La verdadera alianza

Raymundo Riva Palacio / Estrictamente Personal

A la vista de todos, donde suele pasar que muchas veces no se ve lo que sucede, el PRI y la maestra Elba Esther Gordillo suscribieron públicamente una alianza política en el estado de México que tiene muchas alas para volar. En el evento de la semana pasada en Toluca donde el partido del magisterio lo ungió como su candidato a la gubernatura, Eruviel Ávila, declaró su amistad casi incondicional con Gordillo, ante un auditorio de cinco mil maestros, en un acto político organizado por los maestros y encabezado por su hija Mónica Arriola.

Toda la nomenklatura de Nueva Alianza se sumó formalmente a la coalición con el candidato del PRI, quien tuvo que dar varios manotazos sobre la mesa para que los enviados a su campaña por parte del gobernador Enrique Peña Nieto, no dieran al traste con el simbolismo político del acuerdo. El más importante fue la sacudida que dio a su coordinador de campaña, Luis Videgaray, a quien cuando reclamó porqué no lo había subido al presidium y relegado a las filas del coro, fue parado en seco. “Este es un acto de los maestros”.

Videgaray era un actor de reparto en esa obra. Arriola, que dio un discurso personal salpicado de nostalgia y cariño, extrajo de su memoria momentos que dibujaron una vieja relación de Ávila con la maestra. Ella era delegada del SNTE en la zona de Ecatepec cuando Ávila comenzaba su carrera como ayudante de políticos de medio pelo y, recordó Arriola, siempre la buscaba para platicar, nutriendo una amistad y respeto que floreció.

La maestra fue uno de los factores fácticos en la designación de Ávila como candidato priísta para la gubernatura del estado de México, ejerciendo presión para evitar la coronación de Alfredo del Mazo Maza, cobrando una factura de hace 15 años al grupo de mexiquenses que cuando ella coordinaba la fracción del PRI en el Congreso y se comprometió a sacar el IVA, fue descuartizada sin piedad por el Grupo Atlacomulco. Personas cercanas al padre del frustrado candidato, el ex gobernador Alfredo del Mazo, dicen que él no tiene problemas con la maestra, en cuyo entorno insisten que hay cosas que no se olvidan.

Pero Gordillo, que transpira una paciencia y astucia asiáticas, no se mueve sólo por sus pasiones. Ávila puede ser una vieja amistad y tenerle incluso cariño, pero en la política actúa con frialdad. Las negociaciones para entregarle el apoyo de los maestros –que garantizan tener representantes en cada una de las casillas el día de la votación- no se limitan al estado de México, sino que se extienden a la elección presidencial del próximo año.

Personas enteradas de la negociación señalan que el acuerdo global es altamente redituable para la maestra. En función de la ventaja que pudiera lograr Ávila en caso de ganar la gubernatura y el PRI durante las elecciones presidenciales y legislativas en 2012, Nueva Alianza, el partido de la maestra, podría alcanzar hasta 50 posiciones durante el sexenio de Ávila, que incluiría diputados federales y locales, así como plazas en el gobierno estatal, encabezadas por la Secretaría de Educación.

Ávila apostó por Nueva Alianza y no por el Partido Verde, que ha servido como un satélite del PRI, que lo han utilizado para colocar compromisos políticos en puestos de elección popular cuando no les alcanzan los lugares –por las negociaciones internas con los grupos de interés priístas- en su propio partido. El Partido Verde obtuvo una magra negociación con Ávila en su alianza mexiquense, al garantizarles únicamente representatividad política para que mantengan el registro; o sea, el 2% de peso político.

No hay manera que los verdes puedan ofrecer las garantías que les dio la maestra con Nueva Alianza. Inclusive, al terminar el acto con los maestros, Videgaray habló con el representante de los verdes invitado al evento y le pidió que empezaran a organizar su propio mitin para ungirlo también como su candidato. “¿Con cuántas personas?”, preguntó el representante del Partido Verde. “Mínimo, como este”, respondió Videgaray, “cinco mil personas”.

Difícilmente lo podrán hacer. No tienen la capacidad de movilización para actos masivos como los maestros. Gordillo lo sabe. Vendió cara su alianza con Felipe Calderón para ayudarlo a llegar a la Presidencia en 2006, y puso sobre la mesa en el estado de México su portafolio electoral. La maestra tiene una alianza muy fuerte con Peña Nieto, y parece estar dispuesta a respaldarlo electoralmente en 2012 de ser candidato a la Presidencia. La primera piedra de ese pacto la colocó Nueva Alianza, como su hija a la cabeza, con Ávila la semana pasada, en los acuerdos que son verdaderos, en compromisos y resultados.

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