Álvaro Cepeda Neri
Excelente y oportuno ensayo periodístico titulado Los políticos sobrantes, escribió doña Irene Lozano (El País: 7/III/11). Son “los políticos de signo neoliberal” como De la Madrid, ya muy enfermo y quien acusó a su sucesor de corrupto; al mismo Salinas, Zedillo y los siameses Fox-Calderón, que abortó el PAN. Los primeros, antipriistas y derechozos, abrieron paso a los neoconservadores e incapaces panistas “que se muestran entusiasmados con la idea de llegar a ser genuinamente superfluos: quieren podar las instituciones, la riqueza del Estado y su capacidad de acción. Abogan por reducirlo al mínimo, lo venden a pedacitos, recortan los servicios, sin ver que resultan tan absurdos como un tratante de ganado haciendo proselitismo vegetariano”.
Los políticos sobrantes como Elba Esther Gordillo, a quien en la Cámara de Diputados federales, le gritaron que “es la más corrupta”. Los ineptos, como el titular de Hacienda Ernesto Cordero (manipulando la Unidad de Inteligencia Financiera, para desenmascarar a sus enemigos y adversarios con botines dentro y fuera del país, de lo que se han robado) y quien ya no quiere el queso de la candidatura presidencial. Otro sobrante es Manuel Camacho, manager de Ebrard. Éste, entre las sobras de la grilla, le anda por publicar sus encuestas (organizadas por Liébano Sáenz, mismo encuestador de Peña Nieto), de supuesta ventaja a López Obrador.
Ya Calderón demostró que política y presidencialmente, es otro sobrante, dedicado a su fallida “estrategia” contra la sangrienta violencia delincuencial en aumento, al grado de que durante el calderonismo, hay entre 20 y 30 homicidios diarios, de narcos, sicarios, soldados, policías… ¡y de mexicanos ajenos a esa barbarie, que con sus familias se ven obligados a transitar por las zonas de la no-guerra! También el resto de los ineptos encargados del despacho presidencial, que ganan no menos de 200 mil pesos mensuales.
Los panistas-calderonistas, incluyendo a los diez descalificados y a los probables candidatos-ciudadanos, empezando por el titular de Sedesol (que dizque no es miembro del PAN), son “ineptos como gestores (y) lejos de llevarles a dejarle el paso a alguien mejor, les sirve para demostrar la nulidad genética de los políticos y abundar en su propio desprestigio”, agrega la periodista y llama a solucionarlo con más política: con eficacia, cumplimiento de sus promesas, reducción del abuso del poder, honradez en el manejo de los dineros públicos, inteligencia financiera para las inversiones públicas y arbitraje del gobierno ante el choque de intereses privados (Telmex-Telcel versus Televisa y Tv-Azteca con la chiquillería de comunicaciones).
Los del PRI con los Moreira y los panistas y sus compañeros de viaje a la corrupción electoral: el chuchismo perredista, son políticos sobrantes. Y los ciudadanos se muestren asqueados ante lo numerosos que son y que llevan en la “delantera” a Peña Nieto, Creel y Ebrard, que han invertido dinero del pueblo, para “ganar” en sus encuestas a modo.
Excelente y oportuno ensayo periodístico titulado Los políticos sobrantes, escribió doña Irene Lozano (El País: 7/III/11). Son “los políticos de signo neoliberal” como De la Madrid, ya muy enfermo y quien acusó a su sucesor de corrupto; al mismo Salinas, Zedillo y los siameses Fox-Calderón, que abortó el PAN. Los primeros, antipriistas y derechozos, abrieron paso a los neoconservadores e incapaces panistas “que se muestran entusiasmados con la idea de llegar a ser genuinamente superfluos: quieren podar las instituciones, la riqueza del Estado y su capacidad de acción. Abogan por reducirlo al mínimo, lo venden a pedacitos, recortan los servicios, sin ver que resultan tan absurdos como un tratante de ganado haciendo proselitismo vegetariano”.
Los políticos sobrantes como Elba Esther Gordillo, a quien en la Cámara de Diputados federales, le gritaron que “es la más corrupta”. Los ineptos, como el titular de Hacienda Ernesto Cordero (manipulando la Unidad de Inteligencia Financiera, para desenmascarar a sus enemigos y adversarios con botines dentro y fuera del país, de lo que se han robado) y quien ya no quiere el queso de la candidatura presidencial. Otro sobrante es Manuel Camacho, manager de Ebrard. Éste, entre las sobras de la grilla, le anda por publicar sus encuestas (organizadas por Liébano Sáenz, mismo encuestador de Peña Nieto), de supuesta ventaja a López Obrador.
Ya Calderón demostró que política y presidencialmente, es otro sobrante, dedicado a su fallida “estrategia” contra la sangrienta violencia delincuencial en aumento, al grado de que durante el calderonismo, hay entre 20 y 30 homicidios diarios, de narcos, sicarios, soldados, policías… ¡y de mexicanos ajenos a esa barbarie, que con sus familias se ven obligados a transitar por las zonas de la no-guerra! También el resto de los ineptos encargados del despacho presidencial, que ganan no menos de 200 mil pesos mensuales.
Los panistas-calderonistas, incluyendo a los diez descalificados y a los probables candidatos-ciudadanos, empezando por el titular de Sedesol (que dizque no es miembro del PAN), son “ineptos como gestores (y) lejos de llevarles a dejarle el paso a alguien mejor, les sirve para demostrar la nulidad genética de los políticos y abundar en su propio desprestigio”, agrega la periodista y llama a solucionarlo con más política: con eficacia, cumplimiento de sus promesas, reducción del abuso del poder, honradez en el manejo de los dineros públicos, inteligencia financiera para las inversiones públicas y arbitraje del gobierno ante el choque de intereses privados (Telmex-Telcel versus Televisa y Tv-Azteca con la chiquillería de comunicaciones).
Los del PRI con los Moreira y los panistas y sus compañeros de viaje a la corrupción electoral: el chuchismo perredista, son políticos sobrantes. Y los ciudadanos se muestren asqueados ante lo numerosos que son y que llevan en la “delantera” a Peña Nieto, Creel y Ebrard, que han invertido dinero del pueblo, para “ganar” en sus encuestas a modo.
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