Laura, Elba, Rocío, Niurka y Televisa… “las educadoras”

Álvaro Cepeda Neri

Otro de los artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (y el respectivo en las 30 Constituciones de las entidades) derogado desde el salinismo, es el Tercero con sus ocho fracciones, y por lo cual la impartición de la educación, pública y privada, desde lo que fue el kínder ahora cambiado a subprimaria (que se integra con dos años de preprimaria y uno de subprimaria), ha ido en decadencia, debido a las perversidades de esos cuatro presidentes del montón, sus secretarios del ramo y, claro, las nuevas fuentes educadoras. Éstas son, en primerísimo lugar: Televisa, Tv-Azteca y el Canal Once (emisora ya al servicio del en vísperas de irse: Calderón).

A la par de esas televisoras está la dueña del Sindicato Nacional de Trabajadores del Estado, que agrupa a los profesores de preprimaria a secundaria, en un sindicato de monopolio al servicio del partido de su dueña: Elba Esther Gordillo Morales. Lleva casi 25 años (desde Salinas y entonces la complicidad de Manuel Camacho, el ideólogo ahora de las alianzas derechistas con el chuchismo), hasta hoy mangoneando a la SEP, determinando los lineamientos de la desescolarización, para que los estudiantes salgan de la secundaria con aprobación de diez en… ¡no saber leer, repudiar las matemáticas y ortografía, no importarles la historia nacional ni universal y, pasar doce años en las escuelas con tan mínimos conocimientos que apenas acreditarían, cuando mucho, el primer o segundo grado de primaria.

Por si algo faltara, tenemos en programas de televisión y horarios vespertinos, otras tres “educadoras”: Rocío Sánchez Azuara (en Tv-Azteca) y la estridente Laura Bozzo, simpatizante de los Fujimori como cómplice del Montesinos pillado en peculado en Perú, en Televisa. Las dos secundadas por la señora Niurka. Éstas degradan el espectáculo para seguir disminuyendo la educación pública con sus programas, con farsas del escándalo, contaminando la educación formal privada y pública. Y como no hay el mínimo control (como propuso Karl R. Popper en su ensayo: La mala maestra, cuestionando esa clase de televisión), Salinas Pliego y Azcárraga con la compra de “actores” para el show de Laura, Rocío y Niurka, llevan a los hogares la máxima perversión para seguir disolviendo los mínimos valores de los telespectadores.

Y en el magisterio la señora Gordillo completa el cuarteto, al politizar la enseñanza (más la comida chatarra que se sigue vendiendo al interior de las escuelas), y así corromper completamente la educación. Tenemos, con la complacencia calderonista y del PAN, la descomposición del sistema de enseñanza y el desastre, con tan infames espectáculos, de la juventud mexicana enfrentada dos opciones: la del narcotráfico y lo que “enseñan” Niurka, Rocío, Elba y Laura en el caldo de cultivo de la decadencia del régimen panista y los baños de sangre de criminales, policías, soldados y marinos, que están llevando al país a seguir el ejemplo de Túñez, Egipto,Yemen y todo el mundo árabe que se han rebelado contra sus malos gobernantes.

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