Martha Anaya / Crónica de Política
Estaba Humberto Moreira en su habitual conferencia de prensa de los lunes. Le acompañaban esta mañana el secretario de Organización, Ricardo Aguilar y el precandidato priista al gobierno de Nayarit, Roberto Sandoval.
Pero el tema que traían los reporteros, venía de la calle, de los desmanes –quemaron vehículos, golpearon reporteros– que habían realizado, tempranito en la mañana, gente que se manifestaba en circuito interior y Marina Nacional, y que se dice del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME). Martín Esparza afirma que son “infiltrados”.
El caso es que el tema estaba caliente, recién salido del horno y se lo soltaron al líder nacional del PRI. (Voy a dejar las preguntas y respuestas textuales porque no deja de ser interesante la manera como plantearon algunos periodistas sus interrogantes y las vueltas que dio Moreira sobre el tema). Comenzaron:
-Profesor, el día de hoy hubo un enfrentamiento entre integrantes del SME ya con la población en general. Ese problema ya está fuera de control. Mi pregunta es ¿el PRI daría cabida a este grupo de ex sindicalistas o vándalos?
Responde Moreira:
-Nosotros lo que creemos es que se debe evitar la confrontación, y más la confrontación violenta, de golpes. Es algo que no aprobamos nosotros. Y lo que creo también es que el gobierno debería asumir una actitud de mayor conciliación con los actores de la producción.
Se ha descuidado esa parte en este sexenio, en esta administración federal, y ha generado que se polaricen los problemas. Lo vimos con los mineros, lo vimos con los electricistas. Es la falta de capacidad para poder llegar a acuerdos con los actores de la producción. Se llega a esos extremos.
Nosotros creemos que no puede desarrollarse, en la vida democrática, una relación a golpes. Yo lamento mucho en lo personal, tengo poca información, lo que sucedió con nuestro amigo Santoyo, que hoy está ausente en esta…
-Aquí estoy…-, gritó Juan Carlos Santoyo, reportero de Radio Fórmula, quien precisamente fue uno de los reporteros agredidos en la trifulca en cuestión.
-¿Cómo te fue?-, inquirió Moreira.
-De la patada –inició Santoyo su relato–. Y así son los que se quieren venir con ustedes, con los del PRI, porque dice Martín Esparza, insiste en que se va a venir al PRI; porque va a apoyar la campaña del Estado de México, también anda declarándolo por ahí. Porque él va a venir a apoyar.
Hoy casi me acaban a mí. Independientemente de eso, me acaban de agarrar a mí a trancazos, quemaron cuatro vehículos, tiraron todas las chingaderas que pudieron. La policía capitalina los está cuidando. Y volvemos a lo mismo.
-Eso es con el PRD, ¿no, Santoyo?
-No, no, no-, repuso el reportero.
-¿Pero quién los está cuidando?
-No, independientemente de quién los cuide, Martín Esparza está señalando, ha dicho una y otra vez, que se va a venir al PRI, que porque aquí es donde le pueden garantizar que va a tener una empresa para poder, entre comillas, trabajar sus 16 mil bestias que tiene allí.
-Estoy solidario con lo que te pasó, Santoyo, porque eres compañero de almuerzos y estamos solidarios contigo. Creo yo que esto es producto, insisto, de que desde hace cuatro años y medio la Secretaría del Trabajo no ha asumido una posición de ser conciliadora, sino estar cada vez polarizando más.
Nosotros lo que creemos, y lo vuelvo a decir, es que no es a golpes ni con agresiones como se resuelven este tipo de problemas.
-¿Sí van a recibir a Martín Esparza en el PRI?-, insistió Santoyo por último.
-Yo creo que no es claro ver su incorporación al partido, se lo digo con toda franqueza, no ha hecho ninguna solicitud, lo que sí les puedo decir es que no es correcto que agredan a la población, son problemas que surgen de origen y menos que agredan o traten de proceder.
Interviene otro periodista:
-Es básicamente sobre el mismo tema, ¿el PRI estaría dispuesto a aceptar la participación del SME?
-Es que nunca me han solicitado eso. Estamos hablando de algo que desconocemos, es un supuesto; nunca nos han solicitado ellos esto. Creo yo, Claudia, que lo que se debe hacer por parte del Gobierno Federal es buscar la conciliación entre los diferentes actores de la producción, no puede estarse llevando así la vida política y laboral en el país, y parece ser que cada vez se alimenta más los problemas entre los diferentes grupos, el secretario del Trabajo que está contra los empresarios y si no está en contra de trabajadores, en lugar de estar conciliando, ¿no?
Hasta aquí lo relacionado con el tema del SME. Pero más allá del toma y daca entre los reporteros y el líder nacional del PRI, no deja de ser paradójica la situación que hoy enfrenta el PRI ante el SME.
Recordemos que los priistas (además de los panistas, claro) apoyaron la decisión del presidente de Felipe Calderón de extinguir Luz y Fuerza del Centro con la idea de quitarle apoyo al PRD en el Distrito Federal y las zonas en que laboraban los del SME.
Logrado el objetivo, los priistas no esperaban que Martín Esparza y sus huestes se acercaran a sus filas, mucho menos ahora que han sido convertidos en “monstruos” por buena parte de los comunicadores y tienen a buena parte de la opinión pública en contra.
Pero la papa caliente va ahora hacia sus manos.
