Señor embajador, no es de su incumbencia

Martha Anaya / Crónica de Política

Le pregunté a Blanche Petrich, periodista de La Jornada que está trabajando para su diario los cables de WikiLeaks, qué reacciones le habían llamado la atención de lo que hasta ahora llevan publicado. Contestó sin vacilar:

-La respuesta que le dio el Presidente Felipe Calderón a Roberto Rock en El Universal.

Se refería Blanche a un pasaje que aparece a media entrevista. Pregunta Rock a Calderón:

-¿Cuál es su opinión sobre los cables que exhibió WikiLeaks?

-Ahí –responde el Presidente– los embajadores o quienes generaron los cables le echaron mucha crema a sus tacos. Siempre querían levantar sus propias agendas ante sus propios jefes, y han hecho mucho daño por las historias que cuentan y que, la verdad, distorsionan. Hay muchos casos de los que no vale la pena hablar.

-¿Puede citar un cable en particular?

-Los que hablaban de la descoordinación entre las distintas dependencias. Yo al embajador estadounidense no tengo por qué decirle cuántas veces me reúno con el gabinete de seguridad ni qué digo; la verdad es que no es un asunto de su incumbencia. No acepto ni tolero ningún tipo de intervención. Pero la ignorancia del señor se traduce en una distorsión de lo que ocurre en México y se cae en una afectación y una molestia en nuestro propio equipo.

Donde sí hay descoordinación es entre agencias en materia de seguridad en Estados Unidos. Nosotros vemos que la DEA, la CIA y el ICE siempre tienen una política de “Borondongo le dio a Bernabé”… La verdad es que no se coordinan y sí rivalizan.

¿Te das cuenta de lo que está diciendo Calderón?, comenta Blanche. ¿Cómo es posible que se exprese de los embajadores así, que si le “echan mucha crema a sus tacos”, que si “Borondongo le dio a Bernabé…”, que si tal o cual “no es de su incumbencia”. Y ya no digas del Embajador de Estados Unidos, de cualquier embajador. Esa no es manera de expresarse.

Pero esto significa algo más. Yo veo que aquí hay un “rompimiento” con el Embajador de Estados Unidos –agrega la periodista–, “¡qué grave!”

No deja de ser extraño, le digo, porque el sentido que dejan traslucir los cables que hasta ahora se han publicado, dan más bien una impresión de subordinación hacia los estadounidenses, incluidos los propios embajadores, a quienes parece que nuestro funcionarios les van a llorar y a pedir de todo.

“Por eso es importante!”, vuelve Blanche. Aquí, con la declaración que le hace calderón a El Universal, “lo que se ve es un rompimiento con el Embajador de Estados Unidos (Carlos Pascual).

Pues si es así, vaya momento que eligió –le digo–, Calderón está por viajar a Washington los próximos 2 y 3 de marzo para hablar con Barack Obama. Y si estás en malos términos con el Embajador…

Sí, interrumpe Blanche, quién sabe cómo se va a poner.

Por lo pronto, la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, se dijo “decepcionada” por las declaraciones del Presidente Felipe Calderón por su queja sobre la falta de coordinación de las agencias federales de Estados Unidos. (Del “Borondongo le dio a Bernabé…”, no dijo nada. Seguramente no entendió de qué se trataba)

Lo que seguirá en esta historia fársica pronto lo sabremos. Por lo pronto, las filtraciones de WikiLeaks y las reacciones que producen, siguen horadando las relaciones diplomáticas.

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