Se encuentra unos 200 km. al este de Trípoli, y es centro económico del país: Al Yazira.
Dpa
Trípoli/El Cairo. La oposición al líder libio, Muamar al Kadafi, consiguió hacerse con la tercera ciudad del país, Misurata, y las tropas gubernamentales y milicias la han abandonado, dijo un residente en una conversación con la emisora árabe Al Yazira.
A las afueras de la ciudad aún hay combates aislados, añadió.
Misurata se encuentra unos 200 kilómetros al este de la capital, Trípoli, y es un centro económico de Libia. La oposición afirma que todo el este del país se encuentra "liberado".
Los opositores se hicieron también con el control de Zawiya, al oeste de Trípoli, según informó el canal de televisión Al Arabiya.
Durante los enfrentamientos en esta ciudad habrían muerto docenas de personas según afirmó un testigo en conversación telefónica con Al Arabiya. Además, se incendiaron estaciones policiales y edificios gubernamentales. Los opositores amenazaron a las tropas fieles a Kadafi con provocar un baño de sangre si vuelven a la ciudad.
Mientras tanto, Kadafi sigue en Trípoli desafiando las sanciones que le acaba de imponer el Consejo de Seguridad de la ONU. El dirigente se halla en el sector de Bab al Asisiya, que está rodeado por impresionantes medidas de seguridad, según el periódico Asharq Al Awsat. Las milicias leales a su gobierno controlan el acceso al barrio.
Una mujer relató a Al Yazira en una conversación telefónica: "Tengo miedo de salir a la calle porque hay disparos todo el tiempo".
Las milicias controlan los bolsos, los carnets de identidad e incluso los teléfonos móviles, añadió.
El ex ministro de Justicia libio Mustafá Abdul Yalil ha anunciado que formará en el puerto de Bengasi un gobierno de transición.
Allí, aunque las antiguas estructuras de seguridad han colapsado la situación es tranquila, afirman residentes. "La Libia libre es estable. Eso demuestra que la gente puede gobernar el país", declaró Awad al Feituri desde el centro de información libio de Al Yazira.
Según las primeras estimaciones, en Bengasi murieron 750 personas.
El número de víctimas mortales en toda Libia es de más de mil, según el embajador libio ante la ONU, Ibrahim Dabbashi.
El sábado el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una serie de sanciones a Kadafi y sus principales colaboradores e instruyó al Tribunal Penal Internacional de La Haya para que investigue los crímenes y violaciones a los derechos humanos que cometa el régimen.
La resolución 1970 pide al tribunal que investigue la brutal represión de las protestas, impone un embargo total de armas, prohíbe viajar al exterior y congela los bienes de Kadafi y 21 personas de su entorno, incluidos varios familiares.
Por otro lado, en la frontera con Túnez podría desatarse una catástrofe humanitaria. Según Al Yazira, miles de inmigrantes egipcios huyeron en los últimos días de Libia después de que las tropas de Kadafi les convirtieran en uno de sus objetivos. Muchos de esos trabajadores llegaron a Túnez sin apenas dinero o pertenencias.
Dpa
Trípoli/El Cairo. La oposición al líder libio, Muamar al Kadafi, consiguió hacerse con la tercera ciudad del país, Misurata, y las tropas gubernamentales y milicias la han abandonado, dijo un residente en una conversación con la emisora árabe Al Yazira.
A las afueras de la ciudad aún hay combates aislados, añadió.
Misurata se encuentra unos 200 kilómetros al este de la capital, Trípoli, y es un centro económico de Libia. La oposición afirma que todo el este del país se encuentra "liberado".
Los opositores se hicieron también con el control de Zawiya, al oeste de Trípoli, según informó el canal de televisión Al Arabiya.
Durante los enfrentamientos en esta ciudad habrían muerto docenas de personas según afirmó un testigo en conversación telefónica con Al Arabiya. Además, se incendiaron estaciones policiales y edificios gubernamentales. Los opositores amenazaron a las tropas fieles a Kadafi con provocar un baño de sangre si vuelven a la ciudad.
Mientras tanto, Kadafi sigue en Trípoli desafiando las sanciones que le acaba de imponer el Consejo de Seguridad de la ONU. El dirigente se halla en el sector de Bab al Asisiya, que está rodeado por impresionantes medidas de seguridad, según el periódico Asharq Al Awsat. Las milicias leales a su gobierno controlan el acceso al barrio.
Una mujer relató a Al Yazira en una conversación telefónica: "Tengo miedo de salir a la calle porque hay disparos todo el tiempo".
Las milicias controlan los bolsos, los carnets de identidad e incluso los teléfonos móviles, añadió.
El ex ministro de Justicia libio Mustafá Abdul Yalil ha anunciado que formará en el puerto de Bengasi un gobierno de transición.
Allí, aunque las antiguas estructuras de seguridad han colapsado la situación es tranquila, afirman residentes. "La Libia libre es estable. Eso demuestra que la gente puede gobernar el país", declaró Awad al Feituri desde el centro de información libio de Al Yazira.
Según las primeras estimaciones, en Bengasi murieron 750 personas.
El número de víctimas mortales en toda Libia es de más de mil, según el embajador libio ante la ONU, Ibrahim Dabbashi.
El sábado el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una serie de sanciones a Kadafi y sus principales colaboradores e instruyó al Tribunal Penal Internacional de La Haya para que investigue los crímenes y violaciones a los derechos humanos que cometa el régimen.
La resolución 1970 pide al tribunal que investigue la brutal represión de las protestas, impone un embargo total de armas, prohíbe viajar al exterior y congela los bienes de Kadafi y 21 personas de su entorno, incluidos varios familiares.
Por otro lado, en la frontera con Túnez podría desatarse una catástrofe humanitaria. Según Al Yazira, miles de inmigrantes egipcios huyeron en los últimos días de Libia después de que las tropas de Kadafi les convirtieran en uno de sus objetivos. Muchos de esos trabajadores llegaron a Túnez sin apenas dinero o pertenencias.
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