Eulogio López / especial para RMX
Forma parte de la campaña de Janli para hacerse con el diario y abandonar el resto del Grupo. El CEO de PRISA se sirvió del conseguidor Alfonso Navalón para acercarse a Slim. El nuevo director financiero y de estrategia, Fernando Abril Martorel, intenta acabar con la era Cebrián
El jaleo empezó cuando El Confidencial publicó que el hombre más rico del mundo, el enemigo de Telefónica, el mexicano Carlos Slim, había entrado en el accionariado de PRISA. Se da la circunstancia de que el recién incorporado, en calidad de director de estrategia y responsable financiero de PRISA, Fernando Abril Martorel, es un gran amigo del hombre fuerte de El Confidencial, José Antonio Sánchez, a quien tuvo contratado como asesor cuando Martorel era el CEO de Telefónica. Horas después, la propia Telmex desmentía la entrada de de Slim en el accionariado de PRISA.
A ver si nos entendemos: como ya adelantara Hispanidad, lo que pretende Juan Luis Cebrián, cada vez más arrinconado por el máximo accionista de PRISA, Liberty, y por su nuevo fichaje, Abril Martorel, es quedarse con el buque insignia del Grupo, El País. Cebrián no quiere que Slim entre en PRISA, sino en El País SA. Para ello ha utilizado al hombre de PRISA y del felipismo en México, el conseguidor Alfonso Navalón, bien relacionado con Slim. En otras palabras, Cebrián necesita que Slim le compre El País para él. En este proyecto hay que introducir el cese del consejero delegado de El País SA.
Por pura casualidad Navalón se ha convertido a sí mismo en asesor de Gas Natural Fenosa apenas dos meses después de que Felipe González fuera nombrado consejero de la misma empresa del Grupo Caixa.
En resumen, Cebrián quiere jubilarse como mandamás de El País, pero para ello necesita que Carlos Slim compre no una parte sino la totalidad del periódico más leído de España. A Rubalcaba le vendría bien, dado que el pupilo de Felipe González espera mucho del apoyo de El País y de Cebrián para convertirse en candidato del PSOE y, si fuera posible, en presidente del Gobierno.
Forma parte de la campaña de Janli para hacerse con el diario y abandonar el resto del Grupo. El CEO de PRISA se sirvió del conseguidor Alfonso Navalón para acercarse a Slim. El nuevo director financiero y de estrategia, Fernando Abril Martorel, intenta acabar con la era Cebrián
El jaleo empezó cuando El Confidencial publicó que el hombre más rico del mundo, el enemigo de Telefónica, el mexicano Carlos Slim, había entrado en el accionariado de PRISA. Se da la circunstancia de que el recién incorporado, en calidad de director de estrategia y responsable financiero de PRISA, Fernando Abril Martorel, es un gran amigo del hombre fuerte de El Confidencial, José Antonio Sánchez, a quien tuvo contratado como asesor cuando Martorel era el CEO de Telefónica. Horas después, la propia Telmex desmentía la entrada de de Slim en el accionariado de PRISA.
A ver si nos entendemos: como ya adelantara Hispanidad, lo que pretende Juan Luis Cebrián, cada vez más arrinconado por el máximo accionista de PRISA, Liberty, y por su nuevo fichaje, Abril Martorel, es quedarse con el buque insignia del Grupo, El País. Cebrián no quiere que Slim entre en PRISA, sino en El País SA. Para ello ha utilizado al hombre de PRISA y del felipismo en México, el conseguidor Alfonso Navalón, bien relacionado con Slim. En otras palabras, Cebrián necesita que Slim le compre El País para él. En este proyecto hay que introducir el cese del consejero delegado de El País SA.
Por pura casualidad Navalón se ha convertido a sí mismo en asesor de Gas Natural Fenosa apenas dos meses después de que Felipe González fuera nombrado consejero de la misma empresa del Grupo Caixa.
En resumen, Cebrián quiere jubilarse como mandamás de El País, pero para ello necesita que Carlos Slim compre no una parte sino la totalidad del periódico más leído de España. A Rubalcaba le vendría bien, dado que el pupilo de Felipe González espera mucho del apoyo de El País y de Cebrián para convertirse en candidato del PSOE y, si fuera posible, en presidente del Gobierno.
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