Frenan albazo legislativo; PRI y PAN pretendían aprobar reforma laboral

Jesusa Cervantes

La fracción del Partido del Trabajo (PT) logró frenar la mañana de este jueves “un albazo legislativo” que tanto PRI como PAN pretendían llevar a cabo al aprobar en comisiones una nueva Ley Federal del Trabajo (LFT).

Sin embargo, la contención podría ser temporal, pues se prevé que el próximo miércoles 23 se avale por mayoría en el pleno de la Comisión de Trabajo y Previsión Social, que encabeza el priista Tereso Medina.

Desde la tarde del miércoles 16, el petista e integrante de esa comisión, Porfirio Muñoz Ledo, alertó a sus compañeros de partido de lo que la dupla PAN-PRI pretendía realizar.

El legislador incluso envió una carta al presidente de la Mesa Directiva, Jorge Carlos Ramírez Marín, en donde le exponía las violaciones al reglamento, al pretenderse convocar a un encuentro con tan sólo unas horas de anticipación y sin tomar en cuenta al resto de los miembros de la comisión.

Y mientras Muñoz Ledo salía del país rumbo a Uruguay --siete de la mañana de este jueves-- para atender un trabajo de la comisión que preside, la de Relaciones Exteriores, los 11 integrantes restantes de la fracción del PT se reunían en el salón Carlos Marx para afinar su estrategia e impedir la aprobación al vapor de la reforma laboral.

A las 8:00 horas, tiempo en que estaba convocada la comisión, los petistas encabezados por Pedro Vázquez, su coordinador, Jaime Cárdenas, Gerardo Fernández Noroña, Laura Itzel Castillo, Mario di Costanzo, Herón Escobar, Amadeo Espinosa, Oscar González, Enrique Ibarra, Ifigenia Martínez y Guadalupe Reyes Sahagún fueron entrando uno a uno a la Comisión del Trabajo.

El primero en hablar, Jaime Cárdenas, reclamó: “Esta convocatoria es ilegal, por lo tanto no se puede realizar”.

Presto, Gerardo de los Cobos, diputado del PAN, le reviró: “A ver, préstame tu ley para ver dónde dice que es ilegal”.

--Yo no soy tu asesor, búscalo tú --respondió molesto Cárdenas.

El tono entre ambos empezó a subir hasta que, sorprendentemente, Gerardo Fernández Noroña --uno de los petistas considerado por su oposición como el más rijoso-- los tranquilizó.

A las 8:40 llegó el presidente de la comisión, quien de manera inusual iba acompañado del vicecoordinador de la fracción del PRI y el que no pertenece a dicha comisión, José Ramón Martell.

Ambos pretendieron iniciar la reunión, pero los petistas se empecinaron y, bajo el argumento de que era “ilegal” el encuentro, se enfrascaron en otra discusión para evitar la aprobación.

“Nuestra estrategia fue no dejar que la propia sesión iniciara, ya que consideramos que se violentaba, que se pretendían aprobar los cambios a la ley dejando fuera al PRD y al resto de los partidos más pequeños. Si no nos funcionaba eso, ya sabíamos que teníamos que tomar la tribuna o hacer lo que fuera para impedirlo”, relata el legislador Mario Di Costanzo.

Entonces el priista Martell tomó la palabra e inició su discurso acusando de “frenar el avance de país” a todos aquellos que estaban en contra de los cambios; luego pretendió entrar en materia, lo que fue impedido nuevamente por los petistas, quienes simplemente pidieron que se repusiera el procedimiento y se convocara a una sesión posterior.

La respuesta del líder de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Armando Neyra, fue clara y no dejó dudas a que efectivamente se quería aprobar la reforma laboral a como diera lugar.

Advirtió: “No importa que se reponga, de todas maneras tenemos la mayoría”.

De nuevo Jaime Cárdenas encendió los ánimos de los priistas al decir: “Esos líderes charros son los que quieren hacer la reforma”.

Y lo secundó Laura Itzel Castillo: “Esto huele a pescado podrido”.

