Daniela Rea y Héctor Raúl González
La marcha por la paz, la seguridad y la justicia iniciará este día, y se prevé que llegue el 8 al Zócalo de la Ciudad de México.
Convocada por el poeta Javier Sicilia, los participantes recorrerán a pie y en silencio unos 80 kilómetros y emplazarán al Estado a frenar el derramamiento de sangre y replantear la estrategia contra el crimen organizado.
Diferentes sectores han ofrecido apoyo en especie o económico para la marcha.
La manifestación empezó a tejerse semanas atrás, cuando ciudadanos, estudiantes, empresarios y otros sectores levantaron la mano para apoyar.
Unos llegaron con bolsas de despensa y medicinas al plantón en el Zócalo de Cuernavaca. Los de más recursos convocaron a los socios a donar alimentos, y otros se organizaron en las redes sociales, como Facebook y Twitter, para solicitar tiendas de campaña.
La Cámara Nacional de Restaurantes y Alimentos Condimentados convocó a sus socios en Morelos y donó 500 paquetes de comida para el arranque de la movilización.
"Nos sumamos con el apoyo a una marcha que se da a favor de la paz y la tranquilidad. Es un mensaje a la autoridad para que nos devuelva la calma.
"Estamos en una etapa de violencia y de alerta a las autoridades para que nos devuelvan la paz", dijo Ángel Adame, dirigente local del organismo.
Los pobladores de Coajomulco, por ejemplo, reunieron guisados y tortillas y compartirán con los manifestantes la cena y el desayuno, además del techo de una escuela primaria para pernoctar.
Uno de los habitantes del poblado fue asesinado por defender los bosques. A la fecha, la muerte está impune.
Exigen alto a la impunidad
Desde distintos puntos del País familias y organizaciones llegaron a esta ciudad cargando a sus propios muertos y agravios.
Junto a Javier Sicilia, otras víctimas de la guerra contra el crimen organizado y de la impunidad encabezarán la marcha.
Olga Reyes Salazar, cuyos hermanos Josefina, Magdalena y Elías, así como la esposa de éste, Luisa Ornelas, fueron desaparecidos y asesinados en Ciudad Juárez, Chihuahua se sumó a la movilización.
También caminarán familiares de los jóvenes asesinados en Villas de Salvárcar, Ciudad Juárez, crimen que se mantiene sin castigo. Julián Le Barón marchará por la memoria de su hermano Benjamín y su pariente Luis Withman, a quienes mataron en el Municipio de Galeana, luego de resistirse al pago del secuestro de otro de sus hermanos.
"Sin justicia, no vamos a tener ni seguridad, ni dignidad a la larga, por eso estamos aquí, en esta marcha. Creo que necesitamos enfocarnos en las causas de la violencia y una lucha contra el narco no logrará eso", sostuvo.
Recorrerá los 80 kilómetros Ignacio Mendoza Jiménez, ex subprocurador regional de Morelia, encarcelado durante el llamado "michoacanazo", por supuestos vínculos con el crimen organizado.
Patricia Duarte y José Martínez, padres de la Guardería ABC, marcharán en repudio a la corrupción e impunidad. Omar Esparza, esposo de Bety Cariño, activista de derechos humanos asesinada en San Juan Copala también se unirá.
Lo mismo que Alberto Pérez Arias y José Ramón Vázquez, integrantes de la organización "Las Abejas", que hace 14 años sufrió la masacre de Acteal, donde murieron 45 indígenas clamaran justicia en dicha marcha.
Uno junto a otro, los agraviados de este País marcharán por la justicia en una caminata que concluirá con un pacto, el cual será firmado en Ciudad Juárez.
Y junto a ellos estarán presentes el Obispo Raúl Vera, el sacerdote Alejandro Solalinde, estudiantes de la UNAM, Policía Comunitaria de Guerrero, el Consejo de Pueblos de Morelos, activistas en contra de la Minera San Javier y demás ciudadanos que se sumen, en un gesto de solidaridad.
Una parte del mensaje de la caravana se resumirá en las mantas que encabezarán al contingente: "Gran marcha nacional por la paz con justicia y dignidad", "Estamos hasta la madre. Alto a la guerra. Por un México justo y en paz", "Alto a la guerra civil. Nuestra fuerza es la diversidad".
Paralela a esta marcha, en otras 31 ciudades del País se replicará el reclamo para terminar con el derramamiento de sangre, modificar la estrategia contra el crimen y exigir justicia por los muertos de la guerra, así como en 18 ciudades de nueve países de América y Europa.
La caminata fue convocada en silencio. Porque, según los organizadores, sólo en él es posible congregar a las distintas corrientes ideológicas que se incluyen en una sola petición, la refundación del País.
El 8 de mayo, en la Ciudad de México, Javier Sicilia, Olga Reyes Salazar y una madre de los jóvenes asesinados en Villas de Salvárcar leerán el documento con exigencias al Estado en carácter de emplazamiento.
Después de la lectura, se espera que los poetas Juan Gelman y José Emilio Pacheco pronuncien unas palabras para cerrar la movilización.
