Isaín Mandujano
Cerca de 20 mil indígenas, bases de apoyo y simpatizantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) marcharon hoy en esta ciudad colonial para exigir al gobierno de Felipe Calderón el cese a la guerra fratricida que “ha manchado de sangre de gente inocente la historia de México”.
En el marco de la Marcha Nacional por la Justicia y contra la Impunidad, los miles de zapatistas salieron de las cinco regiones de Chiapas que conforman los cinco caracoles que a su vez aglutinan las cinco juntas de buen gobierno de más de 30 municipios autónomos rebeldes gobernados por la estructura política y militar del EZLN.
Convocados por la Comandancia General del Comité Clandestino Revolucionario Indígena (CG-CCRI) del EZLN, hombres, mujeres y niños se concentraron en la Universidad de la Tierra (Unitierra) para marchar por más de dos horas rumbo a la plaza central de San Cristóbal de Las Casas, también conocida como Plaza de la Paz o Plaza de la Resistencia, frente a la Catedral que por más de 40 años presidió el obispo emérito de Samuel Ruiz García.
Los indígenas llegaron cerca de las 15 horas a la plaza, que no fue suficiente para los casi 20 mil indígenas rebeldes que se concentraron en el centro de la ciudad.
Tras esperar que terminara de llegar todo el contingente, los zapatistas empezaron el mitin cantando el himno nacional mexicano, luego cantaron el himno zapatista.
En el templete estaban el comandante Tacho, el comandante David, y otros comandantes del EZLN que encabezaron la multitudinaria movilización, en la cual coincidieron indígenas de las etnias que convergen en el grupo armado, tsotsiles, tseltales, tojolabales, choles y otros.
Fue el comandante David quien pronunció el discurso principal del grupo armado mismo que fue traducido en tseltal, tsostsil, chol, y tojolabal.
“Hoy estamos aquí miles de hombres, mujeres, niños y ancianos del EZLN para decir nuestra pequeña palabra. Hoy estamos aquí porque personas de corazón noble y dignidad firme nos han convocado a manifestarnos para parar la guerra que ha llenado de tristeza, dolor e indignación los suelos de México”, empezó David.
David dijo que se vieron en las necesidad de salir de sus comunidades y tomar la plaza de esta ciudad por que se sintieron “llamados por el clamor de justicia de madres y padres de niños y niñas que han sido asesinados por bala y por la altanería y torpeza de los malos gobiernos”.
“Salimos porque nos sentimos llamados por la digna rabia de las madres y padres de los jóvenes asesinados por bandas criminales y por el cinismo gubernamental. Porque nos sentimos convocados por los familiares de muertos, heridos, mutilados, desaparecidos, secuestrados y encarcelados sin tener culpa o delito alguno”, dijo el líder rebelde.
Indicó que decenas de miles de personas han muerto en esta guerra absurda que no lleva a ninguna parte y que la paz y la justicia no encuentran ya lugar en ninguno de los rincones de nuestro país, “que la única culpa de estas víctimas es haber nacido o vivido en un país mal gobernado por grupos legales e ilegales sedientos de guerra, de muerte y de destrucción”.
Mencionó que esta guerra ha tenido como principal blanco militar a seres humanos inocentes, de todas las clases sociales, que nada tienen qué ver ni con el narcotráfico ni con las fuerzas gubernamentales.
“Los malos gobiernos, todos, el federal, los estatales y municipales, han convertido las calles en zonas de guerra sin que quienes las caminan y trabajan estuvieran de acuerdo y vieran la forma de resguardarse. Los malos gobiernos han convertido en zonas de guerra las escuelas y universidades públicas y privadas, y los niños y los jóvenes no entran a clases sino a emboscadas de uno y otro bando y que los lugares de reunión y diversión son ahora objetivos militares”, agregó.
El comandante David señaló que “los malos gobiernos crearon el problema y no sólo no lo han resuelto, sino que lo han extendido y profundizado en todo México”.
