Un informe suaviza el impacto de los cambios, superior para los trabajadores con carreras laborales interrumpidas
Oviedo, Marián MARTÍNEZ
La reforma de las pensiones hará que la cuantía de la jubilación pase de ser equivalente al 81,2% del último salario ganado en la vida activa a quedarse en el 73,9%, según una estimación elaborada por la OCDE utilizando el caso de un trabajador que haya comenzado a cotizar en 2008. Es decir, ese futuro pensionista cobrará un 9% menos que sin la reforma. El mismo cálculo precisa que el trabajador resultará más penalizado -con una pérdida cercana al 11%- si su carrera laboral se ve interrumpida. La relación entre la pensión y el último salario se mantendrá por encima de la media de la OCDE (68,8%), añade el estudio.
Los datos corresponden a una simulación realizada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en su informe «Panorama de las pensiones 2011». Sus resultados rebajan de forma notable anteriores cálculos realizados por distintas organizaciones e instituciones, que llegaron a estimar unas pérdidas de hasta el 20%. La reforma incluye dos cambios principales: el retraso de la jubilación a los 67 años y la ampliación de 15 a 25 años del período de vida laboral que se tiene en cuenta para calcular la pensión.
El informe de la OCDE también indica que con los cambios pactados por el Gobierno con la patronal CEOE y los sindicatos UGT y CC OO, el gasto en pensiones en 2050 será inferior en España que en países como Francia, Alemania e Italia, al contrario de lo que ocurriría si no se hubiese hecho la reforma. El documento añade que los incrementos en los últimos años de las pensiones mínimas por encima del IPC han reducido el riesgo de pobreza entre los pensionistas.
La OCDE realiza sus cálculos mediante lo que denomina «tasa simulada de reemplazo», que compara la cuantía de la pensión con el último salario percibido. Tiene en cuenta unas previsiones estándares del 2,5% de inflación media y del 2% de crecimiento real de los ingresos. La organización advierte también de que en sus cuentas no se incluyen los ajustes adicionales que se realizarán cada cinco años a partir de 2027, y que estarán en relación con la esperanza de vida.
«La reciente reforma de pensiones en España va a mejorar significativamente la sostenibilidad financiera a largo plazo del sistema de pensiones español», arranca el informe de la OCDE. La organización explica que España destina un 9% del producto interior bruto (PIB) a pensiones, prácticamente en la media de los países que integran la OCDE y por debajo de Francia e Italia. Y añade que, según el informe de pensiones de la UE en 2009, si se tienen en cuenta las previsiones de evolución demográfica, en 2050 ese gasto rebasaría el 15%, superando a Alemania, Francia a Italia. Pero con la reforma, el gasto a largo plazo se reducirá el equivalente al 3,5% del PIB.
El nuevo sistema para calcular la pensión incrementará, a partir de 2013, la edad y el número de años cotizados necesarios para cobrar el 100%. Así, cobrará la pensión íntegra quien se jubile a los 65 años con 38,5 cotizados. Y a los 67, será necesario haber aportado a la caja única de la Seguridad Social por lo menos 37 años, en vez de los 35 actuales. La institución advierte de que en otros países las condiciones son más restrictivas y se exigen más años de cotización.
La citada organización también destaca que a mediados de 2000 el 23% de los mayores de 65 años en España eran pobres, según el estándar de pobreza de la OCDE. Y que la situación mejoró con la subida de las pensiones por encima del índice de precios al consumo (IPC) en los últimos años.
Oviedo, Marián MARTÍNEZ
La reforma de las pensiones hará que la cuantía de la jubilación pase de ser equivalente al 81,2% del último salario ganado en la vida activa a quedarse en el 73,9%, según una estimación elaborada por la OCDE utilizando el caso de un trabajador que haya comenzado a cotizar en 2008. Es decir, ese futuro pensionista cobrará un 9% menos que sin la reforma. El mismo cálculo precisa que el trabajador resultará más penalizado -con una pérdida cercana al 11%- si su carrera laboral se ve interrumpida. La relación entre la pensión y el último salario se mantendrá por encima de la media de la OCDE (68,8%), añade el estudio.
Los datos corresponden a una simulación realizada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en su informe «Panorama de las pensiones 2011». Sus resultados rebajan de forma notable anteriores cálculos realizados por distintas organizaciones e instituciones, que llegaron a estimar unas pérdidas de hasta el 20%. La reforma incluye dos cambios principales: el retraso de la jubilación a los 67 años y la ampliación de 15 a 25 años del período de vida laboral que se tiene en cuenta para calcular la pensión.
El informe de la OCDE también indica que con los cambios pactados por el Gobierno con la patronal CEOE y los sindicatos UGT y CC OO, el gasto en pensiones en 2050 será inferior en España que en países como Francia, Alemania e Italia, al contrario de lo que ocurriría si no se hubiese hecho la reforma. El documento añade que los incrementos en los últimos años de las pensiones mínimas por encima del IPC han reducido el riesgo de pobreza entre los pensionistas.
La OCDE realiza sus cálculos mediante lo que denomina «tasa simulada de reemplazo», que compara la cuantía de la pensión con el último salario percibido. Tiene en cuenta unas previsiones estándares del 2,5% de inflación media y del 2% de crecimiento real de los ingresos. La organización advierte también de que en sus cuentas no se incluyen los ajustes adicionales que se realizarán cada cinco años a partir de 2027, y que estarán en relación con la esperanza de vida.
«La reciente reforma de pensiones en España va a mejorar significativamente la sostenibilidad financiera a largo plazo del sistema de pensiones español», arranca el informe de la OCDE. La organización explica que España destina un 9% del producto interior bruto (PIB) a pensiones, prácticamente en la media de los países que integran la OCDE y por debajo de Francia e Italia. Y añade que, según el informe de pensiones de la UE en 2009, si se tienen en cuenta las previsiones de evolución demográfica, en 2050 ese gasto rebasaría el 15%, superando a Alemania, Francia a Italia. Pero con la reforma, el gasto a largo plazo se reducirá el equivalente al 3,5% del PIB.
El nuevo sistema para calcular la pensión incrementará, a partir de 2013, la edad y el número de años cotizados necesarios para cobrar el 100%. Así, cobrará la pensión íntegra quien se jubile a los 65 años con 38,5 cotizados. Y a los 67, será necesario haber aportado a la caja única de la Seguridad Social por lo menos 37 años, en vez de los 35 actuales. La institución advierte de que en otros países las condiciones son más restrictivas y se exigen más años de cotización.
La citada organización también destaca que a mediados de 2000 el 23% de los mayores de 65 años en España eran pobres, según el estándar de pobreza de la OCDE. Y que la situación mejoró con la subida de las pensiones por encima del índice de precios al consumo (IPC) en los últimos años.
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