MVS precipita alianza Televisa-Iusacell

Alberto Barranco / Empresa

El escenario que precipitó la alianza, planteada desde hace varias semanas, entre Televisa y la firma de telefonía móvil Iusacell fue la decisión del Consorcio Concesionario, empujado por la cadena MVS, de meterle presión a la autoridad para autorizar su proyecto de internet móvil, en uso de la banda de 2.5 gigahercios. Como usted sabe, la oferta habla de una velocidad 20 veces superior a la que pudiera ofrecer cualquier compañía en México, con el compromiso de abaratar el costo.

Por lo pronto, el principal damnificado por la operación que le dará a Televisa el 50 por ciento del capital de Iusacell, vía la compra de mil 565 millones de dólares de bonos de deuda convertibles en acciones que había acumulado vía operaciones en el mercado secundario una firma avecindada en Monterrey y encabezada por el empresario David Martínez, es Nextel. La firma estadounidense que se alió furtivamente con Televisa para pelear por el espectro de telefonía inalámbrica, obteniendo finalmente una red nacional de 30 megahercios, cubriendo sólo una contraprestación inicial de 180.3 millones de pesos, se encuentra en el peor de los mundos al enfrentar por un lado la competencia de Televisa-Iusacell y eventualmente la del Consorcio Concesionario ("Banda ancha móvil para todos"), y no poder utilizar la red adquirida.

Iusacell no levantará de la mesa los litigios que hasta hoy le impiden a la fi rma comercializar su nuevo espectro. Ahora que, aún cuando en el papel la Comisión Federal de Competencia objetaría la concentración entre Televisa y Iusacell dada la presencia creciente de la primera en el negocio de telefonía, vía sus filiales en televisión por cable, la posibilidad volvería contradictoria la luz verde dada a la alianza con Nextel. El procedimiento, en el caso de la controladora, se cerró el martes pasado, justo el día en que Televisa comunicó a la Bolsa de Valores las negociaciones.

El cierre del segundo proceso, cuyo punto fi nal llegó con la aceptación del 90 por ciento de sus acreedores, en el caso de la holding y del 80 en el caso de la firma que opera, de un canje de bonos de deuda no amortizados en tiempo y forma, por otros susceptibles de convertirse en acciones, se dio la tarde de ayer. La amortización llegaría en el 2015. Por lo pronto, los mil 565 millones de dólares que le entregará Televisa a Iusacell serán justo para la adquisición de bonos convertibles, en tanto se aportarán otros 37.5 millones de billetes verdes para capital de trabajo que permita una incursión rápida en el cuádruple play, es decir telefonía fija, telefonía celular, video y datos.

El compromiso, además, es entregar otros 400 millones de dólares si la utilidad bruta de Iusacell se incrementa entre este año y el 2015 a tres mil 342 millones de dólares. Y por lo pronto, además, en la paradoja, la alianza Televisa- Iusacell le abre la puerta al cumplimiento de la vieja exigencia de Telmex-Telcel para entrar en un escenario similar, en afán de equilibrar el mercado. Televisa-Televisión Azteca, la boda del año.

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