A cuatro años y medio de incumplimiento del Acuerdo de Convergencia –dado a conocer en octubre de 2006-, la disputa entre Telmex y Televisa ha transitado de las batallas jurídicas en el seno de los organismos reguladores a una creciente guerra en el terreno publicitario y mediático entre los dos grandes gigantes de las telecomunicaciones y de los contenidos mediáticos que alcanzó su punto máximo con la reciente suspensión publicitaria ordenada por las empresas de Carlos Slim a los canales televisivos de Emilio Azcárraga Jean a partir de febrero de este año.
Tal como lo adelantó Proceso en su edición anterior, Telmex y Telcel confirmaron que desde el 1 de febrero de 2011 suspendieron sus spots publicitarios en Televisa, lo cual podría representar la disminución de poco más de 1,800 millones de pesos para las señales de televisión abierta y televisión restringida que domina la compañía de Azcárraga Jean.
“Es un tema de precios. Se incrementaron las tarifas y desde principios de febrero no nos anunciamos. Por ahora, los anuncios están suspendidos”, confirmó una fuente interna de Telmex a Proceso.
El impacto de esta suspensión publicitaria es alto, ya que Telcel es el tercer cliente que más invierte en la televisión (Televisa y TV Azteca, principalmente), mientras que Telmex es el cliente número 14 en la lista de anunciantes televisivos más importantes.
El registro público más reciente del costo de los spots de Televisa, en el horario Triple A, de mayor audiencia, en el Canal 2, es de 677 mil 889 pesos por 20 segundos, al finalizar el 2010. En el tercer trimestre del año anterior el mismo spot, en el mismo horario, a compra libre, ascendía a 492 mil 200 pesos.
La suspensión publicitaria de Telmex-Telcel coincidió con la demanda interpuesta por el equipo jurídico de Televisa contra la sociedad formada por Dish México (MVS-EchoStar-Telmex) ante la Comisión Federal de Competencia, así como el recrudecimiento de una “guerra de desplegados”, encabezada por la Cámara Nacional de la Industria de la Televisión por Cable (Canitec), organismo dirigido por Alejandro Puente, y dominado claramente por las tres subsidiarias de Televisa (Cablevisión, TVI y Cablemás), así como su socio Megacable que controlan el 63 por ciento de los afiliados a la televisión por cable.
La Canitec acusó a Telcel, la empresa de telefonía móvil más importante del país de ofrecer tarifas de interconexión 127 por ciento más caras y advierte que rechazará “cualquier acto unilateral del operador dominante de telefonía móvil (Telcel) para imponer condiciones de interconexión en perjuicio de la competencia”.
Por primera vez en este periodo, Telmex decidió responder también de manera pública a la acusación de Televisa de que su sociedad en Dish México viola la prohibición de su título de concesión para ofrecer servicios de televisión restringida.
“Telmex no participa ni directa ni indirectamente en el capítulo de Dish México. En el futuro, podríamos participar directamente en una inversión conjunta con Dish México, en caso de que sea aprobada por las autoridades correspondientes, como Telmex lo ha comunicado reiteradamente en sus reportes bursátiles, incluyendo nuestros reportes a la U.S. Securities and Exchange Commision (SEC) y a la Bolsa Mexicana de Valores S.A.B. de C.V. (BMV) que han estado publicado en nuestra página de internet. Cabe resaltar que las operaciones descritas en este documento con Dish México, han sido debidamente conocidas y autorizadas por la Comisión Federal de Competencia (Cofeco)”, advierte en su punto 3 el desplegado firmado por Francisco Islas Mancera, representante legal de Telmex.
El recrudecimiento de esta guerra corporativa coincidió con la salida al aire de MVS Radio de la conductora Carmen Aristegui, el lunes 7 de febrero, y su reingreso a la estación de la familia Vargas, el próximo 21 de febrero, a raíz de un comunicado conjunto que ambas partes dieron a conocer el martes 15 de febrero.
El comunicado del 15 de febrero ya no hace mención a la supuesta violación al código de ética en la que habría incurrido Carmen Aristegui ni en las presiones derivadas del refrendo de las concesiones de MVS para explotar más del 70 por ciento de 190 Mhz de la banda 2.5Ghz, cuya aprobación está pendiente de ser ratificada por el presidente de la República, Felipe Calderón (ver Proceso, No. 1789).
