La terquedad insiste siempre

Rubén Cortés

Cuatro meses después perder la elección estatal en Guerrero, aún el PRI discute si fue a causa de la imposición del candidato Manuel Añorve por parte de una corriente del partido, o de dejar que el ganador, Ángel Heladio Ramírez, se fuera al PRD.

Añorve, edil de Acapulco que pidió licencia para contender en los comicios, perdió por 14 puntos porque su candidatura violó una regla básica en procesos electorales: un mal alcalde no debe ser candidato, pues los problemas del municipio lo persiguen en la campaña.

Ahora, reinstalado en la alcaldía, vuelve a meterse en lo que es casi otra elección: la pugna para que en Acapulco permanezca el Tianguis Turístico anual, en lugar de ser itinerante para fortalecer el turismo de todo el país e incrementar los compradores nacionales e internacionales participantes.

Y Añorve se equivoca otra vez: el puerto no es un buen lugar para visitar porque vive desde finales de 2009 una ola de violencia por ajustes de cuentas entre carteles de la droga, que se disputan el mercado local de estupefacientes.

El 10 por ciento de los taxistas está en la nómina de algún cártel. Según el reconocido centro de inteligencia político económico y de seguridad Stratfor, los conductores de 500 de seis mil taxis registrados en el balneario son informantes o “halcones”.

También existe un grave problema de falta de agua potable. Hay 20 mil tomas clandestinas en colonias populares, la zona urbana y el área turística, según Rigoberto Félix Díaz, director de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio.

Los acapulqueños reciben agua sólo dos veces por semana; el 90 por ciento cuenta con red, pero de poco sirve, pues sufren rezago en infraestructura y problemas en tuberías, equipo de bombeo y plantas tratadoras residuos.

Los servicios de limpia son insuficientes. La basura colma las playas de Acapulco Diamante, donde sólo funcionan tres contenedores. Restauranteros y comerciantes denuncian que la recolección privilegia a los grandes hoteles y condominios.

El camión de la basura no entra a los 18 restaurantes ubicados en la desembocadura del canal de Laguna Negra, al extremo norte del Revolcadero, por insuficiencia de camiones.

Pero la inseguridad es lo peor. Cada mes se produce una gran matanza. Este año arrancó con 33 decapitados frente a un concurrido centro comercial el 8 de enero; mientras el 18 de febrero cinco taxistas fueron encontrados muertos en sus vehículos y el 24 aparecieron tres ejecutados.

En abril resultó peor: en plenas vacaciones de Semana Santa, fueron hallados en tres puntos distintos de la ciudad los cuerpos degollados de cinco mujeres, atados una de ellas menor de edad.

Todo esto debe solucionar el alcalde de Acapulco. Después podrá pensar en el Tianguis Turístico.

Comentarios