Francisco Rodríguez / Índice Político
De acuerdo al horóscopo chino, “el Gallo es el héroe, el menos comprendido y el más excéntrico de todos los signos. A los Gallos no se les ve desaliñados, se pasean mostrando toda su dignidad. Hasta el más tímido dará una imagen pulcra y dondequiera que vaya mantendrá un aspecto especial. El Gallo tiene muchas cualidades de las que jactarse. Es pulcro, preciso, organizado, decidido, honrado, alerta y directo. Le encanta discutir, demostrar lo informado que está y lo inteligente que es, generalmente sin consideración por los sentimientos de los demás, pero cuando a él le hacen algo similar se pone insoportable. Es de una personalidad que llama la atención. Alegre, ingenioso y divertido, el Gallo jamás dejará pasar una oportunidad de relatar sus aventuras. Hábil para expresarse tanto oralmente como por escrito”.
Tal descripción astral corresponde íntegramente a Eduardo Gallo, luchador social, activista, quien hasta hace unas semanas fungía como presidente de México Unido contra la Delincuencia (MUCD), cargo al que renunció junto con otros miembros del Consejo Consultivo, al tiempo que denunciaba este lunes más reciente que esta ONG es, en realidad, una paraestatal de la fallida Administración de Felipe Calderón a la que le hace el juego. También dimitió por el oscuro manejo de los dineros al interior de ese organismo.
Gallo, cuya hija Paola de 25 años de edad fue víctima de secuestro y asesinato en el año 2000, se mostró insatisfecho por la forma en que se cerró la investigación policial y judicial del caso, y emprendió la búsqueda de los culpables, y logró su detención y condena. Es un héroe, por tal.
Tomó la justicia por su propia mano, sí, pero fue orillado a ello:
Policías, autoridades judiciales “le tratan a uno casi con desprecio. Prácticamente hay que humillarse, rogarles que hagan su trabajo. Pero cuando insinuaron que yo era un asesino, me enardecí. No sólo por el insulto y por la falta de sensibilidad que mostraban hacia mí, sino porque comprendí de golpe lo imbéciles e incompetentes que eran, lo imposible que era que alguna vez fueran a resolver el crimen cometido contra mi hija. Ahí entendí que, si quería averiguar la verdad, tendría que llevar a cabo la investigación yo mismo”, relató en agosto de 2004 al diario madrileño El País.
Y pulcro, preciso, organizado, decidido, honrado, alerta y directo denunció el lunes más reciente que sus antecesoras en el MUCD, María Elena Morera y Ana Franco pervirtieron a esta organización no gubernamental al convertirla en comparsa, cómplice, encubridora del ocupante de Los Pinos y de sus compinches en su dizque “lucha por la seguridad”.
Gallo ha denunciado así como algunos de los miembros de MUCD se opusieron a que se denunciaran las no pocas irregularidades presentes en el juicio que se siguió a Florence Cassez a quien Genaro García Luna le fabricara –montaje televisivo de por medio– una acusación de secuestro y por la cual fuera finalmente condenada a 60 años de prisión.
“Nosotros, con la valoración de abogados, dimos el aval a las violaciones a las garantías constitucionales que afectaron el debido proceso y el derecho a una legítima defensa de esta ciudadana francesa acusada de secuestro. Sin embargo, algunos de estos grupos de poder internos se opusieron a este respaldo, con el argumento de que sería un golpe a la administración del presidente (Felipe) Calderón, y eso afectaría la recaudación de las aportación mensuales de la organización”, expuso Gallo en una entrevista publicada por el semanario Proceso.
Denunció, asimismo, la existencia de grupos de poder que “pusieron por encima del interés ciudadano y social el aspecto económico y consideraban que la critica a las acciones de gobierno pondrían en riesgo los donativos económicos que ofrece el gobierno federal”.
Donativos, si usted quiere llamarles así –hay otros términos, como cohecho–, que además fueron empleados para favorecer negocios particulares de algunos de los integrantes de MUCD y, de los que no le presentaron cuentas a Gallo cuando se hizo cargo de la organización.
El engendro ha sido balconeado. Gallo confirma con sus denuncias públicas lo que ya muchos intuíamos, a partir de que la colega Anabel Herández pusiera en letras de molde cómo Genaro García cooptó a la señora Morera, ya a través de donativos, ya empleando a uno de sus hijos como asesor –en tanto estudiaba alguna licenciatura en la Universidad Anáhuac—por lo que la entonces presidenta de tal membrete fue apurada a dejar el cargo a finales de febrero de 2010, sin que se dieran a conocer formalmente las causas de lo que pareció ser una remoción.
Morera, Franco, et al querían un pichón al frente de MUCD.
¡Les salió Gallo!
Índice Flamígero: ¿Gallo? Eso dice de sí mismo el ocupante de la Secretaría del ¿Trabajo? Javier Lozano. Pero de acuerdo al ya citado horóscopo chino, es más bien dragón: “Egoísta, excéntrico, dogmático y muy exigente, sin embargo, no le falta nunca su grupo de admiradores que también disfrutan de sus múltiples virtudes. Desde muy pronto en su vida tiene su rumbo marcado y exige de los demás una perfección tan elevada como la que él mismo se impone”. Su rumbo marcado, empero, no es ser candidato presidencial. Perdería, como ya perdió cuando, entusiasta y “convencido”, formaba filas en el PRI.
