Portando mantas con mensajes como: “Ellos ponen las armas, México los muertos”, integrantes de diversas organizaciones civiles, encabezadas por el poeta Javier Sicilia y el obispo Raúl Vera, marchan hacia el Distrito Federal.
Alonso Urrutia, enviado, y Rubicela Morelos, corresponsal
La marcha por la paz con justicia y dignidad arribó esta tarde al poblado de Coajomulco donde pernoctarán en su trayecto a la ciudad de México. Recibidos por una comisión de esta comunidad con una ceremonia tradicional y diversas expresiones de solidaridad con la causa en contra de la violencia en el país, alrededor de 800 manifestantes arribaron tras un recorrido cercano a los 20 kilómetros.
Encabezados por el poeta, Javier Sicilia, convocante de la manifestación, en el trayecto que conduce al centro de esta comunidad encontraron diversos carteles improvisados reivindicando la lucha para poner fin a la violencia en el país. A lo largo de este día no se reportaron incidentes dentro de la movilización que fue resguardada, paradójicamente, por patrullas de la Policía Federal y vehículos de Caminos y Puentes Federales para garantizar la seguridad de los manifestantes.
Prácticamente al concluir el primero de los cuatro días que implicará su trayecto hasta la capital del país, donde se espera un mitin en el cual se dará a conocer la convocatoria a un pacto ciudadano por la paz, no se gritaron consignas.
Sicilia dijo que la marcha sería silenciosa como una forma de expresar el dolor de las familias de las víctimas y en diversas entrevistas que ofreció a lo largo del camino, insistió en su exigencia de que el gobierno modifique su estrategia de combate al crimen organizado.
También insistió en la urgencia de un pacto ciudadano, de la necesidad de que más personas, afectadas o no por la violencia, se unan a esta marcha contra una situación que ya no es admisible. Hemos sido tamien culpables, por omisión, porque no hemos podido fiscalizar a estas autoridades que no han podido con sus obligación para garantizar seguridad.
La movilización fue apoyada con víveres y agua que ofrecieron diversas comunidades y organizaciones que fueron entregando al paso de los manifestantes que vinieron de diversas partes del país, aunque fue notoria la presencia de organizaciones y familiares de Chihuahua y Morelos.
Asimismo, participaron algunas otras organizaciones como el Sindicato Mexicano de Electricistas y representantes del magisterio de Morelos en protesta contra el gobernador, Marco Adame.
Reunidos en la Paloma de la Paz, a las afueras de esta ciudad morelense, la marcha arrancó previo un mensaje del poeta en el que cuestionó el mensaje presidencial de la noche. “Parece que no ha entendido, parece que oye pero no escucha” el reclamo social de poner fin a esta guerra que no la está perdiendo ni el Estado ni los criminales, sino la sociedad.
Sicilia dijo que no tienen la pretensión de llegar a México para reunirse con ningún funcionario, sino para convocar a un pacto que termine con esta violencia absurda. Dijo que el estado ha sido incapaz de garantizarle seguridad a la sociedad. En medio de una gran expectativa mediática, el poeta cuestiono que la aceleración en las investigaciones de la muerte de su hijo tenga la pretensión de bajarle presión a la marcha.
Durante la manifestación participó también el obispo Raúl Vera, quien condenó la estrategia gubernamental seguida en la lucha contra el narcotráfico y se unió a las voces que exigen un cambio de estrategia. Aseguró que las estructuras institucionales han sido incapaces de dar respuesta al fenómeno de violencia que hay en el país y consideró que en la mayor parte de los casos, los familiares de las víctimas solo han recibido la impunidad como respuesta oficial.
Entre los participantes, todos explican con paciencia las razones de su pena, para concluir, casi invariablemente que están sumergidos en un tortuoso camino jurídico que solo tiene hasta ahora, no importa el tiempo que haya pasado de sus tragedias, el mismo desenlace, impunidad.
Alonso Urrutia, enviado, y Rubicela Morelos, corresponsal
La marcha por la paz con justicia y dignidad arribó esta tarde al poblado de Coajomulco donde pernoctarán en su trayecto a la ciudad de México. Recibidos por una comisión de esta comunidad con una ceremonia tradicional y diversas expresiones de solidaridad con la causa en contra de la violencia en el país, alrededor de 800 manifestantes arribaron tras un recorrido cercano a los 20 kilómetros.
Encabezados por el poeta, Javier Sicilia, convocante de la manifestación, en el trayecto que conduce al centro de esta comunidad encontraron diversos carteles improvisados reivindicando la lucha para poner fin a la violencia en el país. A lo largo de este día no se reportaron incidentes dentro de la movilización que fue resguardada, paradójicamente, por patrullas de la Policía Federal y vehículos de Caminos y Puentes Federales para garantizar la seguridad de los manifestantes.
Prácticamente al concluir el primero de los cuatro días que implicará su trayecto hasta la capital del país, donde se espera un mitin en el cual se dará a conocer la convocatoria a un pacto ciudadano por la paz, no se gritaron consignas.
Sicilia dijo que la marcha sería silenciosa como una forma de expresar el dolor de las familias de las víctimas y en diversas entrevistas que ofreció a lo largo del camino, insistió en su exigencia de que el gobierno modifique su estrategia de combate al crimen organizado.
También insistió en la urgencia de un pacto ciudadano, de la necesidad de que más personas, afectadas o no por la violencia, se unan a esta marcha contra una situación que ya no es admisible. Hemos sido tamien culpables, por omisión, porque no hemos podido fiscalizar a estas autoridades que no han podido con sus obligación para garantizar seguridad.
La movilización fue apoyada con víveres y agua que ofrecieron diversas comunidades y organizaciones que fueron entregando al paso de los manifestantes que vinieron de diversas partes del país, aunque fue notoria la presencia de organizaciones y familiares de Chihuahua y Morelos.
Asimismo, participaron algunas otras organizaciones como el Sindicato Mexicano de Electricistas y representantes del magisterio de Morelos en protesta contra el gobernador, Marco Adame.
Reunidos en la Paloma de la Paz, a las afueras de esta ciudad morelense, la marcha arrancó previo un mensaje del poeta en el que cuestionó el mensaje presidencial de la noche. “Parece que no ha entendido, parece que oye pero no escucha” el reclamo social de poner fin a esta guerra que no la está perdiendo ni el Estado ni los criminales, sino la sociedad.
Sicilia dijo que no tienen la pretensión de llegar a México para reunirse con ningún funcionario, sino para convocar a un pacto que termine con esta violencia absurda. Dijo que el estado ha sido incapaz de garantizarle seguridad a la sociedad. En medio de una gran expectativa mediática, el poeta cuestiono que la aceleración en las investigaciones de la muerte de su hijo tenga la pretensión de bajarle presión a la marcha.
Durante la manifestación participó también el obispo Raúl Vera, quien condenó la estrategia gubernamental seguida en la lucha contra el narcotráfico y se unió a las voces que exigen un cambio de estrategia. Aseguró que las estructuras institucionales han sido incapaces de dar respuesta al fenómeno de violencia que hay en el país y consideró que en la mayor parte de los casos, los familiares de las víctimas solo han recibido la impunidad como respuesta oficial.
Entre los participantes, todos explican con paciencia las razones de su pena, para concluir, casi invariablemente que están sumergidos en un tortuoso camino jurídico que solo tiene hasta ahora, no importa el tiempo que haya pasado de sus tragedias, el mismo desenlace, impunidad.
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