Estaba Humberto Moreira en su habitual conferencia de prensa de los lunes. Le acompañaban esta mañana el secretario de Organización, Ricardo Aguilar y el precandidato priista al gobierno de Nayarit, Roberto Sandoval.
Pero el tema que traían los reporteros, venía de la calle, de los desmanes –quemaron vehículos, golpearon reporteros– que habían realizado, tempranito en la mañana, gente que se manifestaba en circuito interior y Marina Nacional, y que se dice del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME). Martín Esparza afirma que son “infiltrados”.
El caso es que el tema estaba caliente, recién salido del horno y se lo soltaron al líder nacional del PRI. (Voy a dejar las preguntas y respuestas textuales porque no deja de ser interesante la manera como plantearon algunos periodistas sus interrogantes y las vueltas que dio Moreira sobre el tema). Comenzaron:
-Profesor, el día de hoy hubo un enfrentamiento entre integrantes del SME ya con la población en general. Ese problema ya está fuera de control. Mi pregunta es ¿el PRI daría cabida a este grupo de ex sindicalistas o vándalos?
Responde Moreira:
-Nosotros lo que creemos es que se debe evitar la confrontación, y más la confrontación violenta, de golpes. Es algo que no aprobamos nosotros. Y lo que creo también es que el gobierno debería asumir una actitud de mayor conciliación con los actores de la producción.
Se ha descuidado esa parte en este sexenio, en esta administración federal, y ha generado que se polaricen los problemas. Lo vimos con los mineros, lo vimos con los electricistas. Es la falta de capacidad para poder llegar a acuerdos con los actores de la producción. Se llega a esos extremos.
Nosotros creemos que no puede desarrollarse, en la vida democrática, una relación a golpes. Yo lamento mucho en lo personal, tengo poca información, lo que sucedió con nuestro amigo Santoyo, que hoy está ausente en esta…
-Aquí estoy…-, gritó Juan Carlos Santoyo, reportero de Radio Fórmula, quien precisamente fue uno de los reporteros agredidos en la trifulca en cuestión.
-¿Cómo te fue?-, inquirió Moreira.
-De la patada –inició Santoyo su relato–. Y así son los que se quieren venir con ustedes, con los del PRI, porque dice Martín Esparza, insiste en que se va a venir al PRI; porque va a apoyar la campaña del Estado de México, también anda declarándolo por ahí. Porque él va a venir a apoyar.
Hoy casi me acaban a mí. Independientemente de eso, me acaban de agarrar a mí a trancazos, quemaron cuatro vehículos, tiraron todas las chingaderas que pudieron. La policía capitalina los está cuidando. Y volvemos a lo mismo.
-Eso es con el PRD, ¿no, Santoyo?
-No, no, no-, repuso el reportero.
-¿Pero quién los está cuidando?
-No, independientemente de quién los cuide, Martín Esparza está señalando, ha dicho una y otra vez, que se va a venir al PRI, que porque aquí es donde le pueden garantizar que va a tener una empresa para poder, entre comillas, trabajar sus 16 mil bestias que tiene allí.
-Estoy solidario con lo que te pasó, Santoyo, porque eres compañero de almuerzos y estamos solidarios contigo. Creo yo que esto es producto, insisto, de que desde hace cuatro años y medio la Secretaría del Trabajo no ha asumido una posición de ser conciliadora, sino estar cada vez polarizando más.
Nosotros lo que creemos, y lo vuelvo a decir, es que no es a golpes ni con agresiones como se resuelven este tipo de problemas.
-¿Sí van a recibir a Martín Esparza en el PRI?-, insistió Santoyo por último.
-Yo creo que no es claro ver su incorporación al partido, se lo digo con toda franqueza, no ha hecho ninguna solicitud, lo que sí les puedo decir es que no es correcto que agredan a la población, son problemas que surgen de origen y menos que agredan o traten de proceder.
Interviene otro periodista:
-Es básicamente sobre el mismo tema, ¿el PRI estaría dispuesto a aceptar la participación del SME?
-Es que nunca me han solicitado eso. Estamos hablando de algo que desconocemos, es un supuesto; nunca nos han solicitado ellos esto. Creo yo, Claudia, que lo que se debe hacer por parte del Gobierno Federal es buscar la conciliación entre los diferentes actores de la producción, no puede estarse llevando así la vida política y laboral en el país, y parece ser que cada vez se alimenta más los problemas entre los diferentes grupos, el secretario del Trabajo que está contra los empresarios y si no está en contra de trabajadores, en lugar de estar conciliando, ¿no?
Hasta aquí lo relacionado con el tema del SME. Pero más allá del toma y daca entre los reporteros y el líder nacional del PRI, no deja de ser paradójica la situación que hoy enfrenta el PRI ante el SME.
Recordemos que los priistas (además de los panistas, claro) apoyaron la decisión del presidente de Felipe Calderón de extinguir Luz y Fuerza del Centro con la idea de quitarle apoyo al PRD en el Distrito Federal y las zonas en que laboraban los del SME.
Logrado el objetivo, los priistas no esperaban que Martín Esparza y sus huestes se acercaran a sus filas, mucho menos ahora que han sido convertidos en “monstruos” por buena parte de los comunicadores y tienen a buena parte de la opinión pública en contra.
Pero la papa caliente va ahora hacia sus manos.
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