Cosongo / El Tiempo
¡Bienvenidos a la Disneylandia de la propaganda y la magia imperial!
Según los mismos medios de inteligencia gringa, bin Laden ha estado muerto desde el 2001 y ahora fue resucitado y enviado de nuevo al mundo de los muertos gracias a la magia de la propaganda, la desinformación y la guerra psicológica.
Aquí 2 + 2 suman un millón en vez de cuatro.
El "terrorista más buscado del planeta" es ejecutado con un tiro de gracia en la cabeza, cuando su captura habría sido de incalculable valor para los servicios de inteligencia. ¡Hasta su chofer fue capturado y torturado porque tenía información valiosa del mundo del terrorismo! Pero, supuestamente llegan al jefe, al hombre que tiene todos los secretos, el que puede develar todo el mundo del terrorismo, y, ¿qué hacen? Lo más "normal" del mundo, lo ejecutan. Lo anterior no es especulación, se ordenó que lo ejecutaran (sea quien fuere, si es que en verdad mataron a alguien) no a que lo capturaran. El cadáver es "sepultado en el mar". ¿Sepultado? ¡No! Desaparecido, lo mismo que hacen los sicarios que no quieren que se identifique a sus víctimas. En este caso hay tres probabilidades: o ejecutaron a uno de sus dobles o hicieron un "falso positivo", o, ¡el cadáver nunca existió! No hay análisis forense, no hay autopsia, no hay manera de saber quién fue el muerto. Oh, perdón sí lo sabemos, el mismo gobierno que lo "dio de baja" asegura que el ADN demostraba con un 99.99% de exactitud que el muerto era bin Laden. Claro está, una prueba de ADN sin cadáver puede ser muy fácilmente falsificada. ¡Hay que creer como dogma de fe en la palabra del ejecutor mismo!
Desde 2001, funcionarios del gobierno de los EE. UU., así como de Pakistán, aseguraron que bin Laden estaba muerto. Sufría de una afección renal que lo obligaba a estar conectado a una máquina de diálisis. Lo más probable es que hubiera muerto de esta afección y de ahí que los videos que aparecieran después de su muerte, avalados como "auténticos" por la CIA, mostraran a un bin Laden completamente diferente.
Ahora, con la "muerte" de Osama, Obama ha reencauchado su fallida presidencia. Podemos olvidarnos de que su aventura en Afganistán es un fracaso, de que la agresión contra Libia ha sido un acto imperial y neocolonialista para apoderarse del petróleo de ese país y de que sus promesas de cambio no han cambiado nada, que el cierre de Guantánamo y el cese de las torturas nunca tuvo lugar, de que premió con billones de dólares a los bancos que estafaron a millones de ciudadanos estadounidenses con préstamos leoninos a sabiendas de que el mercado de finca raíz se iría a pique y que perderían sus casas y su modo de vida en las garras de esos mismos bancos. Todo esto puede ser ahora perdonado y olvidado, porque el "monstruo" está muerto. ¿No fue acaso bin Landen quien planeó los ataques del 11 de septiembre?
Vayan a la página del FBI, miren su afiche de "se busca" y verán que NO se le acusa de los ataques del 11 de septiembre. ¿Por qué? Porque el mismo FBI dice que no hay pruebas de ello.
¿No lo creen? Hagan clic en el enlace que sigue: http://www.fbi.gov/wanted/topten/usama-bin-laden
En resumen, EE. UU. Invadió y destruyó dos países, asesinó a millones de personas, está en el proceso de destruir a un tercer país, todo basado en una gran mentira proclamada como verdad por todos los medios de comunicación: el mito de que bin Laden era el terrorista más peligroso del planeta. Según esta lógica, si 3 mil muertos convierten a un hombre en terrorista, con buena razón, (suponiendo que lo falso fuera cierto), ¿en qué convierten a un gobierno que para "combatir al terrorismo" causa millones de muertes?
