¿Hay bronca entre Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón?

Rubén Cortés

Por segunda ocasión en 27 días, otra vez la opinión pública estuvo a punto de observar una bronca entre el Presidente Felipe Calderón y el Gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto: la primera fue el 8 de marzo y, la otra, antier.

Pero las dos han sido artificiales y avivadas a partir de malentendidos: el 8 de marzo, una falta de comunicación entre colaboradores propició que Peña no asistiera a un acto en Los Pinos, donde presentaron un coche Fiat que se construye en Toluca.

El vocero del gobierno mexiquense informó que “de Fiat sí hubo invitación pero siempre que hay acto en Los Pinos nos invitan, pero eso no sucedió ahora”. En Presidencia afirmaron que Peña sí fue invitado por la empresa, pero que éste decidió no presentarse.

Entonces todo quedó ahí, pero hace dos días, la mecha se volvió a encender en Texcoco, donde Calderón y Peña coincidieron durante de la puesta en marcha de un programa del gobierno federal titulado Programa de Modernización Sustentable y la Cultura Tradicional.

Peña pronunció un discurso retórico sobre la pobreza que afecta a millones de personas en los países en desarrollo (con datos extraídos de la última edición del conocido folleto Food Price Watch) a causa del aumento de los precios del trigo, el maíz y otros granos.

Bastó que Calderón escuchara una mezcla explosiva para él (las palabras “pobreza” y “aumento de precios”) y cuando habló se salió del discurso que traía e improvisó para pegarle al programa agropecuario estrella de Peña: la venta a crédito, a bajos intereses, de vehículos y abonos.

“Es una inversión muy ambiciosa, estaremos invirtiendo más de 138 millones de dólares, hay quien quisiera que mejor los gastáramos, no sé, regalando fertilizantes o regalando tractores. No”, dijo despectivamente, y aclaró que lo mejor sería invertir en producir semillas y granos mejorados.

Luego, buena parte de la cobertura informativa giró alrededor del “enfrentamiento Calderón-Peña”, cuando lo que sucedió fue que Calderón no entendió que Peña hablaba de datos mundiales que pueden ser consultados con una gugoleada en Food Price Watch.

Los discursos de ambos se encuentran en las páginas oficiales del gobierno federal y del gobierno mexiquense: es fácil y rápido consultar lo que dijeron verdaderamente Calderón y Peña, y que, en fin, fue un acto protocolario en el que no pasó nada realmente.

Pareciera, pues, que hay quienes gustarían de un enfrentamiento entre Peña, el político más popular del país con 32.7 por ciento de aceptación; y Calderón, quien como Presidente tiene 52 por ciento, según la más reciente encuesta de Mitovsky.

La verdad es que sería un pleito formidable y de pronóstico reservado. Sólo que, por ahora, a ninguno le interesa.

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