Edomex: ¿un secretario de Peña?

Francisco Rodríguez / Índice Político

En los cuarteles de campaña de Enrique Peña Nieto están a la espera del golpe. Intuyen que les será asestado en las proximidades de la fecha comicial, cual ha sido el estilo de la casa calderonista. Sucedió así en Jalisco, cuando una filtración periodística sobre un caso superado y aclarado tumbó a Arturo Zamora de las preferencias electorales, y se volvió a poner en práctica en Guerrero apenas un par de días antes del día de las elecciones, difundiendo una patraña que afectó la imagen, y las intenciones de voto a su favor, del también priísta Manuel Añorve.

Esperan lo mismo en Toluca. Y por más que buscan no tienen idea de quién o quiénes serán los blancos a atacar, para ahora afectar la campaña del candidato tricolor Eruviel Ávila, pero también la muy adelantada de Peña Nieto en busca de la silla presidencial y, en general, a la recompuesta imagen –más por el desgaste y la estulticia de los panistas tras once años de no poder, que por regeneración propia– del PRI.

Hay nerviosismo, pues, en los cuarteles peñistas. Se suma al que priva entre una clase política totalmente “sacada de onda” por la heterodoxa designación de Peña a favor de Ávila como abanderado priísta a la gubernatura –a lo que fue obligado por la amenaza de una alianza de sus opositores–, misma que es calificada por “los tolucos” como “una traición a la familia” pues, recuerdan, Peña Nieto no sólo es oriundo de Atlacomulco –sede del grupo hegemónico ahora desplazado–, “también él es un Del Mazo”.

Dividida desde siempre en dos bandos, los “del Valle (de México)” y los “de Toluca”, esa clase política manifiesta, respectivamente, un optimismo desbordado –“ahora sí tenemos las arcas para nosotros”– y un pesimismo derrotista –“nos van a quitar la chamba”– que, en ambos casos, sólo denota una ingenuidad terrible.

Y aunque a veces pareciera que sí, quienes no son presas de la ingenuidad son los ex gobernadores Alfredo del Mazo Maza, padre del sacrificado alcalde de Huixquilucan, y Emilio Chuayffet, mentor de Ernesto Nemer, otro de los finalistas, a quienes se les ha hecho punto más que difícil digerir la candidatura a la gubernatura del dos veces ex alcalde de Ecatepec. No lo tragan, cual se dice popularmente.

Hay nerviosismo por doquier. Se hace muy evidente entre los más cercanos colaboradores del todavía gobernador Peña Nieto, como sería el caso ejemplificativo de su secretario general de Gobierno, Luis Miranda Nava, quien pierde la vertical en público, pero también el temple dentro de sus oficinas.

Un par de casos: Hace unas semanas, Miranda Nava salió de un comer de un restaurante toluqueño en estado más que inconveniente. Comenzó a vomitar en la vía pública los muchos líquidos ingeridos, ante el azoro de los no pocos viandantes que por ahí circulaban y la ineptitud de su nutrido cuerpo de escoltas que, no sin asco, fueron incapaces de rodear al secretario y cubrirlo de las miradas ¿indiscretas? En su oficina, además, es intolerante y además intolerable. Siempre enojado, dicta órdenes que a muchos se les hacen incomprensibles, y luego estalla en gritos y vituperios, cuando aquellas no son cumplidas a su antojo.

Miranda Nava, por si fuera poco, habla de más. Prácticamente todo Toluca sabe de su propia boca que él y sólo él es el encargado de supervisar directamente la construcción de una mega-residencia veraniega para Peña Nieto en Ixtapa-Zihuatanejo… que recién viajó al extranjero a hacer un depósito de varias decenas de millones de dólares… que esto, lo otro y más allá.

Del secretario de gobierno de Peña Nieto ya ha tenido usted referencias en este espacio. Hay versiones que lo ubican tras la todavía increíble versión oficial de la muerte de la niña Paulette Gebara, caso que mantuvo entretenida a la opinión pública todo el primer semestre del año anterior.

Aquí le comenté el 16 de junio de 2010 que Miranda Nava habría solicitado a la familia de la víctima “100 millones de pesos, a cambio de que un par de días después de hecha su petición se ‘cerrara’ el caso e, incluso, el por aquel entonces todavía procurador Bazbaz dejara el cargo.”

También que “los familiares del padre de la niña, Mauricio Gebara, señaladamente su propio padre, sólo pudieron reunir 50 millones de pesos, mismos que le habrían sido entregados a Luis Miranda Nava y que, cual éste se había comprometido, un par de días después se habría dado a conocer el dictamen en el que todavía nadie cree: que la muerte de Paulette Gebara Farah habría sido ‘accidental’.

“Quienes conocen la versión –y no son pocos–, se plantean varias preguntas. ¿De verdad influyó Miranda Nava en el documento que el ahora ex procurador Bazbaz leyó ante los medios en una conferencia de prensa? ¿Actuó Miranda Nava per se –en cuanto a la petición millonaria– o siguió instrucciones superiores? ¿Acaso sólo se ‘agandalló’ y, enterado de por dónde venía el resultado de las pesquisas, pidió los cien millones –de los que sólo habría recibido la mitad– para su peculio?”

Tras conocer usted todo esto, ¿cree que el golpe en contra de Peña Nieto en este mes de junio, tendrá como blanco al muy oscuro Miranda Nava?

Hay quienes apuestan a que sí. Que por ahí llegará uno de los golpes a la aspiración presidencial del gobernador mexiquense.

Índice Flamígero: El personaje “de los medios” –que ya fue priísta, neo-aliancista y ahora es panista– organizó una comida en honor de distinguida colaboradora de un conductor de radio y televisión. Fue pretexto para acercarse al jefe de prensa del priísta mejor posicionado en las encuestas para “lo que viene” en 2012. No lo soltó ni para ir al baño. De la homenajeada, simplemente se olvidó. Ya se acomoda para regresar al rebaño tricolor.

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