La marcha por la paz, la seguridad y la justicia iniciará este día, y se prevé que llegue el 8 al Zócalo de la Ciudad de México.
Convocada por el poeta Javier Sicilia, los participantes recorrerán a pie y en silencio unos 80 kilómetros y emplazarán al Estado a frenar el derramamiento de sangre y replantear la estrategia contra el crimen organizado.
Diferentes sectores han ofrecido apoyo en especie o económico para la marcha.
La manifestación empezó a tejerse semanas atrás, cuando ciudadanos, estudiantes, empresarios y otros sectores levantaron la mano para apoyar.
Unos llegaron con bolsas de despensa y medicinas al plantón en el Zócalo de Cuernavaca. Los de más recursos convocaron a los socios a donar alimentos, y otros se organizaron en las redes sociales, como Facebook y Twitter, para solicitar tiendas de campaña.
La Cámara Nacional de Restaurantes y Alimentos Condimentados convocó a sus socios en Morelos y donó 500 paquetes de comida para el arranque de la movilización.
"Nos sumamos con el apoyo a una marcha que se da a favor de la paz y la tranquilidad. Es un mensaje a la autoridad para que nos devuelva la calma.
"Estamos en una etapa de violencia y de alerta a las autoridades para que nos devuelvan la paz", dijo Ángel Adame, dirigente local del organismo.
Los pobladores de Coajomulco, por ejemplo, reunieron guisados y tortillas y compartirán con los manifestantes la cena y el desayuno, además del techo de una escuela primaria para pernoctar.
Uno de los habitantes del poblado fue asesinado por defender los bosques. A la fecha, la muerte está impune.
Exigen alto a la impunidad
Desde distintos puntos del País familias y organizaciones llegaron a esta ciudad cargando a sus propios muertos y agravios.
Junto a Javier Sicilia, otras víctimas de la guerra contra el crimen organizado y de la impunidad encabezarán la marcha.
Olga Reyes Salazar, cuyos hermanos Josefina, Magdalena y Elías, así como la esposa de éste, Luisa Ornelas, fueron desaparecidos y asesinados en Ciudad Juárez, Chihuahua se sumó a la movilización.
También caminarán familiares de los jóvenes asesinados en Villas de Salvárcar, Ciudad Juárez, crimen que se mantiene sin castigo. Julián Le Barón marchará por la memoria de su hermano Benjamín y su pariente Luis Withman, a quienes mataron en el Municipio de Galeana, luego de resistirse al pago del secuestro de otro de sus hermanos.
"Sin justicia, no vamos a tener ni seguridad, ni dignidad a la larga, por eso estamos aquí, en esta marcha. Creo que necesitamos enfocarnos en las causas de la violencia y una lucha contra el narco no logrará eso", sostuvo.
Recorrerá los 80 kilómetros Ignacio Mendoza Jiménez, ex subprocurador regional de Morelia, encarcelado durante el llamado "michoacanazo", por supuestos vínculos con el crimen organizado.
Patricia Duarte y José Martínez, padres de la Guardería ABC, marcharán en repudio a la corrupción e impunidad. Omar Esparza, esposo de Bety Cariño, activista de derechos humanos asesinada en San Juan Copala también se unirá.
Lo mismo que Alberto Pérez Arias y José Ramón Vázquez, integrantes de la organización "Las Abejas", que hace 14 años sufrió la masacre de Acteal, donde murieron 45 indígenas clamaran justicia en dicha marcha.
Uno junto a otro, los agraviados de este País marcharán por la justicia en una caminata que concluirá con un pacto, el cual será firmado en Ciudad Juárez.
Y junto a ellos estarán presentes el Obispo Raúl Vera, el sacerdote Alejandro Solalinde, estudiantes de la UNAM, Policía Comunitaria de Guerrero, el Consejo de Pueblos de Morelos, activistas en contra de la Minera San Javier y demás ciudadanos que se sumen, en un gesto de solidaridad.
Una parte del mensaje de la caravana se resumirá en las mantas que encabezarán al contingente: "Gran marcha nacional por la paz con justicia y dignidad", "Estamos hasta la madre. Alto a la guerra. Por un México justo y en paz", "Alto a la guerra civil. Nuestra fuerza es la diversidad".
Paralela a esta marcha, en otras 31 ciudades del País se replicará el reclamo para terminar con el derramamiento de sangre, modificar la estrategia contra el crimen y exigir justicia por los muertos de la guerra, así como en 18 ciudades de nueve países de América y Europa.
La caminata fue convocada en silencio. Porque, según los organizadores, sólo en él es posible congregar a las distintas corrientes ideológicas que se incluyen en una sola petición, la refundación del País.
El 8 de mayo, en la Ciudad de México, Javier Sicilia, Olga Reyes Salazar y una madre de los jóvenes asesinados en Villas de Salvárcar leerán el documento con exigencias al Estado en carácter de emplazamiento.
Después de la lectura, se espera que los poetas Juan Gelman y José Emilio Pacheco pronuncien unas palabras para cerrar la movilización.
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