El fracaso de Calderón

Itinerario Político / Ricardo Alemán

Ahora resulta que no sólo es una opinión generalizada. Tampoco se trató de una ocurrencia del embajador Carlos Pascual, y menos una intriga del líder del PRI, Humberto Moreira. Lo cierto es que hoy el propio Felipe Calderón reconoció lo que es un secreto a voces; que hoy el PAN no tiene un candidato presidencial competitivo.

La aseveración presidencial es parte de una entrevista que ofreció el mandatario mexicano a un diario español, al que también dijo que espera que el aspirante presidencial del PAN empiece a despegar hacia finales de 2011 y las primeras semanas de 2012. Pero tampoco fue todo, Calderón también habló de la eventual alianza PAN-PRD para la lucha presidencial, y si bien se dijo escéptico sobre esa alianza, no la descartó del todo. Más aún, trató de ser didáctico al respecto, al parafrasear que "si hace dos años me hubieran preguntado sobre las alianzas estatales PAN-PRD, seguramente habría sido igual de escéptico".

¿Qué está pasando entre el presidente Calderón, el PAN, y los candidatos presidenciales?.

Vale la pregunta, porque hoy queda claro que los reproches y las preocupaciones que van dentro de las declaraciones del presidente, son mucho más que un desliz del presidente; más que un tropiezo de Calderón, y empiezan a colocarse en una tendencia. ¿Y cual es esa tendencia?. Parece clara. Que Calderón no solo desconfía de las capacidades político electorales de sus colaboradores –para convertirse en potenciales y poderosos aspirantes a relevarlo en el cargo--, sino que mantiene viva en su radar electoral la posibilidad de una alianza entre la derecha y la izquierda para competir juntos en julio de 2012.

Y es que no es la primera ocasión en que el presidente habla del tema de la potencial alianza presidencial entre azules y amarillos, sino que Felipe Calderón está consciente de que las debilidades político electorales del PAN y el PRD, los obligará a una alianza, si es que intentan derrotar al PRI. Más aún, en la segunda ocasión en que Calderón dejó abierta la posibilidad de una alianza, el jefe nacional del PRI, el ocurrente Humberto Moreira, le respondió con un certero descontón: "El presidente hizo chuza con sus presidenciables; tiro todos los pinos", dijo.

Hoy es la cuarta ocasión en que el presidente habla del tema, y son cuatro momentos en los que se refiere a la debilidad de los integrantes de su gabinete, los cuales no crecen para efectos político electorales. Calderón se explica el enanismo de los azules, por el peso de la figura presidencial. Pero si fuera así, en 2005 Santiago Creel le habría ganado la candidatura presidencial al propio Calderón, o AMLO no habría sido candidato presidencial.

No, hete aquí que el problema no es de los "enanos del circo", sino del dueño del espectáculo. ¿Quién seleccionó y designó a sus colaboradores, secretarios de Estado, de entre los que debía salir un candidato presidencial fuerte y ganancioso?. ¡Quien debía haber creado las condiciones para construir nuevos liderazgos y potenciales candidatos presidenciales..?. Sí, el responsable de todo eso se llama Felipe Calderón.

Es decir, que Calderón ha fracasado en su papel de constructor de nuevos liderazgos no solo para llevarlos a gobiernos estatales, en donde podrían ser capaces de competir con éxito en elecciones locales, sino que el presidente Fracasó en la construcción de líderes y potenciales precandidatos presidenciales. Calderón y sus leales dicen –ante esa realidad de fracaso--, que hace seis años, el propio Felipe aún ni contaba en las encuestas. Pero se les olvida que ya en sondeos abiertos, Santiago Creel era uno de los presidenciables más aventajados.

Hoy no hay entre el panismo, ni el Clouthier de 1988, ni el Diego de 1994, ni el Fox de 2000, y menos el Calderón de 2006. En cambio, hoy el PRI tiene a Peña Nieto como aventajado, igual que el PRD tenía a AMLO en 2006 y el PAN a Fox en 2000 Hoy los azules podrán decir lo que quieran; misa si lo desean, pero lo cierto es que sus gobiernos municipales, estatales y el federal, viven un profundo fracaso en el ejercicio del poder y el empoderamiento de su partido. Y si no, al tiempo.

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