Jorge Alejandro Medellín
1.- Al festejo y la algarabía de los mandos militares (captura de El Piolín), navales (captura de El Toto) y de la Policía Federal (Captura de El Oso Rojo), le han seguido las reacciones de fuerza norteamericanas (captura de 676 presuntos Zetas en suelo americano) y la inevitable resaca de congresistas estadunidenses.
2.- Estos últimos no se tragaron las inusitadas historias de efectividad de las fuerzas federales mexicanas, capaces de encontrar y detener a los responsables del asesinato del agente del Immigration and Customs Enforcement (ICE) Jaime Zapata en menos de una semana.
Desde el pasado viernes han puesto en duda el resultado de las operaciones mexicanas y las versiones sobre lo ocurrido con los Zetas presuntamente responsables del homicidio.
3.- Los legisladores encuentran inverosímil la versión de la Sedena en torno a la “confusión” de Julián Zapata Espinoza, El Piolín, y sus sicarios quienes, según el Coronel Ricardo Trevilla Trejo, Director de Comunicación Social de la Sedena, se equivocaron de objetivo al atacar la camioneta del agente estadunidense (un vehículo blindado y con placas diplomáticas) creyendo que era la de un cartel rival.
4.- Esto es absurdo, han señalado legisladores al agregar que en los últimos años el gobierno mexicano ha sido incapaz de resolver casos de asesinatos y ejecuciones ligadas al narcotráfico. ¿Cómo es posible que ahora, en unos cuantos días, encuentren a los responsables y estén en vías por desarticular a los Zetas al menos en San Luis Potosí?, se preguntan.
5.- No les falta razón al cuestionar estos hechos. Mientras el aparato de inteligencia militar, naval y policial federal funcionan a todo vapor para dar con los asesinos de un agente norteamericano de cara al encuentro entre Felipe Calderón y Barack Obama, en Ciudad Juárez alguien se ha empeñado en desaparecer a una familia entera.
6.- Una cacería, una operación de exterminio está a unos pasos de acabar con los integrantes de la familia Reyes Salazar, cuyos integrantes se dedicaron a denunciar abusos militares en el marco de la fallida Operación Conjunta Chihuahua.
Los Reyes Salazar han señalado a soldados y oficiales por diversos abusos contra la población que van desde hechos de violencia y amenazas, hasta amenazas, robo, intimidación y crímenes, todo esto en el lapso que abarca la militarización de Ciudad Juárez.
7.- Los que quedan del clan Reyes Salazar, como Marisela Reyes -quien ha perdido a seis hermanos plagiados y asesinados en el último año y ha sufrido ataques a su casa y contra otros familiares- decidieron finalmente irse del país ante la brutal campaña de exterminio en su contra.
8.- Marisela no duda en señalar que los responsables de los asesinatos de sus hermanos son militares, tropa u oficiales o ambos, coludidos en una dinámica no solo para exterminar a quienes los han señalado, denunciado y acusado de abusar gravemente de la población a la que juraron proteger con la vida misma, sino para intimidar también, de paso, a las organizaciones civiles que alzan a voz para protestar por esta situación.
9.- Dice la hermana de los ejecutados que la tragedia ha alcanzado a su familia siempre que éstos han atravesaron retenes o puestos de control militar, de día o de noche, solos o acompañados de alguien. Demasiada coincidencia, señala Marisela. Para indignante colmo, la casa de su madre fue incendiada hace unas semanas mientas a poco más de cien metros de allí los integrantes de un campamento militar observaban impasibles las llamas en la madrugada. Nadie hizo nada.
10.- Militares, navales y federales se han aplicado al máximo para entregar buenas, excelentes cuentas a su Comandante Supremo para que este las presente como cartas credenciales al presidente Obama.
11.- La misma efectividad, rapidez, precisión, contundencia, celeridad, éxito y claridad es nula por parte de militares, navales y federales en Ciudad Juárez.
La operación de exterminio contra la familia Reyes Salazar cuenta con este poderoso factor como un elemento decisivo para acabar con acusadores y reducir a la nada a aquellos que se atrevan a criticar y denunciar abusos de los defensores de la patria, ha dicho Marisela Reyes.
12.- España, Canadá y Venezuela son ahora los posibles destinos de lo que queda del clan que alguna vez atrevió a levantar la voz para acusar a militares por abusos contra los que menos tienen.
13.- Así, en Ciudad Juárez, el ominoso aparato de persecución y choque contra los cárteles de la droga no solo es un fantasma pesado y oscilante sobre las cabezas de activistas y medios de comunicación; es también la descarada contraparte de un discurso mediático, efectista y fatuo que pregona caminos acertados y una victoria cercana en el combate a las drogas.
Nada más falso.
CENTINELA.-
La militarización de las estructuras de seguridad pública del país, a partir de un esquema de control y una estrategia castrense, tiene una de sus máximas expresiones hoy en 17 de las 32 entidades del territorio nacional.
Militares en retiro o con licencia ocupan en este sexenio cargos en todos los niveles de la administración pública encargados de la seguridad. Generales, Coroneles, Mayores y Capitanes han ido a parar, a querer o no, a estos cargos. Muchos están en desagrado con ello. Otros buscan como no estarlo, como ejercer de la mejor y más provechosa manera.
Negarlo no sería una necedad, sino más bien un ingenuo descaro.
En tanto, la Sedena enfrenta la revisión de sus cuentas por parte de la federación y muestra en algunos de sus libros, en áreas muy específicas, desorden, duplicidad, compras de equipo (primero) y autorización para hacerlas (después) como una de varias constantes de sus muy autónomas formas de manejarse como instituto armado ante los civiles.
