Jenaro Villamil
Una trama de simulación empresarial, financiera y política, así como la ambición por controlar las dos terceras partes del mercado de 35 mil millones de dólares anuales que genera el sector de telecomunicaciones en México está detrás de la reciente operación confirmada por Televisa para adquirir el 50 por ciento de las acciones de Iusacell, la tercera empresa de telefonía móvil en el país, propiedad de Ricardo Salinas Pliego.
Esta transacción –que aún debe ser autorizada por la Comisión Federal de Competencia- incluye un compromiso de Televisa para invertir 1,600 millones de dólares (37.5 millones en capital y 1,565 millones de dólares en deuda convertible), a cambio de compartir con Salinas Pliego, “los mismos derechos de gobierno corporativo” en Iusacell, así como permitir negociaciones entre la empresa de telefonía móvil y “empresas filiales de Televisa para expandir su oferta de servicios”.
Es decir, el control del 50 por ciento de Iusacell, le permitirá a Televisa ser la única empresa que pueda dar los servicios de cuádruple play en México (televisión, internet y telefonía fija y móvil), a través de su red de empresas de televisión por cable (Cablevisión, TVI y Cablemás), más Sky, de televisión satelital, y la telefónica Bestel.
El anuncio de la transacción entre Televisa y Iusacell coincidió con la autorización para que la empresa de Emilio Azcárraga Jean aumente de 58.3 a 100 por ciento su inversión en Cablemás, el segundo operador más grande de televisión por cable en el país, con 2.8 millones de suscriptores y una red de 1 mil kilómetros de servicio.
Esta concentración se realiza, a pesar de que Televisa y Cablemás incumplieron con las condiciones impuestas por la Comisión Federal de Competencia desde agosto de 2007: que Cablemás abandonara su participación directa o indirecta en la Productora y Comercializadora de Televisión (PCTV, a través de su filial Paxia S.A. de C.V,; y de que Televisa diera acceso no discriminatorio a otras empresas a sus señales de televisión abierta y se prohibieran “las ventas atadas”.
Para Banamex Casa de Bolsa, la concentración de Televisa y Cablemás por 4 mil 700 millones de pesos, anticipa la compra de Televisa en Megacable, la empresa más grande del sector, con lo cual Azcárraga Jean tendría el dominio de más del 65 por ciento de la televisión por cable.
De esta manera, la adquisiciones de Televisa en Iusacell y Cablemás, le permitirán a Azcárraga Jean tener 57 megahertz de espectro en telefonía móvil sin necesidad de participar en una licitación, competir directamente con Telcel, la empresa de Carlos Slim que tiene el 70 por ciento de los 90 millones de usuarios de telefonía móvil, y con la española Telefónica-Movistar, con 19.7 millones de suscriptores, además de tener el dominio del 70 por ciento de las frecuencias de televisión abierta y el control de los contenidos en televisión restringida.
Frente a este nivel de concentración, ninguna autoridad del sector ha podido frenar el avance de Televisa y el recrudecimiento de la guerra que esta empresa y TV Azteca han emprendido en contra de Telmex-Telcel, de Grupo Dish y de los otros medios que se atrevan a oponerse al duopolio televisivo.
El comisionado de Cofetel, Gonzalo Martínez Pous, advirtió que la autorización de la compra de 50 por ciento de Iusacell “está en la cancha de la Comisión Federal de Competencia”. “Nosotros únicamente nos encargamos de la regulación”, afirmó.
Para Jorge Fernado Negrete y Jorge Bravo, analistas de Mediatelecom “se confirma la colusión de intereses en televisión abierta para impedir la entrada de nuevos competidores en ese mercado, y serán cada vez más evidentes los beneficios y prebendas a favor de Televisa, aliada con TV Azteca para operar una plataforma inalámbrica que difundiría los contenidos de los dos principales productores, que llega a 95 por ciento”.