Encaminados, los petistas siguieron con los reclamos en contra de la reforma laboral y del acuerdo PRI-PAN.

“Esto es el símbolo de la alianza PAN-PRI que no termina”, “esta reforma es la versión light de la reforma del PAN”, y “ahora resulta que ustedes, los priistas, son el adalid de los diputados trabajadores”, y así, señalamiento tras señalamiento hasta que el coordinador petista, Pedro Vázquez, se levantó para advertir a priistas y panistas:

“Esto que quieren hacer lo vamos a impugnar, nos vamos porque no queremos legitimar con nuestra presencia algo que está fuera de la ley… Pero allá nos vemos en el pleno”.

El reloj marcaba las 9:20 horas. Tereso Medina, bajo la inspección de su vicecoordinador parlamentario y las advertencias del PT, decidió suspender la reunión.

Navarrete Prida, al rescate

Los petistas lograron frenar el albazo legislativo en comisiones, pero no por mucho tiempo.

Para arreglar el entuerto de Tereso Medina y Ramón Martell, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos y exencargado de los temas legales de la fracción priista, Alfonso Navarrete Prida, fue llamado por Francisco Rojas y designado como el nuevo operador del tema.

Su misión será lograr, en una semana, y de la forma más tersa posible, la aprobación de la reforma laboral.

El objetivo es convencer a PRD y PT, pues del lado de la iniciativa privada, el PRI ya obtuvo el visto bueno; en tanto que del lado de los líderes sindicales, Joaquín Gamboa Pascoe, ya se dio el visto bueno.

Una vez sorteado el problema del desaseo con que se convocó a la reunión del 17 de marzo y con el mexiquense Alfonso Navarrete Prida a la cabeza, el resto de los diputados del PRI empezaron a operar.

Por ejemplo, David Penchyna, diputado priista por Hidalgo, inició su trabajo.
Se comunicó con petistas a quienes de manera “confidencial” les comunicó que el próximo miércoles se aprobará “a huevo” el tema, tanto el de la banca de desarrollo como el de “las pensiones”.

Los cambios a la Ley de Banca de Desarrollo son una propuesta del PRI que el PAN ha rechazado, y con la confesión de Penchyna quedaba implícito que el PAN ya había cedido, pero también, al revelar que asimismo pasaría “lo de pensiones”, era parte de la zanahoria que el PRI ofrecía al PT para que no volviera a “reventar” la reunión de la Comisión del Trabajo.

Y es que la propuesta de pensiones ha sido un tema en el que el PT ha insistido; de hecho, la propuesta a la que se refirió Penchyna es justamente la que el petista Mario Di Costanzo presentó el año pasado y que consiste en que aquellos pensionados que ganen abajo de 25 salarios mínimos no deberán pagar impuestos.

Actualmente la ley establece que el impuesto a la pensión lo deben pagar quienes ganen más de nueve salarios mínimos.

El Partido del Trabajo asegura que no pasará la reforma laboral y que “hará hasta lo imposible para que no se apruebe”.

Por su parte el PRD propone la realización de foros antes de que se avale en comisiones.

Pero desde noviembre pasado, el PRI habló con empresarios y líderes sindicales, de quienes logró su respaldo para avalar su propuesta de reforma, la cual es muy parecida a la del PAN; la gran diferencia entre ambos partidos es que Acción Nacional propone la transparencia en el manejo de los recursos de sindicatos, mientras que el Revolucionario Institucional se niega a ello.

Lo único cierto es que hasta este jueves 17, unos 23 legisladores, 14 del PRI y nueve del PAN --de los 29 que integran la comisión-- “ya plancharon” la reforma laboral para aprobarla en comisiones el próximo 23 de marzo.

En tanto, una toma de tribuna de petistas y perredistas se avecina, a menos que los buenos oficios de Navarrete Prida y David Penchyna logren convencerlos de lo contrario.

Además, no hay que olvidar que Francisco Rojas ya sentenció: “Hay condiciones para aprobar la reforma en este periodo”.

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