¡Narco-corridos y narco-cultura!

Andy Novell F.

No es un secreto que en los estados del norte del país y en toda la República mexicana los narco-corridos entre los jóvenes y entre lo mafiosos es el pan de todos los días. Ayer hablamos que el gobernador de Sinaloa los prohibía, este día el secretario técnico de seguridad Nacional, Alejandro Poiré asegura que ensalza a los delincuentes, ¡qué gran descubrimiento!

Creo que los funcionarios que hacen tales aseveraciones deben de tomar algo en cuenta, hay algo en la sociedad en la cultura arraigada de muchos estados e incluso del país que se llama “Narco-cultura”.

Empecemos desde el principio, ¿Qué es la narco-cultura? No es más que la admiración por el narcotraficante, por su manera de vestir, de vivir, de tener el poder e incluso de crear deidades como Jesús Malverde o de sentirse protegidos con la Santa Muerte o la Santería.

El fenómeno del narco-corrido, es parte de la cultura que se ha formado en torno al narcotráfico, una muestra es el gusto de algunos jefes del crimen organizado. Algunos casos como el de Amado Carrillo Fuentes tenían preferencia musical por los Tigres del Norte, Los Hermanos Arellano Félix por los Tucanes de Tijuana.

El crimen organizado marcó una moda en los 80 y 90; en la manera de vestir, de vivir con lujos, en grandes mansiones con animales exóticos. Autos último modelo e incluso modificados para utilizarlos en el tráfico de drogas y armas.

Los grandes jefes del crimen organizado viven a todo lujo, el poder económico, seduce algunas mujeres, que se les conocen como las novias del narco, “las buchonas”.

La narco-cultura también se enfoca en las armas preferidas de estos delincuentes, los AK-47 mejor conocidos como Cuernos de Chivo, los rifles de asalto R-15, la nueve milímetros.

También esta cultura paralela al crimen organizado se ha distinguido por los sobrenombres como el del Policharro, El Robachivas, Tony Tormenta, El Más Loco, La Perra, El Macho Prieto, El Güero Taco, El Kitty, La Barbie, El Caramuela o Tony La Mentira…

En los últimos años, el crimen organizado también ha utilizado las narcomantas o narcomensajes para intimidar a los grupos y rivales y a la población en general, han inundado estados completos con su narco-cultura.

Ya con todos estos datos, la pregunta primordial sería ¿la prohibición de los narco-corridos ayudará a la seguridad del país? Desde mi punto de vista no lo creo.

Con esta prohibición al rato se les va a ocurrir evitar los cultos religiosos a la Santa Muerte, Jesús Malverde, San Judas Tadeo y otros santos que son venerados por los narcotraficantes; solo eso falta.

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