Cara de turistas

Francisco Rodríguez / Índice Político

La fallida Administración va de desatino en desatino. El mayor de todos es el que ha costado al país más de 40 mil víctimas mortales, sin que el objetivo que se dice perseguir –brindar seguridad a la población– esté al alcance. El más reciente, el de la pretensión de ingresar a nuestro territorio en el Top Five de las naciones más visitadas por turistas extranjeros: una vacilada. O quizá un acto revestido de esquizofrenia.

Ambos desatinos son similares en el fondo.

Inició Calderón su guerra en contra del narcotráfico sin plan alguno. Cualquiera diría, coloquialmente, que el ocupante de Los Pinos se lanzó como “El Borras” a la caza de mañosos, aunque siempre habrá quien piense –no sin razón– que de lo que en realidad se trata es de sustituir a los cárteles “del pasado” por el de Joaquín El Chapo Guzmán, que todo indica es el que más y mejor tributa a la causa panista. El caso de Ciudad Juárez es, en este sentido, paradigmático: con la ayuda de las llamadas fuerzas federales, el denominado Cártel de Sinaloa paulatinamente se adueña de “la plaza”, incrementando el número de muertos y de familias destruidas.

Sin plan, empero, el problema de la violencia ha escalado a las alturas. Sin plan, el lavado de dinero se ha incrementado en México. Sin plan, instituciones como el Ejército, la Marina Armada y la Policía Federal están enfrentadas. Sin plan, acepta el titular de la Defensa Nacional, la única solución viable es unificar a los cárteles para exterminar a Los Zetas.

Y así, igualito, sin plan es que Calderón se lanza ahora a la conquista –¿otra “guerra”?– de los mercados mundiales turísticos.

Mero acto oratorio el celebrado apenas este lunes para dar a conocer el Acuerdo Nacional por el Turismo que, se dijo, busca hacer de México uno de los cinco principales destinos en el mundo antes de 2018, y generar más de 4 millones de empleos e incrementar a 40 mil millones de dólares el ingreso de divisas por esa vía.

Una vacilada, por más que al evento se hayan llevado –por su nivel jerárquico, imposible decir que se les haya “acarreado”– a gobernadores y capitostes de la “industria sin chimeneas”.

Porque, apuntó inmediatamente el diputado priísta Carlos Joaquín González, quintanarroense que preside la Comisión de Turismo de la Cámara Baja, que ni siquiera hay un Reglamento de la Ley del ramo aprobada en la Legislatura anterior.

La fallida Administración del señor Felipe Calderón tenía un plazo para emitir tal Reglamento, mismo que ya se le venció, pues tal concluía en diciembre de 2009. Catorce meses han transcurrido, y el Ejecutivo Federal ocupado por Calderón y dos sucesivos secretarios de Turismo, el señor Elizondo y la señorita Guevara, siguen sin cumplir el mandato regulatorio.

Otro desatino, pues, porque ni siquiera hay plan.

Pero, ¿sabe usted qué es lo peor?

Que el reclamo del legislador Carlos Joaquín ni siquiera es reciente. Cada ocasión en la que el señor Calderón se enchaqueta la casaca “turistera”, el diputado quintanarroense lo apremia a que elabore y emita el Reglamento de la Ley Federal de Turismo.

Lo hizo, apenas, en enero de este 2011, cuando el michoacano se trepó a aviones y helicópteros para grabar un programa para la televisión estadounidense –quizá pagado por nosotros los contribuyentes– en el que se encomian las no pocas bellezas naturales del territorio nacional.

Entonces Joaquín dijo que “no bastan las pirotecnias mediáticas y paseos presidenciales” para impulsar efectivamente el turismo en México, por lo que el priista llamó a realizar acciones concretas como aprobar el reglamento de dicha ley. El legislador federal subrayó la importancia de dicho reglamento, pues en él se establecen las normas de operación del sector, tales como la penalización, supervisión y el actuar de la Secretaría de Turismo (Sectur) en los diversos destinos del país.

Aerolíneas, hoteles, arrendadoras de vehículos que, efectivamente, necesitan supervisión. Sólo un caso: el hotel Jashita, en Tulum, donde los propietarios italianos han encontrado la forma de defraudar a sus potenciales visitantes, cargando a sus tarjetas de crédito estancias que no se realizaron.

Sin plan, pues, este intento de llevar a México al Top Five –como dicen los mismos turisteros– es, en realidad, una nueva oportunidad para que la fallida Administración de Calderón nos vea a los mexicanos “la cara de turistas”. ¿O no?

Índice Flamígero: Las autoridades de Texas recomendaron a sus estudiantes que se abstengan de viajar a México durante las próximas vacaciones de primavera, ante la ola de violencia por el narcotráfico. La medida fue anunciada por el Departamento de Seguridad Pública del estado de la estrella solitaria. Sólo faltó decirles que no se preocupen. Que la droga de todos modos les va a llegar allá. De eso se encargan El Chapo y sus cómplices federales.

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