Es el estado en el que tratan de realizar un ‘ensayo’
Salvador García Soto
Si para el PRI los comicios del Estado de México son el “laboratorio” para el 2012, y ahí los priístas están probando estrategias, discurso y formas de operar que planean replicar en la elección de 2012, para Felipe Calderón y el PAN, Michoacán es el estado en el que tratan de realizar un “ensayo” de lo que podría ocurrir en los comicios presidenciales.
El empresario Fernando Rodríguez Herrejon, quién presiden una “Fundación Ciudadana para el Desarrollo Integral de Michoacán”, es el autor de esta propuesta que primero inició con la idea de que los distintos partidos, PRI, PAN y PRD se pusieran de acuerdo en un candidato común, con base en encuestas, y de ese modo se evitara “el desgaste” de las elecciones. Aunque el priísta Fausto Vallejo y la panista Luisa María Calderón no vieron mal ese planteamiento, desde el PRD se rechazó tajantemente la idea.
Vino entonces otro planteamiento del organismo empresarial: cancelar las elecciones. Que se optara por no realizar los comicios del 13 de noviembre próximo y se buscara un interinato en espera de que “mejoren las condiciones” de seguridad en el estado. En Michoacán hablan de la cercanía que el empresario Rodríguez Castrejón tiene con la familia Calderón y ven su activismo como una línea de acción directa de Los Pinos. ¿Pero qué buscan lograr con una eventual cancelación de comicios que ya fue incluso motivo de una visita urgente del gobernador Leonel Godoy a la casa presidencial, donde se reunió en privado con el presidente Calderón?
Aquí viene lo interesante: lo que se promueve en Michoacán como propuestas “ciudadanas” sería en realidad un “ensayo” para probar si el tema de la seguridad, la violencia y la amenaza del poder corruptor del narcotráfico, presente en varias regiones del país, puede ser motivo suficiente para suspender o posponer la realización de unas elecciones. Si, como afirman en Morelia, este ensayo es inducido desde el centro, entonces en el gobierno federal estarían analizando si en 2012, en la elección presidencial, se puede llegar a aplicar una medida como la cancelación de comicios “por falta de garantías” para su realización.
Esa es exactamente la línea de comunicación que esta semana salió de la PGR, cuando la procuradora Marisela Morales, en una reunión con senadores, advirtió del riesgo que representa el narcotráfico para los comicios estatales de este año y para la elección de 2012. Junto al titular de la FEPADE, José Luis Vargas, la procuradora habló del peligro de que el narco se infiltre en las campañas mediante “prácticas sofisticadas” y trate de impulsar candidatos o comprar votos.
En una reunión privada en sus oficinas, a la que asistieron los senadores del PAN, Federico Döring y Blanca Judith Díaz; el perredista Rubén Velázquez; el ecologista Jorge Legorreta, y el priísta Ricardo Fidel Pacheco, la procuradora les presentó un diagnóstico sobre las elecciones de 2011 y 2012, en el que se habla de “focos rojos” por la posible penetración de los narcotraficantes que podrían amenazar la seguridad de los comicios, desde impedir instalación de casillas o robar urnas, hasta intimidar a funcionarios de casillas o robar documentación electoral; además del riesgo de lavado de dinero en las campañas o de candidatos narcos.
En una ocasión, en una reunión con funcionarios de la PGR y de la FEPADE, un senador de oposición peguntó ¿a que se referían cuando hablaban de “riesgos de desestabilización”? en las elecciones. Y la respuesta que le dieron fue los comicios podrían ser utilizados por los narcotraficantes para intentar colocar autoridades afines a ellos o, en su defecto, “impedir y sabotear la realización de las votaciones”.
Habrá que ver hacia donde se dirige ese discurso federal y esas advertencias y “focos rojos” sobre un problema que ni siquiera es nuevo en el país, pero que empieza a ser utilizado como una amenaza a las elecciones. Michoacán ya fue laboratorio del gobierno de Calderón cuando, en un operativo espectacular, detuvieron a 35 alcaldes y funcionarios estatales acusados de vínculos con La Familia Michoacana; casi todos ellos hoy están libres porque no pudieron probarles esos vínculos.
Hoy, mientras toda la atención está puesta en el Estado de México, Michoacán puede ser nuevamente el laboratorio para una cancelación de los comicios, con el argumento de que no hay condiciones de seguridad para que se lleven a cabo, en un ensayo de algo que se podría intentar en 2012 y que impediría que ocurriera lo que, dicen, es una obsesión que atormenta en la casa presidencial: tener que entregarle el poder al PRI.