“Esta concentración excesiva de recursos comunicacionales, además de las alianzas y colusiones, no fomenta la competencia sino su destrucción”, afirmaron los especialistas de Mediatelecom en su análisis sobre esta tracción.
La Simulación Empresarial
La historia de esta simulación inició en la segunda semana del mes de octubre de 2010. Tras sostener contra viento y marea su sociedad con Nextel para obtener por 180.1 millones de pesos el bloque más valioso de la Licitación 21 para telefonía móvil, Televisa anunció la ruptura del compromiso de invertir 1, 400 millones de dólares en Nextel y tener entre el 37 y el 40 por ciento del capital accionario de la compañía.
La Licitación 21 se volvió un escándalo político, legislativo y mediático. El Congreso aprobó una exención de dos años para el pago de derechos a las empresas que participaran en la licitación más compleja del sexenio. El entonces titular de la SCT, Juan Molinar Horcasitas, y el presidente de Cofetel, Mony de Swaan, negaron una y otra vez que las bases se hubieran redactado para favorecer a la sociedad Nextel-Televisa, las únicas que pudieron competir por el bloque nacional de 30 Mhz.
Grupo Iusacell interpuso el 95 por ciento de los más de 60 litigios que provocó la Licitación 21. Su abogado Salvador Rocha Díaz salía un día sí y otro también a litigar en contra del “favoritismo” de las autoridades a Televisa-Nextel.
Televisa manejó que debido a la “politización” de la Licitación 21 suspendía su compromiso de sociedad con Nexte y privilegiaba su inversión en Univision, la cadena de televisión norteamericana de habla hispana que en junio de 2006 perdió Azcárraga Jean en su intento de adquirir el control accioniario.
En el mismo mes de octubre de 2010, Grupo Iusacell firmó un convenio con sus acreedores para reestructurar una deuda que ascendía a 544 millones de dólares: 344 millones de dólares con vencimientos para 2011 y 2012, y 200 millones de dólares más con vencimientos para 2013.
De esa deuda, 200 millones el empresario regiomontano David Martínez, director de Fintech Advisory, tenía el control del 98 por ciento de la deuda qe vencía en 2011, el 92 por ciento de la deuda de 2012 y 76 por ciento de la correspondiente a 2013.
Enigmático y astuto, David Matínez, especializado en la adquisición de compra de deuda a corporativos a descuento, tenía la intención de adquirir el 51 por ciento de las acciones Grupo Iusacell y competir en su terreno con Carlos Slim y con Televisa. Martínez es un viejo adversario de Alfonso de Angoitia, vicepresidente ejecutivo de Televisa y estratega de la expansión del consorcio hacia el área de telecomunicaciones.
Entre noviembre y diciembre de 2010, De Angoitia y Bernardo Gómez, los dos principales colaboradores de Emilio Azcárraga Jean, emprendieron sigilosas negociaciones con Ricardo Salinas Pliego para adquirir una parte del paquete de deuda de Iusacell y convertirse en accionistas mayoritarios de la empresa de telefonía celular.
El 21 de diciembre del año pasado se firmó un primer acuerdo confidencial entre Televisa y Grupo Iusacell, según fuentes cercanas a la negociación.
Un mes después, el 23 de enero de 2011, el columnista Miguel Angel Granados Chapa adelantó en su columna Plaza Dominical, en el periódico Reforma, que la operación de Televisa para quedarse con “la totalidad” de las acciones de Iusacell le permitiría “además de desembarazarse de su principal adversario en tribunales, contar de golpe y porrazo con 53 Mhz del espectro”, de lo cual posee la empresa telefónica.
El desmentido a Granados Chapa fue inmediato y hasta ofensivo. Televisa y Grupo Salians acusaron al periodista de haber mentido y de no haber consultado a las propias empresas. Manuel Compeán, vocero de Televisa, se dio el lujo de pontificar que el texto de Granados Chapa era “un desafortunado artículo que no cuenta con el mínimo rigor periodístico”.
