Álvaro Delgado
El fracaso de la consulta para convalidar la alianza PAN-PRD en el Estado de México es rotundo por doble vía: Lo es numéricamente, porque los dos partidos apenas llevaron a votar a la mitad de sus 490 mil afiliados, pero políticamente es peor, debido a que el candidato que pensaban postular contra el PRI, y que volvieron inmaculado, es ahora el candidato… del PRI.
El fiasco de panistas y perredistas comparsas puede acreditarse numéricamente de manera muy sencilla: Los organizadores de la consulta de este domingo 27 estiman que participaron 250 mil personas, cuyo 76% apoyó la alianza PAN-PRD, pero los dos partidos suman casi 490 mil afiliados, de manera que, en el mejor de los casos, sólo la mitad de ellos respaldó ese ejercicio.
En efecto, oficialmente el PAN en el Estado de México tiene 157 mil 41 militantes (21 mil 878 activos y 135 mil 163 adherentes), al corte del 22 de marzo de este año, y el PRD registra 329 mil 894 prosélitos con credencial, también al 21 de marzo, que en conjunto suman 486 mil 935 personas.
Así, de ser cierto que acudieron a las casillas 250 mil ciudadanos, y suponiendo que sólo hayan acudido los miembros formales de los dos partidos políticos, entonces 236 mil 935 de ellos desairaron la consulta. Es la mitad en números redondos.
Pero si los promotores de la alianza no fueron capaces de entusiasmar ni a sus prosélitos, menos lo hicieron con los ciudadanos apartidistas, porque quienes emitieron su opinión --a favor o en contra-- representan una minoría del universo de más de 10 millones de personas con credencial de elector en el estado: apenas el 1.7% de ese total.
Eso lo saben los presidentes de PAN y PRD, Gustavo Madero y Jesús Zambrano, respectivamente, cuyo entusiasmo es impostado, y la expresión del primero, en el sentido de “mejor imposible”, es de plano un disparate.
Por eso es ridículo, también, que panistas y perredistas involuntariamente colmen de elogios a Enrique Peña Nieto por haber escogido a Eruviel Ávila como el candidato priista a gobernador, justamente a quien ellos cortejaban, y, en el desvarío, se atribuyen inclusive esa estratagema, cuya autoría corresponde en todo caso a Carlos Salinas.
Porque, conforme a información de priistas cercanos al proceso, Salinas mantuvo comunicación permanente con Peña Nieto, sobre todo después del amago de Eruviel de irse del PRI si el beneficiario del dedazo era Alfredo del Mazo, el escenario que los aliancistas esperaban con ansia.
Y ahora, cimbrados por la jugada priista que derrumbó su expectativa de un rompimiento de Eruviel Ávila, precisamente en vísperas de la consulta, panistas y perredistas están ya vencidos desde ahora en los hechos: ¿De qué lo van a acusar si ellos lo hicieron inmaculado? Lo contrario los exhibe como incongruentes y oportunistas.
Es preciso recordar que, desde mediados del año pasado, emisarios de César Nava y Jesús Ortega, entonces presidentes del PAN y del PRD, comenzaron a cortejar a Eruviel para hacerlo su candidato, como lo pretendieron también con el empresario Alejandro Martí y la activista Isabel Miranda, así como con el corredor de coches Giovanni Aloi y hasta con la actriz Lucero.
Pero el alcalde con licencia de Ecatepec fue siempre la carta fuerte de los aliancistas y lo fueron blindando, al menos de manera involuntaria, porque jamás emitieron en su contra una sola crítica, ni siquiera el endeudamiento ni la inseguridad terrible ni la corrupción que padece el municipio, con la esperanza de que rompiera con el PRI.
Todavía la víspera de su “destape” por Peña Nieto, el sábado por la mañana, promotores de la alianza se reunieron, en Tlalnepantla, para quejarse de que están “cansados de que los gobernantes del Estado de México sean siempre del Valle de Toluca”. Entre los asistentes estaba Luis Felipe Bravo Mena, uno de los “intelectuales” de El Yunque.
Tras el ridículo, panistas y perredistas afines son capaces de buscar a Alfredo del Mazo Maza para que sea su candidato a gobernador, aunque la que se perfila como candidata de la alianza es Purificación Carpinteyro, exsubsecretaria de Comunicaciones y Transportes, o al menos es lo que ella asegura.
Si en el PRD cabe un mínimo de sensatez y respeto por sí mismos, o por lo menos de pragmatismo --la coartada de los Chuchos--, deben postular a Alejandro Encinas y dejar que el PAN siga su desplome por la ineptitud y corrupción de los gobiernos, entre ellos los acomplejados Vicente Fox y Felipe Calderón.
