Martha Anaya / Crónica de Política
Arropando a Luis Felipe Bravo Mena, tres secretarios de Estado –Ernesto Cordero, Alonso Lujambio y Javier Lozano—se lanzaron a ritmo de cumbia contra los priistas y su candidato a la gubernatura, Eruviel Ávila.
El titular de Hacienda no sólo criticó, sino que se burló de la promesa de Eruviel Ávila de bajar el IETU:
Bajar la tasa, dijo, no sólo va a traer “endeudamiento” sino que, como acostumbran, “luego van a ir con el gobierno federal a pedirle, a extender y tender la mano para que les demos y hacer caravana con sombrero ajeno”.
El de Educación trajo a la memoria una de sus promesas del ex gobernador Arturo Montiel hace doce años: “Voy a acabar con las ratas”. Y resulta que “Montiel se convirtió, según muchos señalaron, en la principal rata de la historia del Estado de México”.
Risas y más burlas del respetable mientras los suspirantes panistas a la grande se lanzaban a bailar unas cumbias.
Reacción de los priistas:
Humberto Moreira, dirigente nacional del tricolor, lamenta la participación de secretarios del gabinete federal en la campaña del panista “en lo que ellos llaman su tiempo libre” y pide al Presidente a “poner orden” en su actuación.
De Lujambio y su lenguaje señala: “muestra su verdadero yo con esa actitud” Y explica la actitud belicosa del Educación y los gritos de sus compañeros –“¡parece que se les salen los ojos!”– a que ellos (los panistas) subieron por el elevador, no subieron por las escaleras.”
Miguel Osorio Chong intenta explicar a los reporteros que Eruviel no ha rebasado los gastos de campaña, como le acusan panistas y perredistas. Dice no tener “los datos precisos” de lo que han erogado pero anuncia que “no vamos a llegar al tope de campaña establecido por la ley”.
Difícil creerle. Sólo hay que ver la cantidad de espectaculares en el camino del DF a Toluca.
¿Blindar las campañas?, otro de los temas que rondan esta elección. La respuesta priista es no –afirman que ellos conocen bien a sus candidatos–, y menos a través de una institución federal. La razón que dio Moreira se basó precisamente en lo ocurrido el domingo:
“Porque vemos a los actores políticos, a los secretarios, en esta participación difamando, denostando, calumniando, utilizando datos y distorsionando la verdad; ellos mismos quedan eliminados en cuanto a las confianza… No tienen ya, en estos momentos, el respeto para su credibilidad toda vez que toman partido y de qué forma”.
Andrés Manuel López Obrador asoma desde su trinchera y alega que está iniciando la disputa por la nación, que se va a dar de manera plena “contra la mafia en el poder” en julio del año próximo
Advierte que la operación para “reinstalar al PRI” en la Presidencia de la República está a cargo de Carlos Salinas de Gortari, Televisa y la maestra Elba Esther Gordillo, “quien después de que ayudó en el fraude (de 2006 a Felipe) Calderón, (ahora) está entregada por completo a (Enrique) Peña Nieto.
Gastos exagerados e inexplicables, intromisión de funcionarios en las campañas, amagos de acusaciones para “blindar” campañas y candidatos, acusaciones a diestra y siniestra, advertencias de conspiraciones.
Es, por lo pronto, un esbozo de lo que nos espera para el año entrante. Y eso que en el Edomex apenas van en el octavo día de campaña y que todavía andan con ánimo de echar una bailada a ritmo de cumbia.
Arropando a Luis Felipe Bravo Mena, tres secretarios de Estado –Ernesto Cordero, Alonso Lujambio y Javier Lozano—se lanzaron a ritmo de cumbia contra los priistas y su candidato a la gubernatura, Eruviel Ávila.
El titular de Hacienda no sólo criticó, sino que se burló de la promesa de Eruviel Ávila de bajar el IETU:
Bajar la tasa, dijo, no sólo va a traer “endeudamiento” sino que, como acostumbran, “luego van a ir con el gobierno federal a pedirle, a extender y tender la mano para que les demos y hacer caravana con sombrero ajeno”.
El de Educación trajo a la memoria una de sus promesas del ex gobernador Arturo Montiel hace doce años: “Voy a acabar con las ratas”. Y resulta que “Montiel se convirtió, según muchos señalaron, en la principal rata de la historia del Estado de México”.
Risas y más burlas del respetable mientras los suspirantes panistas a la grande se lanzaban a bailar unas cumbias.
Reacción de los priistas:
Humberto Moreira, dirigente nacional del tricolor, lamenta la participación de secretarios del gabinete federal en la campaña del panista “en lo que ellos llaman su tiempo libre” y pide al Presidente a “poner orden” en su actuación.
De Lujambio y su lenguaje señala: “muestra su verdadero yo con esa actitud” Y explica la actitud belicosa del Educación y los gritos de sus compañeros –“¡parece que se les salen los ojos!”– a que ellos (los panistas) subieron por el elevador, no subieron por las escaleras.”
Miguel Osorio Chong intenta explicar a los reporteros que Eruviel no ha rebasado los gastos de campaña, como le acusan panistas y perredistas. Dice no tener “los datos precisos” de lo que han erogado pero anuncia que “no vamos a llegar al tope de campaña establecido por la ley”.
Difícil creerle. Sólo hay que ver la cantidad de espectaculares en el camino del DF a Toluca.
¿Blindar las campañas?, otro de los temas que rondan esta elección. La respuesta priista es no –afirman que ellos conocen bien a sus candidatos–, y menos a través de una institución federal. La razón que dio Moreira se basó precisamente en lo ocurrido el domingo:
“Porque vemos a los actores políticos, a los secretarios, en esta participación difamando, denostando, calumniando, utilizando datos y distorsionando la verdad; ellos mismos quedan eliminados en cuanto a las confianza… No tienen ya, en estos momentos, el respeto para su credibilidad toda vez que toman partido y de qué forma”.
Andrés Manuel López Obrador asoma desde su trinchera y alega que está iniciando la disputa por la nación, que se va a dar de manera plena “contra la mafia en el poder” en julio del año próximo
Advierte que la operación para “reinstalar al PRI” en la Presidencia de la República está a cargo de Carlos Salinas de Gortari, Televisa y la maestra Elba Esther Gordillo, “quien después de que ayudó en el fraude (de 2006 a Felipe) Calderón, (ahora) está entregada por completo a (Enrique) Peña Nieto.
Gastos exagerados e inexplicables, intromisión de funcionarios en las campañas, amagos de acusaciones para “blindar” campañas y candidatos, acusaciones a diestra y siniestra, advertencias de conspiraciones.
Es, por lo pronto, un esbozo de lo que nos espera para el año entrante. Y eso que en el Edomex apenas van en el octavo día de campaña y que todavía andan con ánimo de echar una bailada a ritmo de cumbia.
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