El comunicado reconoce que este acuerdo entre Aristegui y MVS es en respuesta a las expresiones públicas de apoyo a la conductora, que constituyeron una protesta a nivel nacional e internacional.
“Con estas decisiones, Carmen Aristegui y su equipo de trabajo, así como MVS Radio, responden de manera transparente y pública a los requerimientos de una relevante porción de radioescuchas y ciudadanos”, afirma el documento de dos cuartillas.
El Monopolio de Contenidos
El ex subsecretario de Comunicaciones durante el sexenio de Vicente Fox, Jorge Alvarez Hoth, promotor del Acuerdo de Convergencia firmado en octubre de 2006, afirmó en su artículo titulado “La Guerra” que:
“El trasfondo de todos estos pleitos es el de evitar que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), la Cofetel y la Cofeco acaben avalando el cambio al título de concesión de Telmex tal y como lo prevé el Acuerdo de Convergencia… y se ha intensificado a últimas fechas producto de declaraciones que han realizado los presidentes de Cofetel, Mony de Swaan, y de Cofeco, Eduardo Pérez Motta, reconociendo que sigue siendo un pendiente de la agenda del sector el permitir la convergencia total de todas las redes, incluido Telmex, en la prestación de todos los servicios técnicamente posibles” (Reforma, 16 de febrero, 2011).
Consultado por Proceso, Alvarez Hoth, quien paradójicamente trabajó para Televisa y fue el creador del sistema de televisión vía satélite Sky, considera que la demanda contra la sociedad MVS-Telmex en Dish México constituye “una cortina de humo, una campaña mediática para que no le cambien el título de concesión de Tlemex”.
El ex subsecretario de Comunicaciones subraya que no es posible desperdiciar la red que posee Telmex, que actualmente posee 15 millones 291 mil líneas de teléfono fijo, de las cuales más del 75 por ciento son residenciales, para frenar el avance del triple play en el país y, sobre todo, de la incorporación de la banda ancha en internet.
“El país requiere que se democratice la generación editorial masiva de contenidos para que hayan nuevas opciones de opinión pública, no controladas por un solo medio”, advierte Alvarez Hoth.
Los datos de los últimos cuatro años confirman cómo Televisa ya no sólo es el poseedor de casi el 70 por ciento de las señales de televisión abierta, sino también ya obtuvo el 63 por ciento del control directo o indirecto de las compañías de televisión por cable y, a través de ellas, tiene una posición dominante en la empresa PCTV que es la misma que negocia los contenidos de los canales de televisión restringida con más del 90 por ciento de las empresas cableras del país.
El monopolio de Televisa en los contenidos mediáticos (tanto en televisión abierta, como en señales de paga, en los más importantes grupos radiofónicos y en algunos medios impresos que participan en su agenda) ha crecido en los últimos cuatro años.
México ocupa el tercer lugar en la OCDE entre los países que tienen el menor número de canales nacionales de televisión abierta (3 de Televisa, 2 de TV Azteca), muy por debajo de Japón que tiene 128, Turquía con 23, Estados Unidos e Italia con 9, y Francia con 7. A pesar de eso, Televisa posee más del 80 por ciento de la producción de contenidos que llegan al 97.8 por ciento de los hogares con señal televisiva, según el último estudio de MediaTelecomm, organismo dirigido por Jorge Fernández Negrete.
El dominio en televisión por cable es muy alto. Según la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, entre 2007 y 2010 se acumuló un total de 364 concesiones para instalar servicio de televisión por cable. Sin embargo, sólo cuatro empresas dominan el 63 por ciento de los poco más de 6 millones de suscritos. Estas cuatro empresas son las tres subsidiarias de Televisa (Cablemás, TVI, Cablevisión) que tienen el 43 por ciento más Megacable, con el 20 por ciento de suscriptores. Las cuatro formaron una alianza para dar servicios de triple play, conocido como YOO.