Para los mismos días de diciembre de 2010, Telmex y Telefónica dieron a conocer un acuerdo de tarifas de interconexión por 0.95 centavos que sorprendió a los otros competidores. Tradicionalmente duros adversarios, la empresa de Slim y la dirigida en México por Francisco Gil Díaz, llegaron a una acuerdo que aceleró la negociación entre Televisa y Iusacell.
En febrero de 2011 inició la guerra abierta de Televisa y TV Azteca en contra de la poderosa dupla formada por Telmex-Telcel, y se ha extendido hacia Grupo Dish, propiedad de MVS en sociedad con EchoStar y Telmex.
El inicio de las hostilidades públicas se generó a raíz del incremento de las pautas publicitarias en los canales de Televisa. Slim decidió suspender el convenio para este año. Menos de una semana después, TV Azteca anunció que suspendía los anuncios de Grupo Carso por desacuerdos en las negociaciones de las tarifas de interconexión de Iusacell con las empresas de Slim.
En una reproducción casi calca de lo sucedido con la Licitación 21 comenzaron la ronda de demandas y denuncias. Iusacell, a través de su director jurídico Federico Borrego, interpuso ante la Comisión Federal de Competencia una demanda en contra de Telcel por presuntas prácticas discriminatorias y luego la demandó por el pago correspondiente al mes de febrero por interconexión.
Telcel-Telmex no se quedaron cruzados de brazos. Inundaron las páginas de medios impresos y cibernéticos con cintillos y desplegados en contra del “duopolio televisivo”, acudieron también a la Comisión Federal de Competencia para denunciar la dominancia de Televisa en el mercado de la televisión restringida y se defendieron ante la guerra de spots por las altas tarifas de interconexión
En una de sus últimas inserciones, Telmex afirmó: “Iusacell, ex monopolio celular pierde participación del mercado del 100 por ciento a 4.4 por ciento y usa noticiero con mentiras para presionar a las autoridades”.
Emilio Azcárraga Jean promovió en su cuenta de Twitter un blog en contra de Telmex titulado www.todoslosmexicanos.org y el nivel de agresión llegó casi al insulto.
El Enigma Financiero
Lo que antes negaron airadamente ante la columna de Granados Chapa, Televisa y Grupo Iusacell confirmaron cuando el 4 de abril Alberto Aguilar publicó que existían negociaciones ente ambos para aliarse y que Azcárraga Jean adquiriera la deuda de David Martínez.
“Hasta donde se sabe, Televisa adquiría la importante tenencia de deuda del regiomontano David Martínez, dueño de Fintech Advisory”, publicó Aguilar.
El miércoles 6 de abril, The Wall Street Journal citó a una fuente deTelevisa y adelantó que este grupo comprará el 50 por ciento de Grupo Iusacell por 1,600 millones de dólares. El vocero de la televisora afirmó al rotativo que esta adquisición es “una movida defensiva” en la batalla existente contra Slim.
“(Slim) nos está tratando de ahogar en una guerra de precios”, afirmó esta fuente. Criticó que a través de los servicios de comercialización y facturación que Telmex ofrece con Grupo Dish se ha reducido el precio de la televisión satelital, mientras que Telcel incrementó el número de teléfonos de la compañía.
La noche del mismo miércoles, el Consejo de Administración de Televisa aprobó la negociación realizada por Bernardo Gómez y Alfonso de Angoitia con su contraparte de Grupo Salinas, Pedro Padilla. El mercado bursátil no reaccionó favorablemente al anuncio: las acciones de Televisa disminuyeron entre 2.9 y 4 por ciento entre el 6 y 7 de abril.
Grupo Iusacell, que cotizaba en la Bolsa Mexicana de Valores, fue deslistada el año pasado por el alto costo de su deuda de 12 mil 047 millones de pesos. A finales de 2009, la Casa de Bolsa Ixe calificó como “delicada” la situación financiera de la compañía, ya que su flujo en efectivo era negativo y el pago de intereses absorbía prácticamente todo su flujo operativo.
