Por El Enmascarado en el Exilio
NYC la ciudad que nunca duerme, no por Wall Street, sino por las bicicletas.
La ciudad que nunca duerme, que nunca para, y si para por la nieve o un apagón, las bicicletas repartidoras de comida siempre se verán recorriendo la ciudad, las 24 horas al día y los siete días de la semana, en la lluvia, en la nieve, en el ardiente asfalto esquivando los famosos taxis amarillos que son normalmente conducidos por los choferes despiadados o bien intransigentes neoyorkinos que les ven como estorbo y quienes han sido responsables de accidentes y humillaciones.
Los conocidos como “delivery boys”, repartidores de comida, son sin duda uno de los personajes anónimos y nunca reconocidos en la ciudad, que no tienen nombre, que no importa lo que tengan que hacer para que su entrega deberá ser cumplida, la cual una vez que es recibida rara vez será agradecida o por el contrario, respondida con una actitud prepotente quejándose por estupidez y media.
Siempre me he preguntado cuantos kilómetros recorrerán por día, y después de sus jornadas de 12 horas como hacen para empezar otra jornada después solo 6 horas de sueño.
Cómo hacer cuando la bicicleta se deslice en la nieve o la lluvia y la entrega se arruine? Cuántos de ellos han sido atropellados? y que por ser ilegales no son atendidos, cuántos de ellos no saben leer las direcciones a las que son mandados?
Al menos cada día, desde que llegue a esta ciudad no ha pasado un dia en el que encuentre a un paisa perdido con su rostro en plena agonía por que el “cheese burger deluxe” se enfriara y sabe lo que le espera.
NYC la ciudad que nunca duerme, no por Wall Street, sino por las bicicletas.
La ciudad que nunca duerme, que nunca para, y si para por la nieve o un apagón, las bicicletas repartidoras de comida siempre se verán recorriendo la ciudad, las 24 horas al día y los siete días de la semana, en la lluvia, en la nieve, en el ardiente asfalto esquivando los famosos taxis amarillos que son normalmente conducidos por los choferes despiadados o bien intransigentes neoyorkinos que les ven como estorbo y quienes han sido responsables de accidentes y humillaciones.
Los conocidos como “delivery boys”, repartidores de comida, son sin duda uno de los personajes anónimos y nunca reconocidos en la ciudad, que no tienen nombre, que no importa lo que tengan que hacer para que su entrega deberá ser cumplida, la cual una vez que es recibida rara vez será agradecida o por el contrario, respondida con una actitud prepotente quejándose por estupidez y media.
Siempre me he preguntado cuantos kilómetros recorrerán por día, y después de sus jornadas de 12 horas como hacen para empezar otra jornada después solo 6 horas de sueño.
Cómo hacer cuando la bicicleta se deslice en la nieve o la lluvia y la entrega se arruine? Cuántos de ellos han sido atropellados? y que por ser ilegales no son atendidos, cuántos de ellos no saben leer las direcciones a las que son mandados?
Al menos cada día, desde que llegue a esta ciudad no ha pasado un dia en el que encuentre a un paisa perdido con su rostro en plena agonía por que el “cheese burger deluxe” se enfriara y sabe lo que le espera.
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