Rubén Cortés
Flaco favor se hicieron ayer los siete aspirantes presidenciales del PAN, al reunirse para arremeter juntos contra Enrique Peña. Flaco no, flaquísimo favor, pues lo que evidenciaron fue que ninguno puede solo contra el gobernador del Estado de México.
Para eso hicieron una pasarela en la sede de su partido Josefina Vásquez Mota, Santiago Creel, Alonso Lujambio, Ernesto Cordero, Heriberto Félix, Javier Lozano y Emilio González, con una disciplina similar a la de los 27 millones de estudiantes que regresan a clases hoy en el país.
Lo curioso es que, de quien esperan la unción enseñó hace seis años que no es ésa la vía para obtener la candidatura, sino hablando con voz propia y abriéndose senderos individuales: Felipe Calderón no aceptó en 2005 la camisa de fuerza que le imponía Fox y logró la candidatura a su manera.
Sin embargo, el caso es que la pasarela se realizó y los siete aspirantes aprueban estas reglas y con ellas jugarán. Pero quizá podrían hacerlo mejor. Su montoncito contra Peña resultó patético, en especial durante el turno de Santiago Creel.
Porque Creel es quien es el que menos puede decir: en el año 2000 fue incapaz de ganar la Jefatura de Gobierno aun impulsado por el “efecto Fox”, y en el 2005 se dejó arrebatar la candidatura panista por Calderón, pese a gozar de toda la maquinaria del Estado a su favor.
Es alarmante la escualidez de su lenguaje, en el que aflora la ofensa personal cada cuatro palabras: ¿Y ahora quieren regresar estos cínicos a que un gobernadorcillo controle la Cámara de Diputados? No se los vamos a permitir. Por más encopetado que esté ese Gobernador”.
Así se refirió sobre un adversario político este senador de la República, quien cuando se pone nervioso suele adoptar una voz ronca e impostar un acento bronco que por lo general no tiene, pues suele ser un hombre delicado y de maneras suaves.
Llamó la atención ver formadito a Javier Lozano, ya que el secretario del Trabajo sigue pareciendo el más forjado para imitar al Calderón que se fue por su cuenta e impuso sus condiciones.
Fue él quien se atrevió a ejecutar el desmantelamiento de Luz y Fuerza del Centro y el único funcionario que se ha enfrentado al hombre más rico de México y del mundo, Carlos Slim, después que dijo que el problema del empleo aquí era el más grave desde los años ’30.
“¿Cuál es la contribución de Slim y sus empresas en materia de competencia, su servicio de telefonía es el más caro del mundo, la larga distancia internacional para los comercios también es el más caro del mundo?”, respondió Lozano
Pero ayer también estaba en el corralito del PAN.
Flaco favor se hicieron ayer los siete aspirantes presidenciales del PAN, al reunirse para arremeter juntos contra Enrique Peña. Flaco no, flaquísimo favor, pues lo que evidenciaron fue que ninguno puede solo contra el gobernador del Estado de México.
Para eso hicieron una pasarela en la sede de su partido Josefina Vásquez Mota, Santiago Creel, Alonso Lujambio, Ernesto Cordero, Heriberto Félix, Javier Lozano y Emilio González, con una disciplina similar a la de los 27 millones de estudiantes que regresan a clases hoy en el país.
Lo curioso es que, de quien esperan la unción enseñó hace seis años que no es ésa la vía para obtener la candidatura, sino hablando con voz propia y abriéndose senderos individuales: Felipe Calderón no aceptó en 2005 la camisa de fuerza que le imponía Fox y logró la candidatura a su manera.
Sin embargo, el caso es que la pasarela se realizó y los siete aspirantes aprueban estas reglas y con ellas jugarán. Pero quizá podrían hacerlo mejor. Su montoncito contra Peña resultó patético, en especial durante el turno de Santiago Creel.
Porque Creel es quien es el que menos puede decir: en el año 2000 fue incapaz de ganar la Jefatura de Gobierno aun impulsado por el “efecto Fox”, y en el 2005 se dejó arrebatar la candidatura panista por Calderón, pese a gozar de toda la maquinaria del Estado a su favor.
Es alarmante la escualidez de su lenguaje, en el que aflora la ofensa personal cada cuatro palabras: ¿Y ahora quieren regresar estos cínicos a que un gobernadorcillo controle la Cámara de Diputados? No se los vamos a permitir. Por más encopetado que esté ese Gobernador”.
Así se refirió sobre un adversario político este senador de la República, quien cuando se pone nervioso suele adoptar una voz ronca e impostar un acento bronco que por lo general no tiene, pues suele ser un hombre delicado y de maneras suaves.
Llamó la atención ver formadito a Javier Lozano, ya que el secretario del Trabajo sigue pareciendo el más forjado para imitar al Calderón que se fue por su cuenta e impuso sus condiciones.
Fue él quien se atrevió a ejecutar el desmantelamiento de Luz y Fuerza del Centro y el único funcionario que se ha enfrentado al hombre más rico de México y del mundo, Carlos Slim, después que dijo que el problema del empleo aquí era el más grave desde los años ’30.
“¿Cuál es la contribución de Slim y sus empresas en materia de competencia, su servicio de telefonía es el más caro del mundo, la larga distancia internacional para los comercios también es el más caro del mundo?”, respondió Lozano
Pero ayer también estaba en el corralito del PAN.
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