“Teniendo como socio a Televisa se abre la posibilidad de que Iusacell se vuelva un jugador un poco más importante dependiendo de los acuerdos a los que lleguen y de la nueva estructura deuda-capital que tenga; el principal lastre de Iusacell siempre fue la deuda”, comentó a la agencia CNN Expansión Manuel Jiménez, subdirector de análisis de Ixe Casa de Bolsa.
Para distintos observadores, los ganadores de esta operación son David Martínez y Ricardo Salinas Pliego, cuya fortuna personal asciende a 8 mil millones de dólares, según la revista Fortune.
El financiero regiomontano, que vive entre Nueva York y Londres estuvo en México el mismo día de la comparecencia de Mony de Swaan ante las comisiones del Senado e hizo las últimas negociaciones para vender a un precio mayor los 200 millones de dólares de tenencia de la deuda que adquirió de Iusacell.
Para Martínez esta transacción representa también una vieja revancha financiera. En junio de 2003, Grupo Salinas dejó en el camino a David Martínez en la adquisición de las acciones de Verizon y Vodafone en Iusacell, empresa creada por Carlos Peralta, quien vendió en 2001 su última participación de 34.5 por ciento por 973.4 millones de dólares.
En 2003, por 10 millones de dólares, Ricardo Salinas Pliego adquirió el 100 por ciento de los títulos de Iusacell, empresa que ya arrastraba una deuda de 800 millones de dólares.
Ahora Televisa pagará 37.5 millones de dólares en capital y 1,565 millones de dólares en deuda convertible. A cambio, une fuerzas con TV Azteca para frenar cualquier otro competidor en televisión abierta y para “congelar” durante un tiempo el ingreso de Telmex a televisión restringida y la autorización para que MVS ofrezca servicios de banda ancha inalámbrica móvil a un precio mucho más barato que el cuádruple play de las televisoras.
Una trama de simulación empresarial, financiera y política, así como la ambición por controlar las dos terceras partes del mercado de 35 mil millones de dólares anuales que genera el sector de telecomunicaciones en México está detrás de la reciente operación confirmada por Televisa para adquirir el 50 por ciento de las acciones de Iusacell, la tercera empresa de telefonía móvil en el país, propiedad de Ricardo Salinas Pliego.
Esta transacción –que aún debe ser autorizada por la Comisión Federal de Competencia- incluye un compromiso de Televisa para invertir 1,600 millones de dólares (37.5 millones en capital y 1,565 millones de dólares en deuda convertible), a cambio de compartir con Salinas Pliego, “los mismos derechos de gobierno corporativo” en Iusacell, así como permitir negociaciones entre la empresa de telefonía móvil y “empresas filiales de Televisa para expandir su oferta de servicios”.
Es decir, el control del 50 por ciento de Iusacell, le permitirá a Televisa ser la única empresa que pueda dar los servicios de cuádruple play en México (televisión, internet y telefonía fija y móvil), a través de su red de empresas de televisión por cable (Cablevisión, TVI y Cablemás), más Sky, de televisión satelital, y la telefónica Bestel.
El anuncio de la transacción entre Televisa y Iusacell coincidió con la autorización para que la empresa de Emilio Azcárraga Jean aumente de 58.3 a 100 por ciento su inversión en Cablemás, el segundo operador más grande de televisión por cable en el país, con 2.8 millones de suscriptores y una red de 1 mil kilómetros de servicio.
Esta concentración se realiza, a pesar de que Televisa y Cablemás incumplieron con las condiciones impuestas por la Comisión Federal de Competencia desde agosto de 2007: que Cablemás abandonara su participación directa o indirecta en la Productora y Comercializadora de Televisión (PCTV, a través de su filial Paxia S.A. de C.V,; y de que Televisa diera acceso no discriminatorio a otras empresas a sus señales de televisión abierta y se prohibieran “las ventas atadas”.
