RIA Novosti
La compañía japonesa TEPCO, operadora de la central nuclear de Fukushima-1, reconoció que no podrá poner fin a la crisis en esa planta antes de fin de año, informó hoy la agencia Kyodo.
“Es imposible superar las secuelas del accidente durante este año. Hay una gran demora en las obras”, opinaron empleados de la oficina central de TEPCO.
Según explicaron las fuentes, la demora se debe a los grandes daños sufridos en los reactores uno, dos y tres, y a la fusión de sus barras de combustión.
Por otro lado, TEPCO informó que dos de sus empleados, que el día del terremoto trabajaron en la central, pudieron haber recibido una dosis de radiación por encima de los 250 milisiervert permitidos, puesto que se les detectó un nivel entre 7.690 de 9.760 becquerelios de yodo en el tiroides.
Según la operadora, ambos se encuentran bien y no necesitan atención médica urgente.
Este lunes se reportó también un aumento de 20 centímetros del nivel de agua radiactiva en las instalaciones del reactor uno debido a las lluvias torrenciales que azotaron Japón tras el paso del tifón Songdа.
Ante nuevas alertas por lluvias intensas y fuerte viento a lo largo de hoy, las entradas al edificio que alberga el reactor se taponaron con sacos de arena, con el fin de evitar la filtración de agua de lluvia dentro, así como fugas de agua contaminada al exterior.
También se reforzaron los generadores de electricidad de la planta, para impedir que la lluvia y el viento ocasionen interrupciones en la refrigeración del reactor.
El fuerte seísmo y el posterior tsunami que azotaron la costa noreste de Japón el pasado 11 de marzo dejaron fuera de servicio los sistemas de refrigeración de la central Fukushima-1 lo que provocó explosiones en varios reactores y fugas radiactivas.
A mediados de abril, la compañía anunció que prevé estabilizar la maltrecha planta en un plazo de seis a nueve meses, y además lograr en tres meses una reducción sustancial de los niveles de radiación en las inmediaciones del complejo.
La compañía japonesa TEPCO, operadora de la central nuclear de Fukushima-1, reconoció que no podrá poner fin a la crisis en esa planta antes de fin de año, informó hoy la agencia Kyodo.
“Es imposible superar las secuelas del accidente durante este año. Hay una gran demora en las obras”, opinaron empleados de la oficina central de TEPCO.
Según explicaron las fuentes, la demora se debe a los grandes daños sufridos en los reactores uno, dos y tres, y a la fusión de sus barras de combustión.
Por otro lado, TEPCO informó que dos de sus empleados, que el día del terremoto trabajaron en la central, pudieron haber recibido una dosis de radiación por encima de los 250 milisiervert permitidos, puesto que se les detectó un nivel entre 7.690 de 9.760 becquerelios de yodo en el tiroides.
Según la operadora, ambos se encuentran bien y no necesitan atención médica urgente.
Este lunes se reportó también un aumento de 20 centímetros del nivel de agua radiactiva en las instalaciones del reactor uno debido a las lluvias torrenciales que azotaron Japón tras el paso del tifón Songdа.
Ante nuevas alertas por lluvias intensas y fuerte viento a lo largo de hoy, las entradas al edificio que alberga el reactor se taponaron con sacos de arena, con el fin de evitar la filtración de agua de lluvia dentro, así como fugas de agua contaminada al exterior.
También se reforzaron los generadores de electricidad de la planta, para impedir que la lluvia y el viento ocasionen interrupciones en la refrigeración del reactor.
El fuerte seísmo y el posterior tsunami que azotaron la costa noreste de Japón el pasado 11 de marzo dejaron fuera de servicio los sistemas de refrigeración de la central Fukushima-1 lo que provocó explosiones en varios reactores y fugas radiactivas.
A mediados de abril, la compañía anunció que prevé estabilizar la maltrecha planta en un plazo de seis a nueve meses, y además lograr en tres meses una reducción sustancial de los niveles de radiación en las inmediaciones del complejo.
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