“Hace unos días empezó a caminar en silencio el paso de un padre que es poeta, de unas madres, de unos padres, de unos parientes, de unos hermanos, de unas amistades, de unos conocidos, de seres humanos. Ayer fueron sus dignas palabras, hoy es su silencio digno. Sus palabras y sus silencios dicen los mismo: queremos paz y justicia, o sea una vida digna”, dijo David.
Dijo que “estas personas honestas están pidiendo, demandando, exigiendo del gobierno un plan que tenga como principales objetivos la vida, la libertad, la justicia y la paz y el gobierno les responde que seguirá con su plan que tiene como principal objetivo la muerte y la impunidad.
Para David “estas personas no buscan ser gobierno, sino que buscan que el gobierno procure y cuide la vida, la libertad, la justicia y la paz de los gobernados y que su lucha no nace del interés personal, sino que nace del dolor de perder a alguien que se quiere como se quiere a la vida”.
“Los gobiernos y sus políticos dicen que criticar o no estar de acuerdo con lo que están haciendo es estar de acuerdo y favorecer a los criminales. Los gobiernos dicen que la única estrategia buena es la que ensangrenta las calles y los campos de México, y destruye familias, comunidades, al país entero”, criticó David.
El encapuchado mencionó que la historia de México se ha manchado de sangre de gente inocente que ha muerto en esta cruzada contra el llamado crimen organizado.
“Compañeras y compañeros, hoy venimos a decirles que se trata de una lucha por la vida y en contra de la muerte. No se trata de ver quien gana de entre católicos, evangélicos, mormones, presbiterianos o de cualquier religión o no creyentes. No se trata de ver quién es indígena y quién no. No se trata de ver quién es más rico o más pobre. No se trata de quien es de izquierda, de centro o de derecha. No se trata de si son mejores los panistas o los priístas o los perredistas o como se llame cada quien o todos son iguales de malos”, concluyó David.
Los servicios de Protección Civil del Gobierno de Chiapas, calcularon más de 15 mil indígenas bases de apoyo y simpatizantes del EZLN en la plaza, los organizadores hablaban de 20 mil y algunos se atrevían a señalar que eran 35 mil rebeldes encapuchados. Desde el 2001 no se había realizado una magna concentración de zapatistas en esta plaza.
Cerca de 20 mil indígenas, bases de apoyo y simpatizantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) marcharon hoy en esta ciudad colonial para exigir al gobierno de Felipe Calderón el cese a la guerra fratricida que “ha manchado de sangre de gente inocente la historia de México”.
En el marco de la Marcha Nacional por la Justicia y contra la Impunidad, los miles de zapatistas salieron de las cinco regiones de Chiapas que conforman los cinco caracoles que a su vez aglutinan las cinco juntas de buen gobierno de más de 30 municipios autónomos rebeldes gobernados por la estructura política y militar del EZLN.
Convocados por la Comandancia General del Comité Clandestino Revolucionario Indígena (CG-CCRI) del EZLN, hombres, mujeres y niños se concentraron en la Universidad de la Tierra (Unitierra) para marchar por más de dos horas rumbo a la plaza central de San Cristóbal de Las Casas, también conocida como Plaza de la Paz o Plaza de la Resistencia, frente a la Catedral que por más de 40 años presidió el obispo emérito de Samuel Ruiz García.
Los indígenas llegaron cerca de las 15 horas a la plaza, que no fue suficiente para los casi 20 mil indígenas rebeldes que se concentraron en el centro de la ciudad.
Tras esperar que terminara de llegar todo el contingente, los zapatistas empezaron el mitin cantando el himno nacional mexicano, luego cantaron el himno zapatista.
En el templete estaban el comandante Tacho, el comandante David, y otros comandantes del EZLN que encabezaron la multitudinaria movilización, en la cual coincidieron indígenas de las etnias que convergen en el grupo armado, tsotsiles, tseltales, tojolabales, choles y otros.
Fue el comandante David quien pronunció el discurso principal del grupo armado mismo que fue traducido en tseltal, tsostsil, chol, y tojolabal.
“Hoy estamos aquí miles de hombres, mujeres, niños y ancianos del EZLN para decir nuestra pequeña palabra. Hoy estamos aquí porque personas de corazón noble y dignidad firme nos han convocado a manifestarnos para parar la guerra que ha llenado de tristeza, dolor e indignación los suelos de México”, empezó David.