Para Banamex Casa de Bolsa, la concentración de Televisa y Cablemás por 4 mil 700 millones de pesos, anticipa la compra de Televisa en Megacable, la empresa más grande del sector, con lo cual Azcárraga Jean tendría el dominio de más del 65 por ciento de la televisión por cable.
De esta manera, la adquisiciones de Televisa en Iusacell y Cablemás, le permitirán a Azcárraga Jean tener 57 megahertz de espectro en telefonía móvil sin necesidad de participar en una licitación, competir directamente con Telcel, la empresa de Carlos Slim que tiene el 70 por ciento de los 90 millones de usuarios de telefonía móvil, y con la española Telefónica-Movistar, con 19.7 millones de suscriptores, además de tener el dominio del 70 por ciento de las frecuencias de televisión abierta y el control de los contenidos en televisión restringida.
Frente a este nivel de concentración, ninguna autoridad del sector ha podido frenar el avance de Televisa y el recrudecimiento de la guerra que esta empresa y TV Azteca han emprendido en contra de Telmex-Telcel, de Grupo Dish y de los otros medios que se atrevan a oponerse al duopolio televisivo.
El comisionado de Cofetel, Gonzalo Martínez Pous, advirtió que la autorización de la compra de 50 por ciento de Iusacell “está en la cancha de la Comisión Federal de Competencia”. “Nosotros únicamente nos encargamos de la regulación”, afirmó.
Para Jorge Fernado Negrete y Jorge Bravo, analistas de Mediatelecom “se confirma la colusión de intereses en televisión abierta para impedir la entrada de nuevos competidores en ese mercado, y serán cada vez más evidentes los beneficios y prebendas a favor de Televisa, aliada con TV Azteca para operar una plataforma inalámbrica que difundiría los contenidos de los dos principales productores, que llega a 95 por ciento”.
“Esta concentración excesiva de recursos comunicacionales, además de las alianzas y colusiones, no fomenta la competencia sino su destrucción”, afirmaron los especialistas de Mediatelecom en su análisis sobre esta tracción.
La Simulación Empresarial
La historia de esta simulación inició en la segunda semana del mes de octubre de 2010. Tras sostener contra viento y marea su sociedad con Nextel para obtener por 180.1 millones de pesos el bloque más valioso de la Licitación 21 para telefonía móvil, Televisa anunció la ruptura del compromiso de invertir 1, 400 millones de dólares en Nextel y tener entre el 37 y el 40 por ciento del capital accionario de la compañía.
La Licitación 21 se volvió un escándalo político, legislativo y mediático. El Congreso aprobó una exención de dos años para el pago de derechos a las empresas que participaran en la licitación más compleja del sexenio. El entonces titular de la SCT, Juan Molinar Horcasitas, y el presidente de Cofetel, Mony de Swaan, negaron una y otra vez que las bases se hubieran redactado para favorecer a la sociedad Nextel-Televisa, las únicas que pudieron competir por el bloque nacional de 30 Mhz.
Grupo Iusacell interpuso el 95 por ciento de los más de 60 litigios que provocó la Licitación 21. Su abogado Salvador Rocha Díaz salía un día sí y otro también a litigar en contra del “favoritismo” de las autoridades a Televisa-Nextel.
Televisa manejó que debido a la “politización” de la Licitación 21 suspendía su compromiso de sociedad con Nexte y privilegiaba su inversión en Univision, la cadena de televisión norteamericana de habla hispana que en junio de 2006 perdió Azcárraga Jean en su intento de adquirir el control accioniario.
En el mismo mes de octubre de 2010, Grupo Iusacell firmó un convenio con sus acreedores para reestructurar una deuda que ascendía a 544 millones de dólares: 344 millones de dólares con vencimientos para 2011 y 2012, y 200 millones de dólares más con vencimientos para 2013.