La única competencia fuerte que Televisa ha registrado de 2009 a la fecha es en el sistema de televisión satelital. Al cierre de 2010 se contaban con 3 millones 518 mil suscriptores, con la mayor tasa de crecimiento de todo el sector (arriba del 19 por ciento anual). Sky, subsidiaria de Televisa, antes tenía el 95 por ciento de los suscriptores de este sistema, pero su nueva competencia Dish México, con una oferta más barata y sin ofrecer los canales de televisión abierta de Televisa y TV Azteca ha llegado a 2.2 millones de suscriptores a febrero de 2011.
La disputa en este terreno llegó al veto publicitario. En noviembre de 2010, Televisa no quiso transmitir la campaña de promoción de Dish en sus canales, a pesar de que MVS había pagado por adelantado 10 millones de pesos por el contrato publicitario. Sólo TV Azteca aceptó transmitir algunos de esos spots.
TV Azteca ya inició a dar servicios de televisión de paga y triple play y televisión restringida, pero se ha concentrado en las zonas de ingresos medios y altos en las zonas urbanas.
A través de sus subsidiarias, especialmente de Cablemás, de Alejandro Alvarez Figueroa, Televisa posee el control de la compañía Productora y Comercializadora de Televisión por Cable (PCTV), empresa creada por los cableros para negociar en paquete los canales de televisión restringida. Posee los derechos para comercializar el contenido de 59 canales, entre ellos, muchos son propiedad de Televisa (Telehit, Ritmoson Latino, Bandamax, Unicable, Depelícula, Cinema Golden, Telenovelas, Clásicos TV, American Network, entre otros.
Jorge Fernández, director de Mediatelecom, define a PCTV como un “monopsonio”, es decir, “tiene el poder de un solo comprador en el mercado de contenidos, lo que le da poder total de compra en ese mercado, de manera que pueden fijar el precio y las condiciones de transacción en el mismo, lo que perjudica especialmente a los pequeños productores independientes de contenidos”.
Crisis de Telefonía Fija
Controlado el mercado de televisión restringida por Televisa, empresa que también ya compite en el terreno de la telefonía y de la fibra óptica –áreas dominantes de las empresas de Carlos Slim-, Telmex ha resentido una disminución de sus ganancias ante la imposibilidad de participar en el mercado del triple play.
En el cuarto trimestre de 2010, Telmex reportó una caída de 6 por ciento en sus ingresos, con respecto al mismo periodo de 2009. “De forma acumulada, en 2010, los ingresos disminuyeron en 4.6 por ciento en comparación con 2009 y sus ganancias netas bajaron 23.9 por ciento, según el propio reporte de la compañía.
Al finalizar el 2010, Telmex registró 15 millones 591 mil líneas de teléfono fijo, 291 mil líneas menos con respecto de diciembre de 2009. Un análisis de Jorge Bravo, difundido por MediaTelecom, advierte que para Telmex la contracción de líneas de telefonía fija inició desde 2006. En el primer trimestre de ese año, la empresa de Slim registró la cifra más alta de su historia con 18 millones 650 mil suscriptores. Es decir, Telmex ha perdido más de 3 millones de líneas.
Los otros competidores no llegan a tener la cobertura nacional de Telmex y se concentran en las zonas urbanas de ingresos medios y altos. Es el caso de Axtel (1 millón 25 mil líneas), Movistar (496 mil), Megacable (458.6 mil) y las subsidiarias de Televisa: Cablemás (187.7 mil) y Cablevisión (181.4 mil).
“No es posible que la red más importante de telefonía, que llegaba a 19 millones de hogares no sea utilizada para dar servicios de internet en banda ancha y televisión restringida. El país está perdiendo en materia de triple play”, advierte Alvarez Hoth.
El principal argumento para negarle el cambio de título de concesión a Telmex es que ha incumplido con los compromisos de interconexión, una de las tres condiciones que la SCT le puso a la compañía de Slim para ingresar a este mercado. Es en este terreno donde existen ahora los litigios más fuertes que están en manos de la Suprema Corte de Justicia (en el caso de Axtel contra Telcel) y forman parte de la campaña de desplegados periodísticos, encabezada por la Canitec y que arreciará en los próximos días.
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