Martha Anaya / Crónica de Política
“Es ahora o nunca”, resumen lopezobradoristas lo que se avecina para este próximo fin de semana.
Intentarán “recuperar” el Partido de la Revolución Democrática. “Lanzar” de su dirigencia a los “Chuchos” –Jesús Ortega, Jesús Zambrano y compañía–. Y, si fuera posible –que no lo es–, borrar del mapa de la llamada izquierda a los que una y otra vez califican de “traidores”.
No se ve fácil que lo logren, pero es lo que buscan, lo que ansían.
Pero por ahora, en aras de mantener la supuesta “unidad” del partido, los obradoristas demandan a cambio de cederles a los “Chuchos” la dirigencia nacional, el final de las alianzas con el PAN. Su prohibición expresa.
Eso ha llegado manifestar Dolores Padierna, cabeza de Izquierda Democrática Nacional, pero lo cierto es que van a pelearle a los “Chuchos” hasta el final. “Vamos con todo”, advierten, para evitar que los aliados de Marcelo Ebrard y de las alianzas mantengan el control del PRD.
Andrés Manuel López Obrador insistió en que si el PAN y el PRD concretan la alianza para el Estado de México, la dirigencia del sol azteca “quedará reducida a un adorno, se convertirá en un florero y será un ente alcahuete.”
Los intentos en los últimos días del Jefe de Gobierno del Distrito Federal para lograr un acuerdo con los obradoristas y las distintas corrientes perredistas para alcanzar un candidato de unidad, no ha funcionado.
Por ello, el diputado Jesús Zambrano confirmó ayer abiertamente su postulación como candidato a la presidencia del PRD. Por ello, también, el tono de sus palabras:
“No aceptaremos bajo ninguna circunstancias un acuerdo bajo la base de los chantajes, los vetos, ni las amenazas de ruptura”.
Intransitable para él, por supuesto, el rechazo a las alianzas con el PAN. Al contrario, declaró abiertamente que continuaría con esa estrategia electoral, aunque para el 2012 confirmó que el PRD iría solo. ¿Con cuál candidato? Su respuesta estuvo enmarcada en la consabida letanía: “con quien esté mejor posicionado”.
Ya imaginarán la sonrisa sarcástica de los obradoristas ante tal respuesta. Ninguno cree en que así será. Como tampoco los marcelistas creen que López Obrador vaya a dejar que Ebrard sea el candidato aunque estuviera mejor posicionado.
Polarizadas las posiciones, no se descarta un tercer nombre que vaya más allá de los que se han mencionado (Armando Ríos Piter, Javier González Garza, Hortensia Aragón, Martha Dalia Gastélum), pero sin la prohibición expresa a las alianzas, tal “solución” significaría de cualquier manera una derrota para López Obrador.
Es más, el tabasqueño lo consideraría una derrota si no logra retomar para uno de los suyos la presidencia del PRD.
La “solución” intermedia no haría más que prolongar la crisis perredistas tal como la hemos visto hasta la fecha y volvería a detonar al momento de elegir el candidato a la Presidencia de la República para el 2012.
El sábado próximo se llevará a cabo el proceso para la sucesión de la dirigencia perredista. ¿Concluirá ese mismo día? A saber. Pero lo que sí está programado para el día siguiente, domingo 20, es el gran evento en el Auditorio Nacional, donde López Obrador presentará su Nuevo Proyecto de Nación.
Como dicen los chamacos: Voy derecho y no me quito…
“Es ahora o nunca”, resumen lopezobradoristas lo que se avecina para este próximo fin de semana.
Intentarán “recuperar” el Partido de la Revolución Democrática. “Lanzar” de su dirigencia a los “Chuchos” –Jesús Ortega, Jesús Zambrano y compañía–. Y, si fuera posible –que no lo es–, borrar del mapa de la llamada izquierda a los que una y otra vez califican de “traidores”.
No se ve fácil que lo logren, pero es lo que buscan, lo que ansían.
Pero por ahora, en aras de mantener la supuesta “unidad” del partido, los obradoristas demandan a cambio de cederles a los “Chuchos” la dirigencia nacional, el final de las alianzas con el PAN. Su prohibición expresa.
Eso ha llegado manifestar Dolores Padierna, cabeza de Izquierda Democrática Nacional, pero lo cierto es que van a pelearle a los “Chuchos” hasta el final. “Vamos con todo”, advierten, para evitar que los aliados de Marcelo Ebrard y de las alianzas mantengan el control del PRD.
Andrés Manuel López Obrador insistió en que si el PAN y el PRD concretan la alianza para el Estado de México, la dirigencia del sol azteca “quedará reducida a un adorno, se convertirá en un florero y será un ente alcahuete.”
Los intentos en los últimos días del Jefe de Gobierno del Distrito Federal para lograr un acuerdo con los obradoristas y las distintas corrientes perredistas para alcanzar un candidato de unidad, no ha funcionado.
Por ello, el diputado Jesús Zambrano confirmó ayer abiertamente su postulación como candidato a la presidencia del PRD. Por ello, también, el tono de sus palabras:
“No aceptaremos bajo ninguna circunstancias un acuerdo bajo la base de los chantajes, los vetos, ni las amenazas de ruptura”.
Intransitable para él, por supuesto, el rechazo a las alianzas con el PAN. Al contrario, declaró abiertamente que continuaría con esa estrategia electoral, aunque para el 2012 confirmó que el PRD iría solo. ¿Con cuál candidato? Su respuesta estuvo enmarcada en la consabida letanía: “con quien esté mejor posicionado”.
Ya imaginarán la sonrisa sarcástica de los obradoristas ante tal respuesta. Ninguno cree en que así será. Como tampoco los marcelistas creen que López Obrador vaya a dejar que Ebrard sea el candidato aunque estuviera mejor posicionado.
Polarizadas las posiciones, no se descarta un tercer nombre que vaya más allá de los que se han mencionado (Armando Ríos Piter, Javier González Garza, Hortensia Aragón, Martha Dalia Gastélum), pero sin la prohibición expresa a las alianzas, tal “solución” significaría de cualquier manera una derrota para López Obrador.
Es más, el tabasqueño lo consideraría una derrota si no logra retomar para uno de los suyos la presidencia del PRD.
La “solución” intermedia no haría más que prolongar la crisis perredistas tal como la hemos visto hasta la fecha y volvería a detonar al momento de elegir el candidato a la Presidencia de la República para el 2012.
El sábado próximo se llevará a cabo el proceso para la sucesión de la dirigencia perredista. ¿Concluirá ese mismo día? A saber. Pero lo que sí está programado para el día siguiente, domingo 20, es el gran evento en el Auditorio Nacional, donde López Obrador presentará su Nuevo Proyecto de Nación.
Como dicen los chamacos: Voy derecho y no me quito…
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