De esa deuda, 200 millones el empresario regiomontano David Martínez, director de Fintech Advisory, tenía el control del 98 por ciento de la deuda qe vencía en 2011, el 92 por ciento de la deuda de 2012 y 76 por ciento de la correspondiente a 2013.
Enigmático y astuto, David Matínez, especializado en la adquisición de compra de deuda a corporativos a descuento, tenía la intención de adquirir el 51 por ciento de las acciones Grupo Iusacell y competir en su terreno con Carlos Slim y con Televisa. Martínez es un viejo adversario de Alfonso de Angoitia, vicepresidente ejecutivo de Televisa y estratega de la expansión del consorcio hacia el área de telecomunicaciones.
Entre noviembre y diciembre de 2010, De Angoitia y Bernardo Gómez, los dos principales colaboradores de Emilio Azcárraga Jean, emprendieron sigilosas negociaciones con Ricardo Salinas Pliego para adquirir una parte del paquete de deuda de Iusacell y convertirse en accionistas mayoritarios de la empresa de telefonía celular.
El 21 de diciembre del año pasado se firmó un primer acuerdo confidencial entre Televisa y Grupo Iusacell, según fuentes cercanas a la negociación.
Un mes después, el 23 de enero de 2011, el columnista Miguel Angel Granados Chapa adelantó en su columna Plaza Dominical, en el periódico Reforma, que la operación de Televisa para quedarse con “la totalidad” de las acciones de Iusacell le permitiría “además de desembarazarse de su principal adversario en tribunales, contar de golpe y porrazo con 53 Mhz del espectro”, de lo cual posee la empresa telefónica.
El desmentido a Granados Chapa fue inmediato y hasta ofensivo. Televisa y Grupo Salians acusaron al periodista de haber mentido y de no haber consultado a las propias empresas. Manuel Compeán, vocero de Televisa, se dio el lujo de pontificar que el texto de Granados Chapa era “un desafortunado artículo que no cuenta con el mínimo rigor periodístico”.
Para los mismos días de diciembre de 2010, Telmex y Telefónica dieron a conocer un acuerdo de tarifas de interconexión por 0.95 centavos que sorprendió a los otros competidores. Tradicionalmente duros adversarios, la empresa de Slim y la dirigida en México por Francisco Gil Díaz, llegaron a una acuerdo que aceleró la negociación entre Televisa y Iusacell.
En febrero de 2011 inició la guerra abierta de Televisa y TV Azteca en contra de la poderosa dupla formada por Telmex-Telcel, y se ha extendido hacia Grupo Dish, propiedad de MVS en sociedad con EchoStar y Telmex.
El inicio de las hostilidades públicas se generó a raíz del incremento de las pautas publicitarias en los canales de Televisa. Slim decidió suspender el convenio para este año. Menos de una semana después, TV Azteca anunció que suspendía los anuncios de Grupo Carso por desacuerdos en las negociaciones de las tarifas de interconexión de Iusacell con las empresas de Slim.
En una reproducción casi calca de lo sucedido con la Licitación 21 comenzaron la ronda de demandas y denuncias. Iusacell, a través de su director jurídico Federico Borrego, interpuso ante la Comisión Federal de Competencia una demanda en contra de Telcel por presuntas prácticas discriminatorias y luego la demandó por el pago correspondiente al mes de febrero por interconexión.
Telcel-Telmex no se quedaron cruzados de brazos. Inundaron las páginas de medios impresos y cibernéticos con cintillos y desplegados en contra del “duopolio televisivo”, acudieron también a la Comisión Federal de Competencia para denunciar la dominancia de Televisa en el mercado de la televisión restringida y se defendieron ante la guerra de spots por las altas tarifas de interconexión
En una de sus últimas inserciones, Telmex afirmó: “Iusacell, ex monopolio celular pierde participación del mercado del 100 por ciento a 4.4 por ciento y usa noticiero con mentiras para presionar a las autoridades”.