Cosas vienen.
1.- Al festejo y la algarabía de los mandos militares (captura de El Piolín), navales (captura de El Toto) y de la Policía Federal (Captura de El Oso Rojo), le han seguido las reacciones de fuerza norteamericanas (captura de 676 presuntos Zetas en suelo americano) y la inevitable resaca de congresistas estadunidenses.
2.- Estos últimos no se tragaron las inusitadas historias de efectividad de las fuerzas federales mexicanas, capaces de encontrar y detener a los responsables del asesinato del agente del Immigration and Customs Enforcement (ICE) Jaime Zapata en menos de una semana.
Desde el pasado viernes han puesto en duda el resultado de las operaciones mexicanas y las versiones sobre lo ocurrido con los Zetas presuntamente responsables del homicidio.
3.- Los legisladores encuentran inverosímil la versión de la Sedena en torno a la “confusión” de Julián Zapata Espinoza, El Piolín, y sus sicarios quienes, según el Coronel Ricardo Trevilla Trejo, Director de Comunicación Social de la Sedena, se equivocaron de objetivo al atacar la camioneta del agente estadunidense (un vehículo blindado y con placas diplomáticas) creyendo que era la de un cartel rival.
4.- Esto es absurdo, han señalado legisladores al agregar que en los últimos años el gobierno mexicano ha sido incapaz de resolver casos de asesinatos y ejecuciones ligadas al narcotráfico. ¿Cómo es posible que ahora, en unos cuantos días, encuentren a los responsables y estén en vías por desarticular a los Zetas al menos en San Luis Potosí?, se preguntan.
5.- No les falta razón al cuestionar estos hechos. Mientras el aparato de inteligencia militar, naval y policial federal funcionan a todo vapor para dar con los asesinos de un agente norteamericano de cara al encuentro entre Felipe Calderón y Barack Obama, en Ciudad Juárez alguien se ha empeñado en desaparecer a una familia entera.
6.- Una cacería, una operación de exterminio está a unos pasos de acabar con los integrantes de la familia Reyes Salazar, cuyos integrantes se dedicaron a denunciar abusos militares en el marco de la fallida Operación Conjunta Chihuahua.
Los Reyes Salazar han señalado a soldados y oficiales por diversos abusos contra la población que van desde hechos de violencia y amenazas, hasta amenazas, robo, intimidación y crímenes, todo esto en el lapso que abarca la militarización de Ciudad Juárez.
7.- Los que quedan del clan Reyes Salazar, como Marisela Reyes -quien ha perdido a seis hermanos plagiados y asesinados en el último año y ha sufrido ataques a su casa y contra otros familiares- decidieron finalmente irse del país ante la brutal campaña de exterminio en su contra.
8.- Marisela no duda en señalar que los responsables de los asesinatos de sus hermanos son militares, tropa u oficiales o ambos, coludidos en una dinámica no solo para exterminar a quienes los han señalado, denunciado y acusado de abusar gravemente de la población a la que juraron proteger con la vida misma, sino para intimidar también, de paso, a las organizaciones civiles que alzan a voz para protestar por esta situación.
9.- Dice la hermana de los ejecutados que la tragedia ha alcanzado a su familia siempre que éstos han atravesaron retenes o puestos de control militar, de día o de noche, solos o acompañados de alguien. Demasiada coincidencia, señala Marisela. Para indignante colmo, la casa de su madre fue incendiada hace unas semanas mientas a poco más de cien metros de allí los integrantes de un campamento militar observaban impasibles las llamas en la madrugada. Nadie hizo nada.
10.- Militares, navales y federales se han aplicado al máximo para entregar buenas, excelentes cuentas a su Comandante Supremo para que este las presente como cartas credenciales al presidente Obama.
11.- La misma efectividad, rapidez, precisión, contundencia, celeridad, éxito y claridad es nula por parte de militares, navales y federales en Ciudad Juárez.
La operación de exterminio contra la familia Reyes Salazar cuenta con este poderoso factor como un elemento decisivo para acabar con acusadores y reducir a la nada a aquellos que se atrevan a criticar y denunciar abusos de los defensores de la patria, ha dicho Marisela Reyes.
12.- España, Canadá y Venezuela son ahora los posibles destinos de lo que queda del clan que alguna vez atrevió a levantar la voz para acusar a militares por abusos contra los que menos tienen.
13.- Así, en Ciudad Juárez, el ominoso aparato de persecución y choque contra los cárteles de la droga no solo es un fantasma pesado y oscilante sobre las cabezas de activistas y medios de comunicación; es también la descarada contraparte de un discurso mediático, efectista y fatuo que pregona caminos acertados y una victoria cercana en el combate a las drogas.
Nada más falso.
CENTINELA.-
La militarización de las estructuras de seguridad pública del país, a partir de un esquema de control y una estrategia castrense, tiene una de sus máximas expresiones hoy en 17 de las 32 entidades del territorio nacional.
Militares en retiro o con licencia ocupan en este sexenio cargos en todos los niveles de la administración pública encargados de la seguridad. Generales, Coroneles, Mayores y Capitanes han ido a parar, a querer o no, a estos cargos. Muchos están en desagrado con ello. Otros buscan como no estarlo, como ejercer de la mejor y más provechosa manera.
Negarlo no sería una necedad, sino más bien un ingenuo descaro.
En tanto, la Sedena enfrenta la revisión de sus cuentas por parte de la federación y muestra en algunos de sus libros, en áreas muy específicas, desorden, duplicidad, compras de equipo (primero) y autorización para hacerlas (después) como una de varias constantes de sus muy autónomas formas de manejarse como instituto armado ante los civiles.
Cosas vienen.
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