Van a la contienda con una imagen bien definida, señalan
Luis Felipe Bravo Mena, Alejandro Encinas Rodríguez y Eruviel Ávila Villegas llegan al arranque de la contienda por la gubernatura del Estado de México con una imagen definida por su desarrollo individual, la relación con actores políticos nacionales y su personalidad, informó El Universal.
Los especialistas en estrategia y marketing político, Carlos Mandujano —cabeza de la agencia Cuarto de Guerra— y Xavier Domínguez —líder en América Latina de la agencia española SCPF— realizan un profundo análisis de la imagen que proyecta cada abanderado.
Para Mandujano el candidato del Revolucionario Institucional refleja la personalidad de un zorro, “por su astucia”, el del PAN un búho “por aburrido” y el del PRD un perro San Bernardo “por lo amigable y fuerte”.
En tanto, que para Domínguez el abanderado panista sería un cuervo “por elegante y aburrido”, Encinas un oso perezoso y Ávila una hormiga “al ser un hombre que ha sabido guardar, que ha hecho su trabajo y ahora aflora el esfuerzo”.
“En cualquier lado priva más la imagen, la percepción de la persona que el tema del partido, entre otras cosas, porque la franja ideológica entre las organizaciones es tan débil que al final los puede representar cualquiera que suponga un carisma”, dice Xavier Domínguez.
Refuerza: La imagen de candidato se trabaja desde antes, es lo más importante en la preparación, por encima del trabajo electoral y de la ideología.
Candidatos con grandes posibilidades electorales pero con una mala imagen acaban perdiendo y candidatos con partidos chicos y bien valorados en cuanto a su imagen personal y capacidad acaban gobernando.
En su análisis, Mandujano advierte que Luis Felipe Bravo Mena refleja en primera instancia la imagen de un sacerdote o un bibliotecario, que cuando se lleva a lo político se convierte en un hombre de escritorio que representa al conservadurismo.
“No lo veo un hombre de acción, llevándolo a juguetes no es un G I Joe, pero tampoco es un Pinky y Cerebro. No me refleja acción ni frescura pero sí grises, conservadurismo y no lo veo cercano de la gente”, apunta el estratega electoral.
Luis Felipe Bravo Mena, Alejandro Encinas Rodríguez y Eruviel Ávila Villegas llegan al arranque de la contienda por la gubernatura del Estado de México con una imagen definida por su desarrollo individual, la relación con actores políticos nacionales y su personalidad, informó El Universal.
Los especialistas en estrategia y marketing político, Carlos Mandujano —cabeza de la agencia Cuarto de Guerra— y Xavier Domínguez —líder en América Latina de la agencia española SCPF— realizan un profundo análisis de la imagen que proyecta cada abanderado.
Para Mandujano el candidato del Revolucionario Institucional refleja la personalidad de un zorro, “por su astucia”, el del PAN un búho “por aburrido” y el del PRD un perro San Bernardo “por lo amigable y fuerte”.
En tanto, que para Domínguez el abanderado panista sería un cuervo “por elegante y aburrido”, Encinas un oso perezoso y Ávila una hormiga “al ser un hombre que ha sabido guardar, que ha hecho su trabajo y ahora aflora el esfuerzo”.
“En cualquier lado priva más la imagen, la percepción de la persona que el tema del partido, entre otras cosas, porque la franja ideológica entre las organizaciones es tan débil que al final los puede representar cualquiera que suponga un carisma”, dice Xavier Domínguez.
Refuerza: La imagen de candidato se trabaja desde antes, es lo más importante en la preparación, por encima del trabajo electoral y de la ideología.
Candidatos con grandes posibilidades electorales pero con una mala imagen acaban perdiendo y candidatos con partidos chicos y bien valorados en cuanto a su imagen personal y capacidad acaban gobernando.
En su análisis, Mandujano advierte que Luis Felipe Bravo Mena refleja en primera instancia la imagen de un sacerdote o un bibliotecario, que cuando se lleva a lo político se convierte en un hombre de escritorio que representa al conservadurismo.
“No lo veo un hombre de acción, llevándolo a juguetes no es un G I Joe, pero tampoco es un Pinky y Cerebro. No me refleja acción ni frescura pero sí grises, conservadurismo y no lo veo cercano de la gente”, apunta el estratega electoral.
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