Emilio Azcárraga Jean promovió en su cuenta de Twitter un blog en contra de Telmex titulado www.todoslosmexicanos.org y el nivel de agresión llegó casi al insulto.
El Enigma Financiero
Lo que antes negaron airadamente ante la columna de Granados Chapa, Televisa y Grupo Iusacell confirmaron cuando el 4 de abril Alberto Aguilar publicó que existían negociaciones ente ambos para aliarse y que Azcárraga Jean adquiriera la deuda de David Martínez.
“Hasta donde se sabe, Televisa adquiría la importante tenencia de deuda del regiomontano David Martínez, dueño de Fintech Advisory”, publicó Aguilar.
El miércoles 6 de abril, The Wall Street Journal citó a una fuente deTelevisa y adelantó que este grupo comprará el 50 por ciento de Grupo Iusacell por 1,600 millones de dólares. El vocero de la televisora afirmó al rotativo que esta adquisición es “una movida defensiva” en la batalla existente contra Slim.
“(Slim) nos está tratando de ahogar en una guerra de precios”, afirmó esta fuente. Criticó que a través de los servicios de comercialización y facturación que Telmex ofrece con Grupo Dish se ha reducido el precio de la televisión satelital, mientras que Telcel incrementó el número de teléfonos de la compañía.
La noche del mismo miércoles, el Consejo de Administración de Televisa aprobó la negociación realizada por Bernardo Gómez y Alfonso de Angoitia con su contraparte de Grupo Salinas, Pedro Padilla. El mercado bursátil no reaccionó favorablemente al anuncio: las acciones de Televisa disminuyeron entre 2.9 y 4 por ciento entre el 6 y 7 de abril.
Grupo Iusacell, que cotizaba en la Bolsa Mexicana de Valores, fue deslistada el año pasado por el alto costo de su deuda de 12 mil 047 millones de pesos. A finales de 2009, la Casa de Bolsa Ixe calificó como “delicada” la situación financiera de la compañía, ya que su flujo en efectivo era negativo y el pago de intereses absorbía prácticamente todo su flujo operativo.
“Teniendo como socio a Televisa se abre la posibilidad de que Iusacell se vuelva un jugador un poco más importante dependiendo de los acuerdos a los que lleguen y de la nueva estructura deuda-capital que tenga; el principal lastre de Iusacell siempre fue la deuda”, comentó a la agencia CNN Expansión Manuel Jiménez, subdirector de análisis de Ixe Casa de Bolsa.
Para distintos observadores, los ganadores de esta operación son David Martínez y Ricardo Salinas Pliego, cuya fortuna personal asciende a 8 mil millones de dólares, según la revista Fortune.
El financiero regiomontano, que vive entre Nueva York y Londres estuvo en México el mismo día de la comparecencia de Mony de Swaan ante las comisiones del Senado e hizo las últimas negociaciones para vender a un precio mayor los 200 millones de dólares de tenencia de la deuda que adquirió de Iusacell.
Para Martínez esta transacción representa también una vieja revancha financiera. En junio de 2003, Grupo Salinas dejó en el camino a David Martínez en la adquisición de las acciones de Verizon y Vodafone en Iusacell, empresa creada por Carlos Peralta, quien vendió en 2001 su última participación de 34.5 por ciento por 973.4 millones de dólares.
En 2003, por 10 millones de dólares, Ricardo Salinas Pliego adquirió el 100 por ciento de los títulos de Iusacell, empresa que ya arrastraba una deuda de 800 millones de dólares.
Ahora Televisa pagará 37.5 millones de dólares en capital y 1,565 millones de dólares en deuda convertible. A cambio, une fuerzas con TV Azteca para frenar cualquier otro competidor en televisión abierta y para “congelar” durante un tiempo el ingreso de Telmex a televisión restringida y la autorización para que MVS ofrezca servicios de banda ancha inalámbrica móvil a un precio mucho más barato que el cuádruple play de las televisoras.
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