Libia: Gadafi tiñe de sangre Trípoli

El dolor y la rabia abruman a los familiares de víctimas de la represión en Libia. La lucha por el control de Trípoli, donde Muamar el Gadafi aguarda atrincherado la batalla final, ha dejado numerosos muertos y heridos en las últimas horas. En los funerales se asegura que los asesinos eran mercenarios pagados por el dictador. Mercenarios de países africanos que disparan contra todo lo que se mueve y poco importa, como se aprecia en vídeos colgados por los manifestantes en internet, que enfrente haya personas desarmadas.

En algunos barrios de Trípoli, la rebelión cabalga a lomos de la euforia que ha provocado el éxito de la revuelta en el este del país y en numerosas ciudades del oeste. La capital es el último bastión del dictador que ha gobernado con mano de hierro durante las últimas 4 décadas. Sus partidarios también se han echado a las calles para gritar al mundo que Gadafi no está solo, aunque las continuas deserciones en las filas de la Administración y el Ejército parecen demostrar lo contrario.

- “Gadafi es bueno, muy, muy bueno…”, gritaba ante las cámaras un manifestante.

- “No hay problemas en Libia. No hay problemas en Libia. ¿Entiendes?”, añadía otro en tono amenazador.

Gadafi ha tratado de ahogar la revuelta en un baño de sangre. Según Naciones Unidas, la represión ha dejado ya más de 1.000 muertos.

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