+ + + Este escribidor solicita su licencia para ausentarse durante una semana, la próxima. El Índice, por tal, volverá a este generoso espacio el lunes 25 de abril. Espero que en esta breve ausencia “no le quiten ni una pluma a mi gallo”, como dijo AMLO…
De acuerdo al horóscopo chino, “el Gallo es el héroe, el menos comprendido y el más excéntrico de todos los signos. A los Gallos no se les ve desaliñados, se pasean mostrando toda su dignidad. Hasta el más tímido dará una imagen pulcra y dondequiera que vaya mantendrá un aspecto especial. El Gallo tiene muchas cualidades de las que jactarse. Es pulcro, preciso, organizado, decidido, honrado, alerta y directo. Le encanta discutir, demostrar lo informado que está y lo inteligente que es, generalmente sin consideración por los sentimientos de los demás, pero cuando a él le hacen algo similar se pone insoportable. Es de una personalidad que llama la atención. Alegre, ingenioso y divertido, el Gallo jamás dejará pasar una oportunidad de relatar sus aventuras. Hábil para expresarse tanto oralmente como por escrito”.
Tal descripción astral corresponde íntegramente a Eduardo Gallo, luchador social, activista, quien hasta hace unas semanas fungía como presidente de México Unido contra la Delincuencia (MUCD), cargo al que renunció junto con otros miembros del Consejo Consultivo, al tiempo que denunciaba este lunes más reciente que esta ONG es, en realidad, una paraestatal de la fallida Administración de Felipe Calderón a la que le hace el juego. También dimitió por el oscuro manejo de los dineros al interior de ese organismo.
Gallo, cuya hija Paola de 25 años de edad fue víctima de secuestro y asesinato en el año 2000, se mostró insatisfecho por la forma en que se cerró la investigación policial y judicial del caso, y emprendió la búsqueda de los culpables, y logró su detención y condena. Es un héroe, por tal.
Tomó la justicia por su propia mano, sí, pero fue orillado a ello:
Policías, autoridades judiciales “le tratan a uno casi con desprecio. Prácticamente hay que humillarse, rogarles que hagan su trabajo. Pero cuando insinuaron que yo era un asesino, me enardecí. No sólo por el insulto y por la falta de sensibilidad que mostraban hacia mí, sino porque comprendí de golpe lo imbéciles e incompetentes que eran, lo imposible que era que alguna vez fueran a resolver el crimen cometido contra mi hija. Ahí entendí que, si quería averiguar la verdad, tendría que llevar a cabo la investigación yo mismo”, relató en agosto de 2004 al diario madrileño El País.
Y pulcro, preciso, organizado, decidido, honrado, alerta y directo denunció el lunes más reciente que sus antecesoras en el MUCD, María Elena Morera y Ana Franco pervirtieron a esta organización no gubernamental al convertirla en comparsa, cómplice, encubridora del ocupante de Los Pinos y de sus compinches en su dizque “lucha por la seguridad”.
Gallo ha denunciado así como algunos de los miembros de MUCD se opusieron a que se denunciaran las no pocas irregularidades presentes en el juicio que se siguió a Florence Cassez a quien Genaro García Luna le fabricara –montaje televisivo de por medio– una acusación de secuestro y por la cual fuera finalmente condenada a 60 años de prisión.
“Nosotros, con la valoración de abogados, dimos el aval a las violaciones a las garantías constitucionales que afectaron el debido proceso y el derecho a una legítima defensa de esta ciudadana francesa acusada de secuestro. Sin embargo, algunos de estos grupos de poder internos se opusieron a este respaldo, con el argumento de que sería un golpe a la administración del presidente (Felipe) Calderón, y eso afectaría la recaudación de las aportación mensuales de la organización”, expuso Gallo en una entrevista publicada por el semanario Proceso.
Denunció, asimismo, la existencia de grupos de poder que “pusieron por encima del interés ciudadano y social el aspecto económico y consideraban que la critica a las acciones de gobierno pondrían en riesgo los donativos económicos que ofrece el gobierno federal”.
Donativos, si usted quiere llamarles así –hay otros términos, como cohecho–, que además fueron empleados para favorecer negocios particulares de algunos de los integrantes de MUCD y, de los que no le presentaron cuentas a Gallo cuando se hizo cargo de la organización.
El engendro ha sido balconeado. Gallo confirma con sus denuncias públicas lo que ya muchos intuíamos, a partir de que la colega Anabel Herández pusiera en letras de molde cómo Genaro García cooptó a la señora Morera, ya a través de donativos, ya empleando a uno de sus hijos como asesor –en tanto estudiaba alguna licenciatura en la Universidad Anáhuac—por lo que la entonces presidenta de tal membrete fue apurada a dejar el cargo a finales de febrero de 2010, sin que se dieran a conocer formalmente las causas de lo que pareció ser una remoción.
Morera, Franco, et al querían un pichón al frente de MUCD.
¡Les salió Gallo!
Índice Flamígero: ¿Gallo? Eso dice de sí mismo el ocupante de la Secretaría del ¿Trabajo? Javier Lozano. Pero de acuerdo al ya citado horóscopo chino, es más bien dragón: “Egoísta, excéntrico, dogmático y muy exigente, sin embargo, no le falta nunca su grupo de admiradores que también disfrutan de sus múltiples virtudes. Desde muy pronto en su vida tiene su rumbo marcado y exige de los demás una perfección tan elevada como la que él mismo se impone”. Su rumbo marcado, empero, no es ser candidato presidencial. Perdería, como ya perdió cuando, entusiasta y “convencido”, formaba filas en el PRI.
+ + + Este escribidor solicita su licencia para ausentarse durante una semana, la próxima. El Índice, por tal, volverá a este generoso espacio el lunes 25 de abril. Espero que en esta breve ausencia “no le quiten ni una pluma a mi gallo”, como dijo AMLO…
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