Cierto, las campañas en esta entidad, de clima semitropical, ubicada junto al pacífico centro, también iniciaron en días recientes, y los aspirantes a la gubernatura, por el PRI, es el ex Alcalde de Tepic, Roberto Sandoval; por el PAN, la Diputada Federal, Martha Elena García, esposa del ex Gobernador Antonio Echevarría; por el PRD, otro legislador Federal, Guadalupe Acosta Naranjo, y como cuarto contendiente Nayar Mayorquín Carrillo, joven, abogado de profesión, quien se desempeñaba, hasta antes de su candidatura, como subsecretario de un Gobierno llamado Legítimo, que más que gobierno, simbólicamente es una protesta permanente que encabeza Andrés Manuel López Obrador por el fraude electoral que le cometieron en 2006. Sí, Nayar Mayorquín fue postulado por una coalisión formada entre los partidos PT y Convergencia, con el apoyo adicional del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), que ésta es la plataforma política de AMLO rumbo a su segundo intento por ganar la Presidencia de la República en el 2012.

Precisada esa parte, es de afirmar, sin lugar a equívocos, que Nayar Mayorquín es un candidato eminentemente de López Obrador, y con ello habrá de considerársele como el primer contendiente que surge de MORENA, a través del PT y Covergencia, quien ya está en abierta competencia por ganar esa gubernatura, la de Nayarit, como se ha apuntado.

Dirían algunos que esta candidatura de Nayar Mayorquín, es tan solo la que corrersponde a un jóven iluso y soñador, que hace su intento por alcanzar el máximo poder estatal, dado que a primera vista sus posibilidades de triunfo se avisoran un tanto lejanas, comparada con sus competidores, que en apariencia le lleverían demasiada ventaja, ya que cuentan en su haber con diversos medios y atributos, como el hecho mismo de que ante la opinión pública evidentemente que son personajes mucho más conocidos, al contar con una visible y comprobable trayectoria política, sustentada principalmente en sus actuales cargos de elección popular, y sobre todo con la disposición de inmensos recursos ecónómicos que con seguridad destinarán a sus campañas proselitistas para atraer o para comprar el voto y la conciencia ciudadana.

Es a lo que se enfrentará Nayar Mayorquín, al poder del dinero del PRI, del PAN y posiblemente también del PRD, no así a las ideas ni a propuestas de gobierno que lleguen a beneficiar a la población nayarita. Afrontará una lucha desigual, inequitativa con sus adversarios por el dispendio irracional y sin límites de recursos que ellos empiezan a utilizar, estrategia desde luego ilegal, insultante a la miseria que padecen grandes sectores sociales del siempre atrazado y empobrecido estado de Nayarit.

No obstante las evidentes desventajas, su participación en esa justa electoral, tanto en el plano local como nacional, reviste un interés especial, que amerita entenderse, ya que dentro del ajedrés político, Nayar Mayorquín, al interior de las izquierda, llámense PRD, PT y Convergencia, viene a ser un un alfil que adelanta AMLO para disputarle el espacio político que en Nayarit, de algunos años para acá, Guadalupe Acosta Naranjo, lo ha tenido bajo su absoluto control, y qué mejor momento de enfrentarlo en las urnas, particularmente a él, como miembro prominente que lo es de la corriente de los “Chuchos” o de la Nueva Izquierda, con quienes AMLO mantiene diferencias por las deslealtades que ellos han mostrado a los principios de izquierda por su proclividad de entregarse a la derecha, representada por el PAN.

Eso es lo que le quita el sueño a Guadalupe Acosta Naranjo, que Nayar Mayorquín, un joven iniciante en la política nayarita le venga pisando los talones, y que es muy posible que electoralmente lo desplace a un último lugar, sí es que decide mantenerse como candidato del PRD. Pero tal parece que prefiere irse por la huída decorosa, arriar banderas sin dar la pelea política, ya que tanto él, como su mentor en estas lides, Jesús Ortega, se aprestan a establecer una aliaza de “facto”con el PAN, es decir, alianza que no será de derecho, con lo que eventualmente el voto perredista al sentirse defraudado, quizá no permita su manipulación, ya que lo estarían induciendo o presionando a respaldar a un partido de derecha distinto al suyo. Ante una circunstancia de esa índole, no es descartable que al final este voto perredista opte por no veriar su línea de izquierda, y consecuentemente apoye a Nayar Mayorquín, candidato de la izquierda que representa el PT y Convergencia.

En el plano nacional, la candidatura de Nayar Mayorquín, habrá de significar la competencia entre AMLO y Marcelo Ebrard por la candidatura presidencial, competencia que en el Estado de México no se dio, en razón de que la alianza que Marcelo pretendía con el PAN quedó frustrada, sea por las cauasas que hayan sido, lo cual no será posible medir quien de los dos estará mejor posicionado después de que culmine ese proceso electoral en el Edoméx, porque van apoyando al mismo candidato de la izquierda, que es Alejandro Encinas. ¿ Por qué en Nayarit sí se estarían midiendo? Muy sencillo, porque lógico es que Marcelo apoyará al candidato de sus claudicantes “Chuchos”, Guadalupe Acosta Naranjo, y que seguirá la suerte que éstos decidan, como lo es a la posible alianza de “facto” que están tejiendo, y que surjirá de la declinación del propio Acosta Naranjo a favor de la candidata del PAN, Martha Elena García de Echevarría, a quienes en conjunto, finalmente, AMLO tendrá que enfrentar, disputándoles el voto a través de Nayar Mayorquín, candidato de la coalisión PT y Convergencia.

Pero, ante alianzas de facto o sin ellas, lo cierto es que Nayar Mayorquín, con el atributo más valioso que es su juventud, podría despertar una insurrección cívica de los jóvenes nayaritas, que como punta de lanza los seguirían otros segmentos sociales, que decididos e indignados al unísono clamen por un ya basta al artazgo, como lo que ha sucedido en España, causado por la inseguridad, por el desempleo o por la corrupción, con lo que también podrá Nayar Mayorquín no solo vencer a una alinza electorera de “facto”, sino derribar en las urnas, a base de votos, a un gobierno priista ineficaz y decepcionante, que durante seis largos años ha sido una continua y desesperante pesadilla.

Pálida tinta: El titular de la Secretaría del Simulacro, disculpe, de la Secretaría de Protección Civil del Distrito Federal, Elías Miguel Moreno Brizuela, ya no sabe ni lo que quiere, porque primero hacía creer a sus empleados que iba a ser Gobernador de Veracruz, pasó la elección en ese estado y ni candidato resultó ser; después que iba a jugar por la Jefatura Delegacional de Álvaro Obregón, en el Distrito Federal, tampoco se le hizo; luego que iba a ser Presidente del PRD del D. F., menos posibilidades tuvo, y ahora sale con que va a ser Senador por Veracruz en el 2012. La verdad aquí le decimos que sí lo lograría, pero siempre y cuando el Código Electoral contemplara como figura electiva a las cuartas o quintas minorías. Pero como no es así, se quedará consus sueños guajiros, ¿a seguir con sus simulacros? Quien sabe, porque en el 2012 en el Distrito Federal habrá un nuevo Jefe de Gobierno, que seguro cambiará a todo el gabinete actual.

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