Ocho elementos del Ejército fueron detenidos en un retén militar de Tijuana, Baja California, en posesión de una tonelada de cocaína.
De acuerdo con el comandante de la Segunda Región Militar, general Alfonso Duarte, los militares, que presuntamente estaban coludidos con civiles, llevaban la cocaína oculta en mochilas de viaje, de las conocidas como “salchichas”.
Los efectivos –un capitán, dos sargentos y siete soldados– salieron desde el 22 de febrero de la Ciudad de México con destino a Tijuana, y recorrieron más de tres mil kilómetros sin que los retenes de al menos siete estados detectaran el cargamento.
El pasado jueves 24 de febrero, al llegar a Tijuana, los militares fueron sorprendidos por soldados de la Policía Judicial Militar, pero dos de ellos lograron escapar.
Según Duarte, la captura "fue producto de una labor de inteligencia militar que se llevó a cabo con bastante éxito, logrando la desactivación de un grupo de civiles que habían cooptado a personal militar".
El comandante calificó a los detenidos como "traidores", y aseguró que si bien el crimen organizado buscar involucrar a personal militar, cuando se detectan son detenidos.
Los militares aprehendidos fueron trasladados a la Ciudad de México, donde permanecen bajo arraigo en el Campo Marte.
Por la noche, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) emitió un boletín en el que destacó la consignación de tres oficiales y ocho elementos de tropa por delitos relacionados con tráfico de drogas y delincuencia organizada.
De acuerdo con el comandante de la Segunda Región Militar, general Alfonso Duarte, los militares, que presuntamente estaban coludidos con civiles, llevaban la cocaína oculta en mochilas de viaje, de las conocidas como “salchichas”.
Los efectivos –un capitán, dos sargentos y siete soldados– salieron desde el 22 de febrero de la Ciudad de México con destino a Tijuana, y recorrieron más de tres mil kilómetros sin que los retenes de al menos siete estados detectaran el cargamento.
El pasado jueves 24 de febrero, al llegar a Tijuana, los militares fueron sorprendidos por soldados de la Policía Judicial Militar, pero dos de ellos lograron escapar.
Según Duarte, la captura "fue producto de una labor de inteligencia militar que se llevó a cabo con bastante éxito, logrando la desactivación de un grupo de civiles que habían cooptado a personal militar".
El comandante calificó a los detenidos como "traidores", y aseguró que si bien el crimen organizado buscar involucrar a personal militar, cuando se detectan son detenidos.
Los militares aprehendidos fueron trasladados a la Ciudad de México, donde permanecen bajo arraigo en el Campo Marte.
Por la noche, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) emitió un boletín en el que destacó la consignación de tres oficiales y ocho elementos de tropa por delitos relacionados con tráfico de drogas y delincuencia organizada.
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