Álvaro Cepeda Neri
Ya parece “colaborador”, a veces a toda una página (pagada como inserción) y otras en la sección de cartas del lector, el director general Corporativo de Comunicación (el nombramiento es “apantallador”) del Grupo Televisa. Un día sí y otro también, publica sus réplicas contra periodistas que cuestionan el protagonismo empresarial de ese poder fáctico (que ya tiene a su candidato para ocupar el poder presidencial, el recién matrimoniado con una de las “estrellas” de Televisa, mediante jugoso contrato nupcial: Peña Nieto). Aparece el nombre y espero que en el original, su firma, del poderoso Manuel Compeán Palacios quien, muy de vez en cuando se “aparece” en reuniones de algunos grupos de periodistas para militar como tal. Está en sus derechos: de expresión, de publicar escritos y de criticar en el contexto del derecho de réplica. Faltaba o sobraba más.
Por ejemplo, se va encima del periódico Reforma, contra el columnista Miguel Ángel Granados Chapa y contra todos los que no apoyan a Televisa, también con todo su derecho. Y a raíz del pleito Azcárraga-Slim, ha estado muy activo como escribidor de Televisa (con la revisión de sus abogados, de Azcárraga y hasta corrector de estilo). No deja pasar ni una rolita; en la jerga futbolera, ni un tiro de esquina. Y es que no hallan cómo salir al paso de las críticas e información que bien saben, son veraces, pero que Televisa, con sus poderes económicos y de facto con jiribilla política, quiere ser intocable.
Su poderío debe ser cuestionado por las libertades de prensa y ser objeto de la información, ya que a pesar de ser una empresa privada ejerce funciones públicas con sus servicios y, porque tiene concesiones públicas que la hacen actor de actos públicos que deben ser juzgados por la opinión pública. Ante el cuestionamiento público de los servicios públicos, los negocios públicos, los dimes y diretes públicos y demás hechos públicos del Grupo Televisa, su “escribidor” Compeán Palacios trata de continuar desinformando sobre las notas de veraz información que ha publicado el matutino, respecto al enredo sospechoso con relación a “la operación de la red de telefonía del ISSSTE” (cuando fue su director el elbista Yunes… ¡qué casualidad!).
Eso cuando se sabe que en la oferta de licitación el precio de Telmex fue muy inferior al altísimo pago que Yunes-ISSSTE pagaron a Televisa. Compeán Palacios se atreve a insultar, cuando afirma en una alternativa si el periódico: “oficiosamente o por encargo” ha estado asumiendo la vocería (¿sabe el vocero de Televisa lo que significa “vocería”?) de Telmex, sin mencionar a esta empresa en “los diferendos de negocios” entre Slim y Azcárraga. La réplica está plagada de embestidas contra quienes no comulgan con las ruedas de molino desinformador y manipulador del Grupo Televisa. Las opiniones individuales al respecto son mayoría contra Azcárraga, sus cuatro fantásticos y su coro, a pesar de que su director General Corporativo de Comunicación sea el medio para el “vocerío” televisivo.
Ya parece “colaborador”, a veces a toda una página (pagada como inserción) y otras en la sección de cartas del lector, el director general Corporativo de Comunicación (el nombramiento es “apantallador”) del Grupo Televisa. Un día sí y otro también, publica sus réplicas contra periodistas que cuestionan el protagonismo empresarial de ese poder fáctico (que ya tiene a su candidato para ocupar el poder presidencial, el recién matrimoniado con una de las “estrellas” de Televisa, mediante jugoso contrato nupcial: Peña Nieto). Aparece el nombre y espero que en el original, su firma, del poderoso Manuel Compeán Palacios quien, muy de vez en cuando se “aparece” en reuniones de algunos grupos de periodistas para militar como tal. Está en sus derechos: de expresión, de publicar escritos y de criticar en el contexto del derecho de réplica. Faltaba o sobraba más.
Por ejemplo, se va encima del periódico Reforma, contra el columnista Miguel Ángel Granados Chapa y contra todos los que no apoyan a Televisa, también con todo su derecho. Y a raíz del pleito Azcárraga-Slim, ha estado muy activo como escribidor de Televisa (con la revisión de sus abogados, de Azcárraga y hasta corrector de estilo). No deja pasar ni una rolita; en la jerga futbolera, ni un tiro de esquina. Y es que no hallan cómo salir al paso de las críticas e información que bien saben, son veraces, pero que Televisa, con sus poderes económicos y de facto con jiribilla política, quiere ser intocable.
Su poderío debe ser cuestionado por las libertades de prensa y ser objeto de la información, ya que a pesar de ser una empresa privada ejerce funciones públicas con sus servicios y, porque tiene concesiones públicas que la hacen actor de actos públicos que deben ser juzgados por la opinión pública. Ante el cuestionamiento público de los servicios públicos, los negocios públicos, los dimes y diretes públicos y demás hechos públicos del Grupo Televisa, su “escribidor” Compeán Palacios trata de continuar desinformando sobre las notas de veraz información que ha publicado el matutino, respecto al enredo sospechoso con relación a “la operación de la red de telefonía del ISSSTE” (cuando fue su director el elbista Yunes… ¡qué casualidad!).
Eso cuando se sabe que en la oferta de licitación el precio de Telmex fue muy inferior al altísimo pago que Yunes-ISSSTE pagaron a Televisa. Compeán Palacios se atreve a insultar, cuando afirma en una alternativa si el periódico: “oficiosamente o por encargo” ha estado asumiendo la vocería (¿sabe el vocero de Televisa lo que significa “vocería”?) de Telmex, sin mencionar a esta empresa en “los diferendos de negocios” entre Slim y Azcárraga. La réplica está plagada de embestidas contra quienes no comulgan con las ruedas de molino desinformador y manipulador del Grupo Televisa. Las opiniones individuales al respecto son mayoría contra Azcárraga, sus cuatro fantásticos y su coro, a pesar de que su director General Corporativo de Comunicación sea el medio para el “vocerío” televisivo.
Comentarios