Salvador García Soto
Si para el PRI los comicios del Estado de México son el “laboratorio” para el 2012, y ahí los priístas están probando estrategias, discurso y formas de operar que planean replicar en la elección de 2012, para Felipe Calderón y el PAN, Michoacán es el estado en el que tratan de realizar un “ensayo” de lo que podría ocurrir en los comicios presidenciales.
El empresario Fernando Rodríguez Herrejon, quién presiden una “Fundación Ciudadana para el Desarrollo Integral de Michoacán”, es el autor de esta propuesta que primero inició con la idea de que los distintos partidos, PRI, PAN y PRD se pusieran de acuerdo en un candidato común, con base en encuestas, y de ese modo se evitara “el desgaste” de las elecciones. Aunque el priísta Fausto Vallejo y la panista Luisa María Calderón no vieron mal ese planteamiento, desde el PRD se rechazó tajantemente la idea.
Vino entonces otro planteamiento del organismo empresarial: cancelar las elecciones. Que se optara por no realizar los comicios del 13 de noviembre próximo y se buscara un interinato en espera de que “mejoren las condiciones” de seguridad en el estado. En Michoacán hablan de la cercanía que el empresario Rodríguez Castrejón tiene con la familia Calderón y ven su activismo como una línea de acción directa de Los Pinos. ¿Pero qué buscan lograr con una eventual cancelación de comicios que ya fue incluso motivo de una visita urgente del gobernador Leonel Godoy a la casa presidencial, donde se reunió en privado con el presidente Calderón?
Aquí viene lo interesante: lo que se promueve en Michoacán como propuestas “ciudadanas” sería en realidad un “ensayo” para probar si el tema de la seguridad, la violencia y la amenaza del poder corruptor del narcotráfico, presente en varias regiones del país, puede ser motivo suficiente para suspender o posponer la realización de unas elecciones. Si, como afirman en Morelia, este ensayo es inducido desde el centro, entonces en el gobierno federal estarían analizando si en 2012, en la elección presidencial, se puede llegar a aplicar una medida como la cancelación de comicios “por falta de garantías” para su realización.
Esa es exactamente la línea de comunicación que esta semana salió de la PGR, cuando la procuradora Marisela Morales, en una reunión con senadores, advirtió del riesgo que representa el narcotráfico para los comicios estatales de este año y para la elección de 2012. Junto al titular de la FEPADE, José Luis Vargas, la procuradora habló del peligro de que el narco se infiltre en las campañas mediante “prácticas sofisticadas” y trate de impulsar candidatos o comprar votos.
En una reunión privada en sus oficinas, a la que asistieron los senadores del PAN, Federico Döring y Blanca Judith Díaz; el perredista Rubén Velázquez; el ecologista Jorge Legorreta, y el priísta Ricardo Fidel Pacheco, la procuradora les presentó un diagnóstico sobre las elecciones de 2011 y 2012, en el que se habla de “focos rojos” por la posible penetración de los narcotraficantes que podrían amenazar la seguridad de los comicios, desde impedir instalación de casillas o robar urnas, hasta intimidar a funcionarios de casillas o robar documentación electoral; además del riesgo de lavado de dinero en las campañas o de candidatos narcos.
En una ocasión, en una reunión con funcionarios de la PGR y de la FEPADE, un senador de oposición peguntó ¿a que se referían cuando hablaban de “riesgos de desestabilización”? en las elecciones. Y la respuesta que le dieron fue los comicios podrían ser utilizados por los narcotraficantes para intentar colocar autoridades afines a ellos o, en su defecto, “impedir y sabotear la realización de las votaciones”.
Habrá que ver hacia donde se dirige ese discurso federal y esas advertencias y “focos rojos” sobre un problema que ni siquiera es nuevo en el país, pero que empieza a ser utilizado como una amenaza a las elecciones. Michoacán ya fue laboratorio del gobierno de Calderón cuando, en un operativo espectacular, detuvieron a 35 alcaldes y funcionarios estatales acusados de vínculos con La Familia Michoacana; casi todos ellos hoy están libres porque no pudieron probarles esos vínculos.
Hoy, mientras toda la atención está puesta en el Estado de México, Michoacán puede ser nuevamente el laboratorio para una cancelación de los comicios, con el argumento de que no hay condiciones de seguridad para que se lleven a cabo, en un ensayo de algo que se podría intentar en 2012 y que impediría que ocurriera lo que, dicen, es una obsesión que atormenta en la casa presidencial: tener que entregarle el poder al PRI.
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