Eruviel, por votos; Encinas por unidad

Rubén Cortés

La aparentemente deliberada debilidad del inicio de campaña del panista Luis Felipe Bravo (para justificar luego su declinación a favor del perredista Alejandro Encinas) avisó en cinco días que la pelea por la gubernatura en el Edomex será entre éste y el priista Eruviel Ávila.

Cinco días que mostraron errores y aciertos de los tres equipos de campaña, que perfilan la proyección de los abanderados en una competencia de 45 días, que será lo más parecido a una carrera de cien metros planos: rápida e impactante.

Eruviel Ávila tomó rápidamente la vanguardia como candidato de propuestas: desde el primer minuto presentó planteamientos tangibles, como la firma de seis mil compromisos ante Notario Público.

Se comprometió a eliminar el cobro de la tenencia vehicular desde 2012, el IETU a pequeños contribuyentes, disminuir y eliminar impuestos, combatir la pobreza y la desigualdad y estímulos fiscales a empresas que contraten jóvenes y adultos mayores.

Salió a buscar el voto con temas concretos y orientados a consolidar su posicionamiento entre los electores, como si no llevase 30 puntos de ventaja en las encuestas:

–Según El Universal, inició la contienda con 54 por ciento, seguido por Encinas (25) y Bravo Mena (21).

–Para GCE, tiene 47.7 por ciento, Encinas (15.8) y Bravo Mena (14.3).

El desacierto priista está en su operación de medios. Privilegia los electrónicos a través de una comparación mecánica de ratings. Y en las ruedas de prensa exige preguntas escritas y previamente seleccionadas.

La prensa escrita tiene su marco de influencia y un papel básico en la comunicación. Es un error que una campaña bien planteada y con tan buen candidato descuide este flanco.

Encinas comenzó con un gol mediático al juntar a AMLO y Cárdenas tras 11 años de distanciamiento público, pero igualmente con un error al centrar sus spots en el Gobernador Enrique Peña, quien ni siquiera participará en los actos de campaña.

El primer spot es flojo, con un actor que simula ser Peña fumando puro y criticando a los políticos que andan en camionetas, al igual que el propio Encinas: una pérdida de tiempo y de recursos.

El segundo toca un tema más real, el de los feminicidios, aunque es confuso por simular un suicidio y mostrar un cementerio con zombis, uno de los cuales menciona un “plan de Alejandro Encinas” en la materia.

Un sinsentido, pues en el Edomex existe la Ley Nemer, aprobada por el propio PRD, que combate este delito con una fiscalía especial. El spot reafirma que Encinas desconoce lo que sucede en el estado que quiere gobernar.

Por ahí irá transitando la contienda: un candidato que conoce bien el estado, Eruviel Ávila. Y otro que no lo conoce, Alejandro Encinas.

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