David dijo que se vieron en las necesidad de salir de sus comunidades y tomar la plaza de esta ciudad por que se sintieron “llamados por el clamor de justicia de madres y padres de niños y niñas que han sido asesinados por bala y por la altanería y torpeza de los malos gobiernos”.
“Salimos porque nos sentimos llamados por la digna rabia de las madres y padres de los jóvenes asesinados por bandas criminales y por el cinismo gubernamental. Porque nos sentimos convocados por los familiares de muertos, heridos, mutilados, desaparecidos, secuestrados y encarcelados sin tener culpa o delito alguno”, dijo el líder rebelde.
Indicó que decenas de miles de personas han muerto en esta guerra absurda que no lleva a ninguna parte y que la paz y la justicia no encuentran ya lugar en ninguno de los rincones de nuestro país, “que la única culpa de estas víctimas es haber nacido o vivido en un país mal gobernado por grupos legales e ilegales sedientos de guerra, de muerte y de destrucción”.
Mencionó que esta guerra ha tenido como principal blanco militar a seres humanos inocentes, de todas las clases sociales, que nada tienen qué ver ni con el narcotráfico ni con las fuerzas gubernamentales.
“Los malos gobiernos, todos, el federal, los estatales y municipales, han convertido las calles en zonas de guerra sin que quienes las caminan y trabajan estuvieran de acuerdo y vieran la forma de resguardarse. Los malos gobiernos han convertido en zonas de guerra las escuelas y universidades públicas y privadas, y los niños y los jóvenes no entran a clases sino a emboscadas de uno y otro bando y que los lugares de reunión y diversión son ahora objetivos militares”, agregó.
El comandante David señaló que “los malos gobiernos crearon el problema y no sólo no lo han resuelto, sino que lo han extendido y profundizado en todo México”.
“Hace unos días empezó a caminar en silencio el paso de un padre que es poeta, de unas madres, de unos padres, de unos parientes, de unos hermanos, de unas amistades, de unos conocidos, de seres humanos. Ayer fueron sus dignas palabras, hoy es su silencio digno. Sus palabras y sus silencios dicen los mismo: queremos paz y justicia, o sea una vida digna”, dijo David.
Dijo que “estas personas honestas están pidiendo, demandando, exigiendo del gobierno un plan que tenga como principales objetivos la vida, la libertad, la justicia y la paz y el gobierno les responde que seguirá con su plan que tiene como principal objetivo la muerte y la impunidad.
Para David “estas personas no buscan ser gobierno, sino que buscan que el gobierno procure y cuide la vida, la libertad, la justicia y la paz de los gobernados y que su lucha no nace del interés personal, sino que nace del dolor de perder a alguien que se quiere como se quiere a la vida”.
“Los gobiernos y sus políticos dicen que criticar o no estar de acuerdo con lo que están haciendo es estar de acuerdo y favorecer a los criminales. Los gobiernos dicen que la única estrategia buena es la que ensangrenta las calles y los campos de México, y destruye familias, comunidades, al país entero”, criticó David.
El encapuchado mencionó que la historia de México se ha manchado de sangre de gente inocente que ha muerto en esta cruzada contra el llamado crimen organizado.
“Compañeras y compañeros, hoy venimos a decirles que se trata de una lucha por la vida y en contra de la muerte. No se trata de ver quien gana de entre católicos, evangélicos, mormones, presbiterianos o de cualquier religión o no creyentes. No se trata de ver quién es indígena y quién no. No se trata de ver quién es más rico o más pobre. No se trata de quien es de izquierda, de centro o de derecha. No se trata de si son mejores los panistas o los priístas o los perredistas o como se llame cada quien o todos son iguales de malos”, concluyó David.
Los servicios de Protección Civil del Gobierno de Chiapas, calcularon más de 15 mil indígenas bases de apoyo y simpatizantes del EZLN en la plaza, los organizadores hablaban de 20 mil y algunos se atrevían a señalar que eran 35 mil rebeldes encapuchados. Desde el 2001 no se había realizado una magna concentración de zapatistas en esta plaza.
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