La alianza ya hiede…
El fracaso de la consulta para convalidar la alianza PAN-PRD en el Estado de México es rotundo por doble vía: Lo es numéricamente, porque los dos partidos apenas llevaron a votar a la mitad de sus 490 mil afiliados, pero políticamente es peor, debido a que el candidato que pensaban postular contra el PRI, y que volvieron inmaculado, es ahora el candidato… del PRI.
El fiasco de panistas y perredistas comparsas puede acreditarse numéricamente de manera muy sencilla: Los organizadores de la consulta de este domingo 27 estiman que participaron 250 mil personas, cuyo 76% apoyó la alianza PAN-PRD, pero los dos partidos suman casi 490 mil afiliados, de manera que, en el mejor de los casos, sólo la mitad de ellos respaldó ese ejercicio.
En efecto, oficialmente el PAN en el Estado de México tiene 157 mil 41 militantes (21 mil 878 activos y 135 mil 163 adherentes), al corte del 22 de marzo de este año, y el PRD registra 329 mil 894 prosélitos con credencial, también al 21 de marzo, que en conjunto suman 486 mil 935 personas.
Así, de ser cierto que acudieron a las casillas 250 mil ciudadanos, y suponiendo que sólo hayan acudido los miembros formales de los dos partidos políticos, entonces 236 mil 935 de ellos desairaron la consulta. Es la mitad en números redondos.
Pero si los promotores de la alianza no fueron capaces de entusiasmar ni a sus prosélitos, menos lo hicieron con los ciudadanos apartidistas, porque quienes emitieron su opinión --a favor o en contra-- representan una minoría del universo de más de 10 millones de personas con credencial de elector en el estado: apenas el 1.7% de ese total.
Eso lo saben los presidentes de PAN y PRD, Gustavo Madero y Jesús Zambrano, respectivamente, cuyo entusiasmo es impostado, y la expresión del primero, en el sentido de “mejor imposible”, es de plano un disparate.
Por eso es ridículo, también, que panistas y perredistas involuntariamente colmen de elogios a Enrique Peña Nieto por haber escogido a Eruviel Ávila como el candidato priista a gobernador, justamente a quien ellos cortejaban, y, en el desvarío, se atribuyen inclusive esa estratagema, cuya autoría corresponde en todo caso a Carlos Salinas.
Porque, conforme a información de priistas cercanos al proceso, Salinas mantuvo comunicación permanente con Peña Nieto, sobre todo después del amago de Eruviel de irse del PRI si el beneficiario del dedazo era Alfredo del Mazo, el escenario que los aliancistas esperaban con ansia.
Y ahora, cimbrados por la jugada priista que derrumbó su expectativa de un rompimiento de Eruviel Ávila, precisamente en vísperas de la consulta, panistas y perredistas están ya vencidos desde ahora en los hechos: ¿De qué lo van a acusar si ellos lo hicieron inmaculado? Lo contrario los exhibe como incongruentes y oportunistas.
Es preciso recordar que, desde mediados del año pasado, emisarios de César Nava y Jesús Ortega, entonces presidentes del PAN y del PRD, comenzaron a cortejar a Eruviel para hacerlo su candidato, como lo pretendieron también con el empresario Alejandro Martí y la activista Isabel Miranda, así como con el corredor de coches Giovanni Aloi y hasta con la actriz Lucero.
Pero el alcalde con licencia de Ecatepec fue siempre la carta fuerte de los aliancistas y lo fueron blindando, al menos de manera involuntaria, porque jamás emitieron en su contra una sola crítica, ni siquiera el endeudamiento ni la inseguridad terrible ni la corrupción que padece el municipio, con la esperanza de que rompiera con el PRI.
Todavía la víspera de su “destape” por Peña Nieto, el sábado por la mañana, promotores de la alianza se reunieron, en Tlalnepantla, para quejarse de que están “cansados de que los gobernantes del Estado de México sean siempre del Valle de Toluca”. Entre los asistentes estaba Luis Felipe Bravo Mena, uno de los “intelectuales” de El Yunque.
Tras el ridículo, panistas y perredistas afines son capaces de buscar a Alfredo del Mazo Maza para que sea su candidato a gobernador, aunque la que se perfila como candidata de la alianza es Purificación Carpinteyro, exsubsecretaria de Comunicaciones y Transportes, o al menos es lo que ella asegura.
Si en el PRD cabe un mínimo de sensatez y respeto por sí mismos, o por lo menos de pragmatismo --la coartada de los Chuchos--, deben postular a Alejandro Encinas y dejar que el PAN siga su desplome por la ineptitud y corrupción de los gobiernos, entre ellos los acomplejados Vicente Fox y Felipe Calderón.
La alianza ya hiede…
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