¡Bienvenidos a la Disneylandia de la propaganda y la magia imperial!
Según los mismos medios de inteligencia gringa, bin Laden ha estado muerto desde el 2001 y ahora fue resucitado y enviado de nuevo al mundo de los muertos gracias a la magia de la propaganda, la desinformación y la guerra psicológica.
Aquí 2 + 2 suman un millón en vez de cuatro.
El "terrorista más buscado del planeta" es ejecutado con un tiro de gracia en la cabeza, cuando su captura habría sido de incalculable valor para los servicios de inteligencia. ¡Hasta su chofer fue capturado y torturado porque tenía información valiosa del mundo del terrorismo! Pero, supuestamente llegan al jefe, al hombre que tiene todos los secretos, el que puede develar todo el mundo del terrorismo, y, ¿qué hacen? Lo más "normal" del mundo, lo ejecutan. Lo anterior no es especulación, se ordenó que lo ejecutaran (sea quien fuere, si es que en verdad mataron a alguien) no a que lo capturaran. El cadáver es "sepultado en el mar". ¿Sepultado? ¡No! Desaparecido, lo mismo que hacen los sicarios que no quieren que se identifique a sus víctimas. En este caso hay tres probabilidades: o ejecutaron a uno de sus dobles o hicieron un "falso positivo", o, ¡el cadáver nunca existió! No hay análisis forense, no hay autopsia, no hay manera de saber quién fue el muerto. Oh, perdón sí lo sabemos, el mismo gobierno que lo "dio de baja" asegura que el ADN demostraba con un 99.99% de exactitud que el muerto era bin Laden. Claro está, una prueba de ADN sin cadáver puede ser muy fácilmente falsificada. ¡Hay que creer como dogma de fe en la palabra del ejecutor mismo!
Desde 2001, funcionarios del gobierno de los EE. UU., así como de Pakistán, aseguraron que bin Laden estaba muerto. Sufría de una afección renal que lo obligaba a estar conectado a una máquina de diálisis. Lo más probable es que hubiera muerto de esta afección y de ahí que los videos que aparecieran después de su muerte, avalados como "auténticos" por la CIA, mostraran a un bin Laden completamente diferente.
Ahora, con la "muerte" de Osama, Obama ha reencauchado su fallida presidencia. Podemos olvidarnos de que su aventura en Afganistán es un fracaso, de que la agresión contra Libia ha sido un acto imperial y neocolonialista para apoderarse del petróleo de ese país y de que sus promesas de cambio no han cambiado nada, que el cierre de Guantánamo y el cese de las torturas nunca tuvo lugar, de que premió con billones de dólares a los bancos que estafaron a millones de ciudadanos estadounidenses con préstamos leoninos a sabiendas de que el mercado de finca raíz se iría a pique y que perderían sus casas y su modo de vida en las garras de esos mismos bancos. Todo esto puede ser ahora perdonado y olvidado, porque el "monstruo" está muerto. ¿No fue acaso bin Landen quien planeó los ataques del 11 de septiembre?
Vayan a la página del FBI, miren su afiche de "se busca" y verán que NO se le acusa de los ataques del 11 de septiembre. ¿Por qué? Porque el mismo FBI dice que no hay pruebas de ello.
¿No lo creen? Hagan clic en el enlace que sigue: http://www.fbi.gov/wanted/topten/usama-bin-laden
En resumen, EE. UU. Invadió y destruyó dos países, asesinó a millones de personas, está en el proceso de destruir a un tercer país, todo basado en una gran mentira proclamada como verdad por todos los medios de comunicación: el mito de que bin Laden era el terrorista más peligroso del planeta. Según esta lógica, si 3 mil muertos convierten a un hombre en terrorista, con buena razón, (suponiendo que lo falso fuera cierto), ¿en qué convierten a un gobierno que para "combatir al terrorismo" causa millones de muertes?
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