Martha Anaya / Crónica de Política
La reunión entre el presidente Felipe Calderón y el presidente del PRI, Humberto Moreira, se extendiendo. Se extendió y se extendió. Estaba pactada para 45 minutos y duró hora y media.
El de Coahuila resaltaba el hecho. Significativo en los viejos tiempos priistas, cuando el tiempo que obsequiaba el Jefe de Estado a su visitante en turno implicaba mayor o menor cercanía entre uno y otro; o se enviaba un mensaje de la importancia –o el desdén—que el habitante de Los Pinos manifestaba hacia su interlocutor.
Y puede ser que en esto, los tiempos, ni las señales políticas, hayan cambiado mucho. A fin de cuentas el PRI es una fuerza importante en el país y estrena nuevo dirigente. Seguramente a Calderón le interesaba, y mucho, ver el talante con el que llegaba Moreira y hacia dónde dirigía sus intereses.
Por lo pronto, de acuerdo a lo que dijo el líder del tricolor a los periodistas luego de su largo encuentro con Calderón, me queda una impresión: la reforma política impulsada por Manlio Fabio Beltrones no va, o al menos no está entre la prioridades de Humberto Moreira.
Cuando se le preguntó cuáles eran las reformas que podrían salir en este sexenio, el priista respondió con enumeración de temas, más de que iniciativas concretas: “orientar las políticas públicas para el combate a la pobreza y a la marginación social, por ejemplo, que es parte del interés nuestro; el tema de seguridad, que es de interés común”.
-¿Hay tiempo?-, se le preguntó.
La respuesta que dio Moreira es preciosa:
-Estamos a tiempo. Faltan, es cierto, menos de dos años para que concluya la Administración Federal y para que concluya también el periodo de los Diputados, de los legisladores federales, pero estamos en tiempo de sentar las bases si no para este sexenio, sí (para) que queden sentadas para los sexenios que vengan.
Como quien dice, van a tratar de plancharlas para cuando ellos vuelvan a Los Pinos. Y de no ser el caso, pues ni modo, no saldrán.
En cuanto a la reforma política. Va cómo salió a relucir:
-¿La sucesión impediría que se lleguen a acuerdos en torno a las reformas?
-Desde mi punto de vista no. La reforma electoral, si es una reforma, tenemos que participar en ella haciendo uso de lo que se logró realizar.
(Como quien dice, no va más)
-Pero, ¿no va a haber otra reforma electoral?, ¿qué les expresó el Presidente?-, le insistieron a Moreira
-Estuvimos escuchando el tema de seguridad, desglosándolo ambos-, acotó sin más.
-Entonces no va a haber reformas?, porque nomás nos dice los temas.
-No, ahí te va, te dije: con grandes objetivos se logran las reformas. ¿Cómo vamos a hacer una reforma si no sabemos exactamente dónde queremos ir? La misión de esta nueva dirigencia es que tenemos que poner en la mesa hacia dónde queremos ir. ¿Qué le interesa a la señora que está en su casa?, que su marido no tiene empleo, que ella tampoco, que no alcanza con su salario, que su hijo trabaje en una fábrica por las noches… ¡Que voy a hablar ahorita yo de los temas políticos!. Lo que interesa es resolver los temas de fondo del país, que son los temas de empleo, de desarrollo, de educación, de combate a la pobreza, ese es mi planteamiento y mi forma de pensar.
Ese fue Moreira al salir de Los Pinos. Así que caput a la reforma política y paletada de tierra para Manlio Fabio.
La reunión entre el presidente Felipe Calderón y el presidente del PRI, Humberto Moreira, se extendiendo. Se extendió y se extendió. Estaba pactada para 45 minutos y duró hora y media.
El de Coahuila resaltaba el hecho. Significativo en los viejos tiempos priistas, cuando el tiempo que obsequiaba el Jefe de Estado a su visitante en turno implicaba mayor o menor cercanía entre uno y otro; o se enviaba un mensaje de la importancia –o el desdén—que el habitante de Los Pinos manifestaba hacia su interlocutor.
Y puede ser que en esto, los tiempos, ni las señales políticas, hayan cambiado mucho. A fin de cuentas el PRI es una fuerza importante en el país y estrena nuevo dirigente. Seguramente a Calderón le interesaba, y mucho, ver el talante con el que llegaba Moreira y hacia dónde dirigía sus intereses.
Por lo pronto, de acuerdo a lo que dijo el líder del tricolor a los periodistas luego de su largo encuentro con Calderón, me queda una impresión: la reforma política impulsada por Manlio Fabio Beltrones no va, o al menos no está entre la prioridades de Humberto Moreira.
Cuando se le preguntó cuáles eran las reformas que podrían salir en este sexenio, el priista respondió con enumeración de temas, más de que iniciativas concretas: “orientar las políticas públicas para el combate a la pobreza y a la marginación social, por ejemplo, que es parte del interés nuestro; el tema de seguridad, que es de interés común”.
-¿Hay tiempo?-, se le preguntó.
La respuesta que dio Moreira es preciosa:
-Estamos a tiempo. Faltan, es cierto, menos de dos años para que concluya la Administración Federal y para que concluya también el periodo de los Diputados, de los legisladores federales, pero estamos en tiempo de sentar las bases si no para este sexenio, sí (para) que queden sentadas para los sexenios que vengan.
Como quien dice, van a tratar de plancharlas para cuando ellos vuelvan a Los Pinos. Y de no ser el caso, pues ni modo, no saldrán.
En cuanto a la reforma política. Va cómo salió a relucir:
-¿La sucesión impediría que se lleguen a acuerdos en torno a las reformas?
-Desde mi punto de vista no. La reforma electoral, si es una reforma, tenemos que participar en ella haciendo uso de lo que se logró realizar.
(Como quien dice, no va más)
-Pero, ¿no va a haber otra reforma electoral?, ¿qué les expresó el Presidente?-, le insistieron a Moreira
-Estuvimos escuchando el tema de seguridad, desglosándolo ambos-, acotó sin más.
-Entonces no va a haber reformas?, porque nomás nos dice los temas.
-No, ahí te va, te dije: con grandes objetivos se logran las reformas. ¿Cómo vamos a hacer una reforma si no sabemos exactamente dónde queremos ir? La misión de esta nueva dirigencia es que tenemos que poner en la mesa hacia dónde queremos ir. ¿Qué le interesa a la señora que está en su casa?, que su marido no tiene empleo, que ella tampoco, que no alcanza con su salario, que su hijo trabaje en una fábrica por las noches… ¡Que voy a hablar ahorita yo de los temas políticos!. Lo que interesa es resolver los temas de fondo del país, que son los temas de empleo, de desarrollo, de educación, de combate a la pobreza, ese es mi planteamiento y mi forma de pensar.
Ese fue Moreira al salir de Los Pinos. Así que caput a la reforma política y paletada de tierra para Manlio Fabio.
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