Andrés Manuel López Obrador tenía en espera tensa a muchos perredistas este domingo, programado para dar a conocer su proyecto de nación.
López Obrador sin embargo, actuó con gran inteligencia al no romper, cuando menos hasta ahora, con el jefe de gobierno del Distrito Federal, Marceo Ebrard, ni declarar la guerra a Jesús Ortega y su corriente de Los Chuchos.
López Obrador fue muy cuidadoso y ni lastimó a Los Chuchos, ni descalificó al candidato de último momento que metió Ebrard en la contienda como una tercera opción en caso de polarización, Armando Ríos Piter.
También cuidó su fraseo cuando habló de 2012 y afirmar que su movimiento estará en la lucha por la Presidencia, sin decir ni asegurar que él será el candidato.
López Obrador sin embargo, actuó con gran inteligencia al no romper, cuando menos hasta ahora, con el jefe de gobierno del Distrito Federal, Marceo Ebrard, ni declarar la guerra a Jesús Ortega y su corriente de Los Chuchos.
López Obrador fue muy cuidadoso y ni lastimó a Los Chuchos, ni descalificó al candidato de último momento que metió Ebrard en la contienda como una tercera opción en caso de polarización, Armando Ríos Piter.
También cuidó su fraseo cuando habló de 2012 y afirmar que su movimiento estará en la lucha por la Presidencia, sin decir ni asegurar que él será el candidato.
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